Taylor Swift

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POV Calle

Me desperté de muy buen ánimo, más ánimo del que creí tener en un lunes, en un inicio de semana.

Tomé una ducha algo tibia de la cual disfrute en su máximo esplendor, quizá me sentía así de tan buen humor por el diez en mi examen de fotografía, quizá me sentía así porque las cosas con papá y Juli estaban tomando mejor camino.

Por fin habíamos regresado este fin de semana a los desayunos y comidas juntos, después de dos o tres semanas sin tener un contacto más allá de los buenos días.

Salí del refrescante baño con una toalla envuelta en mi torso, tenía mucho tiempo de sobra para arreglarme con toda la calma del mundo por lo que opté por disfrutar de mi arreglo con un pequeño concierto privado en mi alcoba.

Encendí el televisor, escribí el nombre de mi artista favorita en la pantalla y seleccioné la primera canción que había en la lista de reproducción.

Empecé cantando los primeros versos un tanto calmada sosteniendo la toalla en mi cuerpo, el cepillo de mi pelo era el mejor micrófono en este momento.

Taylor Swift era una mujer tan talentosa, todo lo hacía malditamente bien.

Llegó la parte del coro, la parte que más amaba de una de mis canciones favoritas, "Shake it off".

Me trepé al colchón de mi cama, me deshice de la toalla en mi cuerpo y empecé a gritar, cantar, saltar y bailar con todas las ganas del mundo.

Si bien, tenía que admitir que una de las cosas que más amaba era estar completamente desnuda en mi habitación, era un pequeño secreto que nadie sabía. Me parecía tan placentero y tan liberal estar como Dios me trajo al mundo.

Continué con mi concierto de dos...Tres...Seis canciones más encima de mí cama cantando con todo el sentimiento del mundo las canciones de mi ídola.

Dos toques fuertes a la puerta de mi habitación me hicieron detener mis saltos sobre el colchón, me paré en seco asustada porque mi padre o Juliana abrieran la puerta.

─¡Taylor Daniela Calle Swift!─mi hermana me llamó al otro lado de la puerta por una combinación de nombres que no me desagradaba en lo absoluto.─¡Tu estúpido novio está en la sala esperándote desde hace cinco minutos!─gritó nuevamente girando el picaporte.

Fue inútil, ya que por fortuna mi puerta estaba cerrada con seguro.

Me bajé de la cama, agarré mi celular y miré la hora. Había pasado más de cuarenta y cinco minutos desde que salí de mi ducha.

Las canciones de Taylor me hicieron perder la noción del tiempo y el concierto se había alargado más de lo que pensé.

─Mierda...─me dije para mí misma.─¡Ya voy!─mentí aplicándome mis cremas y toda la rutina de mi arreglo lo más rápido posible.

Me apliqué el maquillaje sin ponerme base, ni sombras, solo un par de polvos, labial, mascara de pestañas y cejas.

El cabello se me había secado casi por completo, volví a mojarlo evitando un accidente de esponjosidad y me apliqué una crema más.

Ya cambiada, maquillada y aparentenmente "lista", bajé hasta donde mi novio. Estaba impaciente viendo en el televisor la serie de Bob Esponja.

─Hola amor.─lo saludé con la misma emoción con la que había despertado esta mañana.─¡Que guapo te ves hoy!─alagué su belleza externa rodeando su cuello con mis brazos.

Normalmente no era muy común que una Daniela Calle le hablara bonito a sus "novios", cuentos o lo que fuera, muy pocas veces pasaba y ese día era hoy.

EL ARTE DE AMARTE (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora