EL ARTE DE AMARTE (CACHÉ)

Mía

POV Calle

Habían pasado tres semanas desde el día que por fin le confesé a Poché lo jodidamente enamorada que estaba de ella.

Tres semanas en las que mi concentración estaba a tope en ese torneo.

Tres semanas en las que había tenido que lidiar con problemas, estrés y mucha diversión.

Lalo y Poché no se soportaban, todos los días, durante todos los entrenamientos era un sinfín de bromas y comentarios sarcásticos entre ambos.

Papá estaba muy emocionado por ese torneo, al igual que mi madre, Juliana, mis abuelos y personas realmente importantes en el mundo del golf.

Esas personas me conocían a la perfección, sabían mis técnicas y toda mi historia dentro de este mundo como golfista.

Todos confiaban en mí, todos tenían sus ojos puestos en mí y por supuesto que yo también confiaba en mí.

Poché era mi punto de apoyo más importante, mi motivación, mi fan número uno, lo era todo para mí en estos momentos.

Todo el tiempo estábamos juntas, todo el tiempo la pasábamos bobeando como dos locas enamoradas la una con la otra y era muy complicado disimular frente a los demás, pero lo estábamos consiguiendo.

Entre clases nos montábamos en el auto, nos besábamos y nos decíamos alguna que otra bobada cursi sin miedo a nada.

El auto era nuestra burbuja, era nuestro lugar favorito, nuestro lugar seguro. Nada nos importaba en esos pequeños momentos, solo éramos las dos siendo felices a nuestra manera.

Lalo se había portado de lo más lindo y profesional conmigo, aunque Poché tenía razón, algunas veces soltaba un cometario coqueto, alguna insinuación o cualquier otra bobada estúpida.

Yo solo me limitaba a sonreír, agradecerle o simplemente no le respondía nada, ya le había dejado muy en claro que estaba saliendo con alguien, que aún no era mi pareja pero que era igual de importante.

A el parecía importarle una mierda.

Afortunadamente mañana saldríamos todos directos a Miami y hoy tenía mi último entrenamiento con él.

Lo que significaba, ya no más problemas, ya no más peleas ni discusiones absurdas con la paparazzi.

─Danielita, ¿Por qué no estás con Poché?─Sebas me preguntó angustiado de verme completamente sola en las jardineras, había sido la primera en llegar después de clases.

Y Poché había salido corriendo prácticamente directo a su casa, al parecer había dejado sus maletas y cositas para el viaje de última hora.

Me ofrecí a acompañarla pero ella se negó rotundamente, sabía que tenía que ir de compras con Paula por los accesorios que me faltaban y no quería interrumpirme.

─¿Qué?─pregunté confundida presionando el botón de "enviar" en el celular. Paula me había avisado que recién había salido de su salón.─¿Por qué habría de estar con ella Sebas?─levanté la cabeza y guarde el aparato en el bolsillo trasero de mi pantalón.

─Ustedes dos se han hecho muy cercanas últimamente y todo el tiempo se la pasan juntas, incluso saliendo del colegio ¿O me equivoco?─respondió levantando una ceja. Si bien era cierto, mi amigo era muy curioso.

─Pues...─hice una pausa.─No, no te equivocas, Poché es...─suspiré.─Muy buena amiga.─ambos sonreímos.

Mi celular vibró una vez más, era la entrada de un mensaje nuevo y yo sabía de quien provenía el mensaje gracias a las notificaciones personalizadas que tenía en el contacto de ese bicho.