Besos robados

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POV Poché

Daniela me estaba contando toda esa historia tan random de sus dos mejores amigos. Era bastante extraño que esos dos estuvieran saliendo y no lo contaran al mundo entero.

Ambos eran los más populares de todo el colegio, lo que significaba que juntos podían llegar a ser una pareja en máxima potencia.

Pero realmente no me sorprendía dicha noticia...

Hace un par de días, yo misma había visto con mis propios ojos una escena de esos dos dándose afecto en un salón de clases vacío.

Y...¿Por qué había entrado a dicho salón vacío?

Pues digamos que yo era una persona débil, sin fuerzas sobre mi propio cuerpo.

Un imán de bullying en pocas palabras

Y bueno, a todo esto, hace unos días cuando Alejo, Alexa y yo veníamos saliendo de una de nuestras clases, pasamos junto a un salón y ese par de idiotas se aliaron, me empujaron al mismo tiempo contra la puerta aparentemente cerrada del salón de clases, esa puerta se abrió y mi cuerpo cayó al suelo dejando salir las risas incontrolables de ese par de bobos que se hacían llamar mis amigos.

Johann y Paula estaban con ropa afortunadamente, Johann sentado en un banco y Paula sobre el besándolo apasionadamente bueno, antes de que mi caída los interrumpiera y los hiciera sobresaltar.

Ambos me asesinaron con la mirada, yo solo me limité a decir "Yo no vi nada, soy invisible, adiós." Y finalmente salí de ahí.

─Pero...¿Por qué no me lo dijiste antes Poché?─Daniela seguía reprochando, rodeé los ojos.

─Perdón, creí que tú ya lo sabias.─contesté sacando mi cuaderno. Pronto sentí los hombros de Daniela relajarse, sabía que estaba exagerando y que no era mi culpa.

De un momento a otro su mirada se perdió, era como si estuviera pensando o recordando algo.

─Nunca he tenido sexo en un salón de clases.─soltó de la nada.─Siento envidia ¿Sabes?─rió y yo le di una patada debajo del pupitre.

─Daniela.─la regañé.─Controla tus hormonas.─Calle levantó los hombros y pasó a sacar sus cuadernos.

Faltaban pocos minutos para que comenzara la aburrida clase de historia del arte, observé parado delante de mí una silueta que conocía perfectamente.

─Poché, ¿Podemos hablar?─Mario preguntó serio obligándome a mirarlo.

─Ammm...─pensé.─¡Sí! ¿Qué pasó bebé?─debía actuar normal.

Me levanté sintiendo la mirada de Daniela junto a mí, empujé su cuerpo con mis nalgas como siempre y me coloqué frente a él.

─Te mande quince mensajes el fin de semana, ¿Por qué no me respondiste ninguno?─interrogó el pelinegro haciéndome pensar.─También te llamé y nada. ¿Acaso ya no te gusto?─levanté mi cabeza y lo miré a los ojos.

─Claro que me gustas pero...─respondí con lo primero que se me vino a la mente.─Los exámenes me tienen un poco distraída.─

Mentira.

Daniela Calle me tenía distraída.

─Ahora pasas más tiempo con Calle.─Mario dio justo en el blanco.─¿No que la odiabas tanto?─preguntó elevando más la voz, no era necesario porque sabía que los oídos de Calle eran agudos y estaban escuchando toda nuestra conversación.─No te entiendo Poché.─

─Solo estudiamos juntas Mario, no es para tanto.─respondí simple. Mario se agarró la barbilla recién afeitada.

─Mierda lo siento, de verdad lo siento.─se disculpó suspirando.─Solo que has estado distante, ya no me besas, ya no me abrazas, te la pasas evitándome.─enumeró con sus dedos.

EL ARTE DE AMARTE (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora