EL ARTE DE AMARTE (CACHÉ)

ENAMORADA

POV Poché

Me costó trabajo tomar esa decisión, me costó un ovario y la mitad del otro terminar con todo esto.

No era lo que yo quería evidentemente pero era necesario por mi propia salud física y mental.

Daniela no estaba dispuesta a entregarse al mí en su totalidad como yo lo estaba haciendo y sinceramente no la culpaba por no querer hacerlo, tal vez ella no le veía futuro a esto, tal vez ella pensaba que esto era pasajero o como ella alguna vez lo llamó, una aventura.

Algunas veces me confundía porque sentía que ella también se estaba enamorando de mí, algunas acciones y palabras me lo decían, me lo gritaban pero...No era suficiente.

─Poché.─Daniela salió del baño gritando detrás de mi.─Amor espera por favor.─me estaba llamando fuertemente por el pasillo que nos llevaba a nuestro salón de clases, el pasillo estaba vacío.

─Calle, entiéndeme por favor.─dije frenando mis pasos.

─No Poché, tu entiéndeme a mí por favor.─suplicó sosteniendo mis manos.

─¿Qué quieres que entienda?─pregunté irónica.─Ya todo está bastante claro y yo no estoy para tus juegos, mentiras o cualquier otra vaina.─Daniela soltó mis manos y se agarró la cabeza.

─Poché yo...─empezó a decir dudosa.─¡Me estoy enamorando de ti maldita sea!─soltó casi en un grito.

Me reí en su cara.

Aunque me hubiera encantado que fuese verdad.

─No, no quiero que me lo digas solo porque yo te lo dije.─me crucé de brazos.─No te creo nada.─Calle tomó mis hombros y me echó para atrás hasta chocar con la pared.

─Te estoy diciendo la verdad.─sus ojos y los míos se conectaron haciéndome sentir nerviosa. Esta vez sonaba tan segura.─No sabes lo feliz que me has hecho estos últimos días, no sabes lo increíble que me siento a tu lado, no sabes la serie de sensaciones que me haces sentir con cada beso, con cada palabra, con cada sonrisa...─suspiró tocando ligeramente mis labios, mis hombros se relajaron ante sus confesiones.─No te voy a negar que me daba miedo aceptarlo, que me daba miedo admitirlo porque al igual que tú nunca antes había sentido algo así pero ya no tengo porque negarlo, ya no tengo porque mentir.─

Mi corazón estaba latiendo al millón por hora, la sangre de mis venas se tornó caliente, estaba sin palabras.

Me sentía soñada, me sentía en las nubes.

─Calle...─susurré en un suspiro, una sonrisa en mi rostro estaba a punto de aparecer.

Daniela se alejó de mí, se colocó en medio del pasillo, extendió sus brazos y miró al techo.

─¡ESTOY JODIDAMENTE ENAMORADA DE TI MARÍA JOSÉ GARZÓN GUZMÁN!─gritó con todas sus fuerzas sacando todo lo que tenía guardado dentro de ella.

El color de mi piel se tornó completamente rojo a pesar de que no había nadie que pudiese escuchar o vernos.

─Dios Calle...─la regañé tomando su mano, la jalé y sin pensarlo salté sobre ella.

La besé, la besé de la forma más romántica que encontré.

Nuestros labios danzaban felizmente, ambas nos sentíamos tan contentas, tan emocionadas por confesarnos la una con la otra.

Ese beso era lo único que nos importaba por ahora y ese beso lo único que podía transmitir era amor, puro amor.

Mordí y jalé el labio de la modelo, la chica sonrió e hizo lo mismo.