EL ARTE DE AMARTE (CACHÉ)

De rodillas

POV Poché

Jamás me hubiera imaginado que la vida detrás de Daniela fuera así, que su pasado la estuviese atormentando de esa manera durante tantos años.

Era la primera persona externa a su familia que sabía todo esto, ni siquiera Johann ni Paula lo sabían, solo yo.

Ahora entendía perfectamente porque la modelo actuaba y se expresaba de esa manera de su padre.

Ahora entendía porque Juliana pedía ayuda para volver a acercarse a ella como antes.

Era un tema muy delicado que de cierta forma me llegaba al corazón, me dolía y me hería.

Y ver tan destrozada a la chica que amaba me hacía explotar de rabia.

Daniela se había quedado perdidamente dormida después de nuestra platica que había durado horas, después del llanto que había inundado su carita preciosa que tristemente le había ayudado a dormir un poco más de lo estimado.

Por otro lado, yo no había podido pegar un solo ojo en toda la noche, seguía en shock total sin poder creer lo que me había confesado.

Antes pensaba que mi mujer era una persona tan fuerte, tan segura, con una vida perfecta...

Pero esa impresión se había esfumado en tan solo una noche, no en su totalidad pero si en parte haciéndome ver la realidad de las cosas.

Que nadie era de piedra, que todos teníamos corazón con el cual sentir millones de emociones y sentimientos positivos o negativos.

Aunque admitía la valentía que tenía por haber guardado todo eso durante años, por haber soportado a Germán y seguir viviendo el día a día como si nada hubiera pasado.

Mi mano seguía masajeando la cabeza de la modelo; Calle estaba recargada en mi pecho con el maquillaje corrido y la respiración pesada.

Incluso habíamos "dormido" con la ropa puesta, ni siquiera habíamos tenido la delicadeza de ponernos el pijama o dormir en ropa interior.

No sabía cómo iba a mirar a Germán de ahora en adelante, pero creo que lo mejor iba a ser convivir y tratarlo lo menos posible.

─¿Llevas mucho tiempo despierta?─no me percaté en que momento Daniela había despertado, su voz ronquita aun indicaba el cansancio terrible que tenía.

Las entrevistas, la sesión fotográfica, el hospital y haber llorado toda la noche, era un conjunto de mierda explosiva.

─Si, algo...─mentí.─¿Cómo amaneciste amor? ¿Pudiste descansar?─pregunté mirando su carita hinchada con ternura.

─Pues...─suspiró.─He amanecido mejor a decir verdad.─sonrió débilmente.─Pero contigo a mi lado todo se arregla amorcito.─se aferró más a mi cuerpo, la apreté más fuerte contra mí.

El día se pasó más rápido de lo pensado y por fortuna no había tenido que convivir mucho con Germán ni Juliana, Calle estaba demasiado agotada, habíamos llegado al hotel después de cenar con su madre y lo primero que había hecho mi novia era darse un baño de agua caliente.

Por otro lado yo me había muerto de ganas por meterme a la ducha con ella a aprovechar y ahorrar agua, pero mi padre me había hecho una video llamada en ese preciso instante y yo no podía negarme, la verdad extrañaba a mi familia.

También Alejo se había hecho presente en las llamadas entrantes de mi celular, sabía que en cualquier momento me llamaría intrigado por saber si ya había hecho el amor con mi mujer, le afirmé todo sin dar muchos detalles, solo lo indispensable.