Mojitos

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POV Poché

El corazón me dolía cada vez más con cada palabra que salía de mi boca en contra de Daniela.

No tenía que haber pasado todo esto, no tenía por qué haberme visto con Manuela aunque debía admitir que fue muy satisfactorio hacerle sentir lo mismo que yo sentí cuando me engañó con Lucas.

Pero al mismo tiempo me había hecho sentir una mierda al ver su reacción.

Ella estaba defendiendo lo que...

Lo que todavía era de ella, aunque no lo admitiera abiertamente.

Ya había pasado prácticamente un mes desde mi última discusión con la modelo.

Unn mes desde que sus ojitos y los míos hicieron contacto lleno de dolor por parte de ambas sintiéndonos una mismísima mierda por hacernos daño mutuo.

Calle no me había vuelto a buscar, el único contacto que teníamos era en el colegio. Para alguna tarea, algún apunte atrasado o incluso solo para pedirme prestado un maldito lápiz.

Muchas veces también me había visto con Manuela, prácticamente cada mañana cuando ella pasaba por mí al colegio sustituyendo el lugar que anteriormente era de la chica que tristemente me seguía manteniendo enamorada.

Calle se habia dado cuenta de eso pero solo agachaba la cabeza, otras veces golpeaba el claxon de su auto enfurecida, sentía muchas ganas de correr hacia ella, de decirle lo mucho que la seguía amando pese a todo.

Manuela había sido de lo más linda, de lo mejor conmigo en todos los aspectos.

Me consentía, me abrazaba, me besaba e incluso en una idea estúpida mía había intentado llevar las cosas más allá dando como resultado el momento más incómodo de mi vida.

Flashback on

No podía parar de reír, Manuela me tenía bajo su dominio debajo de ella.

Estaba intensificando más los movimientos de sus dedos en mis costillas, provocando que cada vez salieran más carcajadas de mi boca gracias a ese ataque de cosquillas.

─¡Bebé! De verdad...─pedí en medio de carcajadas.─No puedo más, basta.─

Manuela se dio por vencida mirándome sin borrar su sonrisa de la cara. Estábamos acostadas en la cama de su habitación, la película seguía corriendo delante de nosotras.

Sus ojos viajaban de mis ojos a mis labios repetidas veces pidiéndome permiso para besarme como casi siempre lo hacía.

Todavía no me acostumbraba a besar sus labios, pero era algo que hacíamos cada que nos veíamos.

Me era imposible no recordar a Calle en alguno de los besos que nos dábamos, tenía tan marcado su sabor y lo suave de sus labios en los míos.

La atraje hacia mi posando una de mis manos en su nuca enredando mis dedos en sus cabellos, rápidamente entendió el mensaje a lo que prosiguió a besarme.

La posición en la que nos estábamos besando no favorecía para que fuera un beso delicado, Manuela movía sus labios junto a los míos con cierta pasión obligándome a besarla de la misma manera.

Sus manos comenzaron a viajar por mi abdomen sobre mi suéter, mientras que las mías hacían lo mismo sobre ella.

Mi cabeza no pensaba, mi cuerpo solo actuaba por impulso, dejándome llevar por la situación.

Manuela comenzó a subir mi suéter sin permiso alguno dejando al descubierto mi abdomen, sus labios dejaron mis labios y sus besos comenzaron a bajar desde mi cuello hasta la clavícula.

EL ARTE DE AMARTE (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora