Necesidad

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POV Calle

Poché se mantenía estática, sin moverse y probablemente sin respirar.

Nuestros labios se mantenían pegados como si tuvieran algún tipo de imán, ambas manteníamos los ojos abiertos impidiéndonos perder el contacto visual.

Mis impulsos, mi enojo, mi coraje, una mezcla total de todos mis problemas, de todo lo que tenía guardado dentro de mí me habían prácticamente obligado a saciar mis ganas.

A saciar esa maldita inquietud que tenia de obtener respuestas a las preguntas que últimamente me habían estado atormentando...

Sabía que ambas teníamos esa curiosidad, ella me lo demostraba por sus acciones, por la reacción del contacto de mi piel con su piel...

Los comentarios, las bromas e incluso los coqueteos sin ningún fin nos llevaron hasta este punto.

El punto de por alguna extraña razón mantener un contacto más cercano entre las dos.

Mantener la conexión de una mirada, de una sola palabra.

Mantener el contacto físico.

La necesidad de completar ese beso.

Ese beso tan esperado, tan necesitado, tan lleno de curiosidad, adrenalina, emoción.

Era momento de dar el siguiente paso, abrí lentamente mis labios permitiéndole el acceso total de mis labios.

Los labios de la peli azul comenzaron a temblar, estaba más nerviosa de lo que pensé y eso me estaba poniendo nerviosa a mí también.

Decidí darle un poco de más confianza y más comodidad, cerré mis ojos permitiéndole que dejara el nerviosismo y la pena de un lado.

Pude sentir que ella también cerró los ojos ya que abrió sus labios permitiéndome el acceso a su boca y de esa forma entrelazamos nuestros labios permitiéndonos hacer una mezcla homogénea de saliva.

Sus aliento olor a menta y el dulce sabor a miel que emanaba de sus finos, delgados y delicados labios comenzó a invadir mi boca.

Era un primer beso bastante lento, incluso cursi, romántico pese al no tan agradable ambiente que nos rodeaba.

No pude evitar empujar un poco más el cuerpo de la más baja al casillero exigiendo más contacto con su piel, lo cual hizo que la chica frente a mi colocara sus manos en mis caderas arrugando ligeramente la blusa que llevaba puesta.

La mano que anteriormente estaba en su mejilla, la coloqué detrás de su cuello permitiéndonos un mejor contacto entre las dos.

Era una fortuna que como si hubiera sido cosa del destino, ambas teníamos el cabello agarrado por una coleta alta, de esa forma no tendríamos inconvenientes de algún cabello intruso en nuestro beso.

Nuestros labios parecían estar sincronizados a la perfección pese a algunos tropiezos que tuvimos en un inicio del beso mientras nuestros labios se conocían, pero casi en cuestión de segundos nuestras bocas se acomodaron de tal forma que el beso fue...

Simplemente mágico, inexplicable.

Cuando la falta de aire comenzó a aparecer en nuestros cuerpos, decidí cortar con el beso que tanto hubiera deseado que siguiera por toda la eternidad, tomé su labio inferior entre mis dientes dejando una pequeña mordida.

Esa mordida hizo sonreír a la paparazzi igual que a mí.

Abrimos los ojos lentamente, nuestros rostros seguían demasiado cerca, nuevamente nuestros ojos se conectaron, nuestras respiraciones estaban ligeramente agitadas.

EL ARTE DE AMARTE (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora