𝐒𝐡𝐨𝐨𝐭 𝐎𝐮𝐭 | 𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐚 𝐗 (+𝟏𝟖)

25

Jooheon paró el coche, de manera que las luces se apagaron. Ahora estaba todo a oscuras. Súper íntimo todo. Abrió la guantera, de donde sacó un preservativo. Entonces, a la misma vez, salimos del coche y nos montamos en los asientos traseros. Antes de nada se quitó la americana y lo dejó en el asiento de alante, así estaría más cómodo. Entonces, como si fuésemos imanes, enseguida nos acercamos y nos pegamos, comenzando un beso que nos haría entrar "en situación". Él acariciaba con una mano mi nuca y con la otra mis piernas, aventurándose a tocar algo más arriba. Yo también toqué su cuerpo, incluso bajando bastante la mano para rozarle superficialmente su entrepierna, pero solo un poco.

-Jooheon: Tengo ganas de tocarte...

-____: Y yo quiero que lo hagas ya...

Me mostró una sonrisa que fácilmente podía mojarme la ropa interior. Siguió besando mis labios, pero más bien para ponerle fin al beso.

-Jooheon: Ven, cariño. Siéntate encima de mí...

Poniendo las manos en mi cintura, me guio colocándome como él quería: sentada encima de sus piernas, de espaldas a él.

-Jooheon: Voy a hacer que te relajes y disfrutes...

Acarició mis piernas lentamente de abajo a arriba, metiendo sus manos un poco más por el interior de mis muslos, casi pasando por mi entrepierna. Siguió subiendo las manos por mi cuerpo; por mis caderas, mi vientre y mi pecho. Se paró a tocar mis pechos, apretándolos un poco, lo cual me dio mucha satisfacción, porque por fin Jooheon me estaba metiendo mano. Acaricié sus brazos hasta poner mis manos encima de las suyas, haciéndole seguir tocándome los pechos así.

-Jooheon: ¿Te gusta?

-____: Sí...

-Jooheon: Deja que lo haga mejor...

Dejé sus manos libres, y en un momento apartó mi pelo hacia un lado para poder desabrochar la cremallera de mi vestido. Bajó los tirantes de mi ropa, y yo le ayudé quitándome el vestido, así me deshice completamente de él. Me puse cómoda, sentándome más adelante en sus piernas, así prácticamente nuestras cabezas estaban al mismo nivel, y lo aprovechamos para besarnos. En ese momento él volvió a tocar mis pechos, esta vez con más libertad, apretándolos y jugando con ellos como le apetecía. A mí me encantaba, me excitaba mucho.

-Jooheon: ¿Te hago daño, cielo?

-____: No... Me encanta...

-Jooheon: ¿Te gusta que te apriete, que te arañe...?

-____: Aráñame suave. En el cuello, en las tetas, en las piernas...

Él sabía lo que quería, por eso con una mano me arañó el cuello, los hombros y el pecho; y la otra mano bajó hasta una de mis piernas, arañando mi muslo, cada vez más cerca de mi intimidad. Era suave, sabía que le tenía miedo al dolor y por eso tuvo extremo cuidado.

-Jooheon: Si en cualquier momento te hago daño, hazme parar.

-____: Vale...

-Jooheon: ¿De verdad que me lo vas a decir?

-____: De verdad.

-Jooheon: Eso es...

Se aventuró entonces a tocar mi entrepierna. Puso su mano en toda ella, por encima de mi ropa interior. Me masajeó suavemente, haciéndome sentir algo completamente distinto. Sentir su mano en mi entrepierna me daba mucha satisfacción, mucho placer. Acaricié su brazo para que siguiese, indicándole que me gustaba. Realmente me encantaba poner las manos en sus brazos porque me sentía más unida a él.