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Ya no sabía qué hora era, pero Jooheon llevaba hooooras dando el coñazo. No paraba de moverse y suspirar en la cama, como si estuviese nervioso. Yo, con un terremoto así, la verdad es que no podía dormir.

-____: Jooheon, qué te pasa...

-Jooheon: No puedo dormir.

-____: ¿No tienes sueño? Me dijiste que estabas cansado.

-Jooheon: Sí, pero... No puedo dormir.

-____: ¿Por qué?

-Jooheon: No lo sé...

¿Y qué debía hacer yo...? Yo lo que quería era dormir, así que tenía que hacer que Jooheon se relajase.

-____: Ven, que te abrazo. Pero deja de moverte, por favor.

-Jooheon: Vale...

Nos acomodamos, nos abrazamos y volvimos a relajarnos. Así por lo menos le hacía estarse quieto, y por lo tanto podía volver a dormir.

...

¿Qué hora era? Sentía que era tremendamente tarde, pero Jooheon seguía aquí conmigo. Levanté un poquito mi móvil para mirar la hora, y me quedé... Que es que no sabía qué estaba pasando. Eran las tres de la tarde y Jooheon seguía durmiendo ahí a mi lado. Claro, como no había dormido nada, cuando logró conciliar el sueño sería tardísimo, y ahora estaba muerto de cansancio.

-____: Jooheon... Que es muy tarde...

El webón se tapó la cabeza con la manta, para que le dejase en paz. Pues bueno, pues genial. Este no se iba a levantar, así que me levanté yo, que me moría de hambre. Bajé a la cocina, y lo primero que hice fue mirar la nevera. No sabía qué hacerme, porque yo no sabía cocinar como Jooheon. No encontré nada ahí, así que miré por los armarios. Vi un bote de ramen, el Yatekomo que me iba a salvar del apuro. La vieja confiable. Esto se hacía rápido: agüita y al micro. Esperé lo suyo, y de mientras me fui poniendo la mesa solo para mí. Si el señorito bajaba a comer, se la ponía él.
Saqué mi ramen del microondas y me senté en la silla. Me molestaba que Jooheon se estuviera comportando raro desde ayer y no me quisiera decir el por qué, pero estaba comiendo ramen, así que daba igual. Se estaba bien, se estaba tranquilo. El silencio, mi ramen y yo. Estaba olvidando los problemas, cuando Jooheon entró a la cocina.

-Jooheon: ¿Te has hecho la comida?

Respondí levantando mi Yatekomo. Estaba comiendo y me preguntaba si me había hecho la comida... Vale.

-Jooheon: Ya... Perdón por no levantarme, tenía mucho sueño.

Levanté los hombros mientras seguía comiendo tan tranquilamente.

-Jooheon: ¿Estás enfadada?  —asentí  —¿Por qué? Sabes que no he dormido, también necesito descansar.

-____: Vale.

-Jooheon: ¿Qué te pasa?

-____: ¿Qué te pasa a ti? No quieres contarme qué te sucede y encima pretendes echarme el marrón a mí, como si yo me enfadara por gusto.

-Jooheon: Pero a mí no me pasa nada.

Esto era increíble... A ver cuándo se cansaría de hacer el papel de loco; de mientras yo me levanté para tirar el Yatekomo vacío a la basura.

-Jooheon: ____, no me pasa nada.

-____: Deja de mentir.

-Jooheon: No estoy mintiendo.

-____: Deja de mentir  —se lo repetí con un tonito más tajante.

-Jooheon: Pero es que...

-____: Jooheon, no vuelvas a abrir la boca si no es para decirme la verdad, no quiero escuchar más tonterías.

Es que me jugaba la vida a que algo le pasaba. Le preocupaba algo, y por eso no pegó ojo en toda la noche. Como le dije, no quería saber otra cosa que no fuese la verdad, así que me fui de allí; o lo intenté porque enseguida pasó un brazo por mi cintura, deteniéndome.

-Jooheon: Cariño, no te pongas así, por favor...

-____: Pues dime qué pasa.

-Jooheon: Nada, no pasa nada.

-____: ¿Te preocupa alguien? ¿Hay otra chica?

-Jooheon: No  —respondió rápido.

-____: ¿Es algo sobre mí?

-Jooheon: N-No...

Ahí estaba. Como si me hubiese dicho un "sí".

-____: ¿Es que no te gustó lo de anoche?

-Jooheon: Claro que me gustó.

-____: ¿Y entonces?

-Jooheon: Nada. No ha pasado nada.

-____: ¿Y por qué te comportabas así?

-Jooheon: ¿Así cómo?

-____: Pues así de... Raro. Jooheon, sabes perfectamente de lo que estoy hablando, deja de hacerte el tonto.

-Jooheon: Pero qué tonto, si es que no me pasa nada.

-____: Sabes que vas a dormir en el sofá hasta que me cuentes la verdad, ¿no?

-Jooheon: ____... Que la verdad es eso, que no me pasa nada.

-____: Vale... Puedes coger la almohada de mi cuarto si la necesitas para dormir en el sofá.

-Jooheon: Pero ____...

No quería escucharle más, suficiente tenía. Yo subí a la habitación, y ya te decía yo que Jooheon no entraba aquí.
No salí en todo el día de la habitación. Estuve hablando con Minhyuk y mis padres. Minhyuk me dijo que se había hecho una esguince en el tobillo porque se tropezó por las escaleras y cayó muy mal, así que no se podía levantar de la cama. Me reí un poco de él, pero le dije que no pasaba nada porque iría a verle pronto por si necesitaba ayuda.
Se hizo muy largo el día. Imagínate, horas y horas en una habitación... Tuve que abrir la ventana por el agobio que tenía, para respirar aire fresco. Por lo menos no vi a Jooheon en todo el día, aunque no significaba que no lo echase de menos. Obviamente quería estar con él, pero también quería que me contase la verdad, y estaba cien por cien segura de que había algo que me tenía que contar.
También se hizo complicado porque no comí absolutamente nada. Estaba muy metida en la decisión de no salir de la habitación, y por nada en el mundo quería bajar y encontrarme con Jooheon, como para que me entablara conversación. Simplemente me "acosté" súper pronto, eran las nueve y ya quería dormirme.

...

Miré la hora en el móvil... Las diez y media. Era pronto, ¿no? Pero es que ya no quería seguir en la cama. Además, me estaba haciendo mucho pipí. Va, me decidí a levantarme de la cama e ir al baño, donde me senté en el váter e hice todo lo que tenía que hacer. O lo intenté, porque estaba tan empanada que me quedaba mirando a la nada. Cuando desperté de mi mundo, me limpié, me lavé las manos y la cara. Al salir del baño, me asomé un poco por las escaleras. Vi a Jooheon ahí dormido en el sofá, de espaldas... Pobrecito... Me dio tanta pena que dejé atrás mi "enfado" y fui con él. Me acerqué silenciosamente y me senté en un mini huequito a su lado. Acaricié su carita, mirándole con pena.

-____: Jooheon...

No me escuchó, estaba muy dormido. Tal vez debía dejarle un poco más de tiempo y que él se despertase solo. Fui a la cocina entonces, cogí una taza y me eché mi café con lechita y azúcar. En esto escucho que Jooheon se movía en el sofá, de hecho le escuché bostezar. Fui con mi café de nuevo al salón, a sentarme a su lado, como hice anteriormente. Él se frotó los ojos en plan "qué estoy viendo... Qué hace esta aquí".

-Jooheon: ____... Te echaba de menos...

-____: Y yo.

-Jooheon: ¿Estás más tranquila? —levanté los hombros a modo de respuesta —Quiero hablar contigo. Es que... —comenzó a levantarse para sentarse bien —No quiero dormir más en el sofá. Que esto es muy incómodo. Así que... Eso, quiero contarte lo que ha pasado...

𝐒𝐡𝐨𝐨𝐭 𝐎𝐮𝐭 | 𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐚 𝐗 (+𝟏𝟖)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora