T1C7: Inconsciencia.

3 2 0
                                    

          El excusado nuevo de Abiatti quedó hecho trizas, pero, claramente, algo más sucedería en tal aposento. Era Vanya, estaba con un fuerte impacto en el cráneo a causa del vuelo a gran velocidad en un sitio cerrado, ya sin signos vitales, avistado luego de que Cema, de reojo, mirara a través de la ahora rota puerta de seguridad. En cuanto los cuerpos forenses hicieron acto de presencia, todos entendían el porqué del escape de Dulyn. Sin duda alguna él fue el perpetrador. Gabo, Cema y Yeret emprendieron una búsqueda para que éste deslinde responsabilidades, y es que, a pesar de su discreto actuar, el simple hecho de huir cobardemente, lo delató. Los chicos estaban tristes, en especial Abiatti y Noé, pues era Vanya su mejor amigo. Los recuerdos son demasiados, son indelebles, son bellos, y por eso, sin duda duelen. Noé lucía muy afectado, no sólo se le veía llorar desconsoladamente, también gritaba, temblaba, su piel se puso pálida y fría, más allá de estar muy triste, Noé estaba destrozado por dentro. La prensa habló del suceso casi de inmediato. Los medios locales y nacionales cubrieron extensamente la nota, esto se debe a que, después de más de 20 años, se ha vuelto a investigar un homicidio en todo Nosé, pues siempre fue un país seguro, libre de este tipo de crímenes.

Dulyn estaba ya cansado de correr. Llegó a la intersección de las avenidas Tzar Qaxmo y Cairo San, a pocas cuadras de la central de autobuses, al oriente de la ciudad. Se ocultó detrás de un contenedor de basura. Él sabía que tarde o temprano sería buscado, pero más allá de verse arrepentido, Dulyn tenía una sonrisa genuina tatuada en su cara. Tomó un taxi y fue hacia su casa, ese lugar al que él mismo denomina "Templo Mayor del Macho". ¡Los machos no huyen, Dulyn! Se dispuso a planear un escape del territorio noséano, pero claramente eso le tomaría mucho. Un par de personas presentes en la "guerrilla" sabían su dirección, por lo que también consideró no quedarse mucho tiempo en su "templo". Empacó varias cosas aparentemente necesarias en una petaca de aspecto antiguo y al cerrarla, salió rápidamente a la calle, en donde tomaría un taxi rumbo al aeropuerto, para consumar su escape, y su falta de huevos.

La pregunta que debemos hacernos es ¿Porqué Dulyn quería matar a Abiatti?

En realidad es algo fácil de responder. Abiatti es la persona más envidiada en la faz de la tierra. Su fortuna es exponencialmente mayor a la de otras figuras en el mundo de la riqueza, a parte de que envidian el hecho de que Abiatti no gasta su dinero en ningún tipo de lujo. Se da a la tarea de estar al tanto de los demás, su altruismo es inexorable, se encarga también de darle mayor importancia al trabajo y a su familia, pero nunca gastará su fortuna en cosas innecesarias (dejando de lado su pequeña colección de autos feos).

Dulyn, contrastadamente, necesitaba algo de dinero para solventar algunos gastos, derivados del exceso de deudas, una faloplastía de alargamiento y engrosamiento, y una merecida pensión alimenticia para su exesposa que se quedó con la custodia de su único hijo, al cuál quería enseñarle el mismo camino, el de la misantropía, pues parece que Dulyn ya no sólo es misógino, es leso con quién sea.

Abiatti es buscado por sus famosos préstamos sin intereses, sólo que, indudablemente, Dulyn no sólo quería el dinero de Abiatti. Poseer la vida de una figura pública es excelente, pero quitarla por un bien individual es tan egoísta como estúpido. A causa de este bajísimo querer, Dulyn mató, accidental y erróneamente, a una persona inocente, y escapa porque sabe lo bien que está el sistema de seguridad del club y sus alrededores. Él sabe que podrán presentar pruebas del hecho en su contra a cualquier hora, fácilmente, por lo que debe salir del país a la voz de "¡Ya!".

Mientras tanto, Fer y Albert acordaron tener una cita la noche de este trágico día, luego de una larga charla vía telefónica. Fer estaba comentando lo emocionada que estaba acerca de la cita con su amiga Arelly.

—De veras que tienes suerte, mocosa.
—Es todo un caballero, su modo de ser en realidad luce natural, a diferencia de Martín.
—Oye, ¿Y qué será de los papeles del divorcio? No quiero seguir siendo la "befa"¹ de una oprimida.
—Calma. No nos alcanzamos a casar al civil. Sólo fue a la iglesia.
—¡Y qué iglesia!
—Lo sé, ventajas del suelo noséano.
—Sí. Espero que te vaya bien, Fercha.
—Te daré todo detalle en cuanto termine. Me iré a casa, debo bañarme, maquillarme y todo lo demás.
—Vale. Oye, Fer... ¿Crees llegar a... Tú sabes... En la primera cita?
—No me hagas suspirar, Arelly. Todo a su tiempo.
—Estás vuelta loca. Me cae que si te dejas dar.
—No soy igual de fácil que tu... Hermana.
—Sí, lo sé. Eso de tener hijos tutti-frutti está jodido.
—Y más porque todos los padres de sus hijos son unos buenos para nada. Esa Fátima (hermana de Arelly) debe estarse revolcando cuál mamón con polvo pica-pica.
—¿Por qué lo dices?
—Ella bateó a Abiatti en la secundaria ¿Lo olvidaste?
—Yo también, tú también. Todas batearon a Abiatti en la secu.
—No tan literal, Arelly. Pero recuerdo que él mismo me confesó que, no era por ser todo un casanova o algo por el estilo. Él sólo quería saber qué era tener novia... Hasta que por fin lo logró, aunque, cabe mencionar que nunca supo hacerlo bien.
—Ah, cómo olvidar a Marysixx. ¡Gracias Lupita! Fueron 11 días de paz y tranquilidad.
—Sí, pero... Viéndolo bien, y espero que no me quieras matar tras decirlo pero, estuve considerando darle una oportunidad.
—No.
—Sí.
—¡No!
—¡Oh, vamos... !
—Yo... También. Pero creo que sólo estoy loca.
—Sí, a parte... Albert luce perfecto para mí.
—¡Ya estás! ¡Apúrate, que se te aparece la metztli!²
—Adiós. Te aviso, en cuanto regrese a casa, mi nueva experiencia.
—¡Sobres!

ZwölfmexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora