T4C2: El Novio de Kganeesha.

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          El viaje de Kganeesha, a su país natal, Bharat, no tendría realmente la misma duración de días que el de Pourway y Gabozaki. De hecho, al no consumarse la unión civil, la mujer, nada tenía qué hacer allá, y debía volver a Zwölfmex cuanto antes. Mientras esperaba el anuncio de su vuelo en el Aeropuerto de Bangalore, llamó a Ktarkii, para avisarle que, en unas horas, volverá a su ciudad preferida. Cerca de Kgan, habían unas cuántas personas más, que, presumiblemente, esperaban el mismo vuelo. Una niña jugaba con un sacacorchos, un bebé lloraba, un anciano roncaba como torton cuando frena, y una mujer y su pareja no dejaban de besarse apasionadamente. Kganeesha se miraba cansada de tanto ruido, por lo que su llamada terminó siendo frustrada. Aún así, tras terminar dicha llamada, Ktarkii esperó a la mujer, muy pacientemente. En un rato más, se dispuso a hacerle una fiesta de bienvenida en su propia casa. Salió a comprar e instalar decoraciones, y había suficiente tiempo para crear una playlist con canciones del agrado de ambos.

          Xu Wang descansaba en la sala de su casa, mirando la televisión y comiendo papitas. Feng Li había salido con Tipton Kuleni, y nada podría perturbar su paz. Hasta que recibió una visita muy inesperada de su novia, Ánnika.

—A... A... ¿Amor?
—¡Estoy embarazada, idiota! ¿Qué no te es posible recordarlo?
—¿No deberías de estar en reposo?
—¡Necesito compañía, pedazo de imbécil! ¿No ves este gran bulto que tengo en el abdomen? ¡No tardo en alumbrar y ni siquiera te has arrimado ni para hacerme piojito! ¡Sé más presente!
—Debiste mudarte conmigo.
—¡Ni loca dejaría mi casa!
—A veces, para prosperar, necesitas dejar tu zona de confort. Soy un adolescente inexplicablemente adinerado que sin problemas te habría mantenido todo este tiempo. Mi vida ha tenido muchos giros. Nacimos en una familia pobre de Guangzhou, nuestros papás nos dejaron a nuestra suerte en un buque lleno de polizontes de todas las edades, y que terminó naufragando hasta llegar a este país. Fuimos secuestrados por un par de filipinos pero la ICKS los detuvo antes de que pudieran hacernos algo. Un señor viejo y de cabello entre rubio y cano nos acogió y terminamos viviendo en el orfelinato de Zhtorovarovsk, Nos divertíamos haciendo llamadas de broma con los teléfonos celulares de un registro que robamos de Nosfón, nos terminaron rastreando, hasta que los primos de mi papá dieron con nosotros, amenazando con escarmentarnos. Mi papá nos defendió, nos adoptó, y el resto es historia. Fueron 4 ocasiones en que me tuve qué adaptar a un nuevo lugar. 4 en mis escasos 14 años. Si tu padre por ser un hombre mediático y famoso te dio una vida fácil, es tu ventaja, pero sé más humilde y acepta que serás madre de alguien que vino desde abajo.
—¡Cómo si todos los huérfanos fueran adoptados por gente rica!
—¡No estás entendiendo mi punto!
—Pues... Es algo difícil... ¡Múdate a mi casa! ¡No lo sé!
—Ni siquiera sabes si tu padre estaría de acuerdo en darle posada a un niño... ¡Porque eso soy todavía! ¡Incluso aunque ya haya sopeado el tamal! Mejor... Múdate tú aquí, ya después hablo con mi hermana.
—En primer lugar... ¡Debiste decirme que eras menor!
—¡Eso qué tiene qué pinches ver! ¿No se me notaba o qué chingados? ¡Ah no! ¡Ya recordé! Creí que tú eras de mi edad. ¿Cómo fue que terminamos memeando?
¿Memeando?
—¡Sí!
—¿Te refieres a dormir juntos?
—¡No! ¡Hacer la meme!
—Eso significa "dormir".
—¿No significa "hacer el chaka-chaka"?
—Ehh... No.
—¡Pues lo significará desde este instante!

Ánnika fue tomada por sorpresa al notar que a su novio le hacía falta una mano.

—¿De qué me he perdido? ¿Desde cuando te hace falta una mano?
—Me... Me... Metí la mano en la licuadora porque... Este... Quise salvar a Larry.
—¿Quién es Larry?
—Mi... Mi... Este... ¡Mi camarón mantis!
—No recuerdo que me hayas contado sobre un camarón mantis.
—Me lo compré anoche.
—¡Bueno, ya basta! Tomaré tu opción. Me mudaré aquí. Ya se me nota mucho la panza y mis tías no tardan en iniciar los interrogatorios.

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