T3C15: Chacha De Soussa.

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Y llegó, entre bombos y platillos, el 28 de diciembre, una día tomado como festejo a razón de los Santos Inocentes. De las pocas costumbres occidentales —e incluso, con una notación religiosa implícita— que ha logrado un importante arraigo en la cultura de la tierra terracota, pues el día en cuestión sirvió para que los bromistas empedernidos, ociosos, desquehacerados, y uno que otro auténtico hijo de perra, presuma y dé cátedra de sus creaciones más irreverentes ante el más desafortunado de los habitantes. Tan sólo en ésta ocasión, Xu Wang dejó de lado la promesa que le hizo a su pareja Ánnika y dedicó la noche anterior para darle vuelo a la hilacha y planear sus tan vejantes cuchufletas, y no podía esperar por gastarlas, así que se vio, en la explanada del club, con César Jr para ver cómo trascender en el rubro, y pasar un día de lo más genial a costa de las inocentes palomitas que se dejarán engañar.

—¡Oye Xu Wang! ¿Cuál será la broma más pasada de ñonga que te aventarás hoy?
—Amm... Aún no lo sé. [...] ¡Oye, ya recordé que ya lo había planeado! ¿Recuerdas la Nutella que usamos para las crepas que nos echamos el pasado sabadaba?
—¿Harás la broma con Nutella? ¡Genial! Te ayudaré a preparar la pasta.
—¡Nah! Eso es muy antiguo.
—¿Obsoleto?
—¡Obsoleto!
—Hmmm... Entonces... ¿Qué? ¿Usarás el método "Fecal"?
—¡Oh, Claro!
—¡Pero si haces más claro o de otro color, luego luego se notará que no es Nutella!
—Descuida. Tengo todo bajo control. Ingerí sustancias que cambian el color y la textura de mi caca.
—¿Qué eso no es como drogarse? ¡Es peligroso! ¡Ni siquiera sabemos si vivirás para contarlo!
—Es cierto, no lo sabemos. Pero lo que sí se sabe, o al menos lo que yo sé, es que mis heces se verán tan ricas, deliciosas y suculentas que desearás meterle un dedazo.

César Jr lo miró con suma repulsión. Sólo se limitó a decir "Okay". No obstante, y de manera repentina, el abdomen de Xu Wang comenzó a borborigmar, su piel se tornó húmeda y sujetaba su bajo vientre como si un dolor espontáneo apareciese.

—¡Ah! ¡Esto duele!
—¿Qué pasa?
—¡Es lo que tomé! ¡Ya está haciendo efecto!

Por otro lado, tenemos a Paco Shajarov, quién estaba en su casa, ocupado, dándole los toques finales al espacio para albergar a los invitados. Estaba atendiendo una llamada con su papá mientras aspiraba su alfombra.

—¿Hola, pá?
—[...]
—¿Ya mero?
—[...]
—Sí...
—[...]
—Sí.
—[...]
—Probablemente.
—[...]
—Sí...
—[...]
—¿Dos kilos de cada uno?
—[...]
—¿No los ibas a comprar tú?
—[...]
—¡Oh! Entonces no traerás las cheves. ¡Es irónico!
—[...]
—Pues ya ves. Quería ponerme pedo, pero le prometí a Marjorie que no bebería.
—*colgó*
—¡Papá! ¿Por qué me cuelgas? —arrojó el teléfono al sofá. —¡Es increíble! —pronunció Paco hastiado.

Para aumentar su molestia, la aspiradora empezaba a oler a quemado, y en cuestión de segundos, la combustión se hizo tangible y no hubo más que mitigar el incendio con una manta, algo de agua y echar la aspiradora a la basura. Y no sólo eso... Hace ya tiempo que Marjorie no consigue algún empleo, y se la pasa prácticamente todo el día en el sillón o en su cama, mirando la televisión, el youtube o alguna plataforma de streaming. Para su suerte no engorda abdominalmente, pero sí está comenzando a ser cada vez más notoria la esteatopigia. Es algo que a Shajarov le ha estado provocando una hepatomegalia crónica, no literal.

—Marjorie, Amor...
—¿Sí?
—Voy a salir. Debo comprar unas cosillas que hicieron falta.
—Haz lo que quieras. —dio el avión Marjorie.
—¡Ah, vamos! ¡No seas así!
—¿Ser cómo?
—¡Mírate! ¡No haces nada productivo! ¡Llevas casi un año sin empleo! Deberías salir a buscar chamba.
—[...]
—Cariño, me vas a llevar a la crisis. ¡Cada día me queda menos plata!
—[...]
—¡Dirígeme la palabra aunque sea!
—No te estoy ignorando. Sé que llevo tiempo así pero, dame algo de chance... No he tenido un buen año.
—Sé que el distanciamiento familiar es difícil, pero... Realmente necesito que me apoyes.
—[...]
—¡Carajo!

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