La gráfica con los datos arrojados por el ИНЦЭ (INCE, Instituto Nacional de Ciencias Económicas) mostraban un desplome casi vertical del valor de las muy variadas empresas y franquicias del estado en números totales, cosa que provocó una inesperada mella en las percepciones totales de OGT, OPENDEJ, y Comutep, así como los muchos otros organismos paralelamente ajenos a los administrados por Abiatti. Casualidad o no, el repunte de valores totales de CDC se exponenció, de modo que se ha convertido en el organismo más valioso de la ciudad.
Al día siguiente del inédito desfallecimiento triple, a Abiatti se le encontraba altamente desesperado, esto ante la posible bancarrota en el próximo corte, y, según Gramyov, dispone de sólo 3 opciones viables pero muy drásticas.
1. Cesar operaciones, y, por lo tanto, absorber OPENDEJ, su organismo menos valioso, y anexar a sus trabajadores a OGT e indemnizar a quienes no quieran entrar o incumplan con los requerimientos solicitados. Vender sus acciones o en su defecto, cambiar la administración mediante una venta de franquicias o renovación en el padrón del fisco con cambio de razón social.
2. Recortar presupuestos, personal y reducir nóminas, retirar bonos y otras ayudas temporalmente en lo que la situación se aligera o desaparece.
3. Vender la totalidad de sus organismos al sector privado, a algún monopolio (ilegal y arriesgado) o cerrar operaciones en las 3 grandes empresas hasta nuevo aviso.
La situación está de no creerse y todo ha sido dejado en manos de Pyotr Gramyov, quien, asincerado con el señor Pourway, está vuelto loco y no puede pensar con suma claridad.
Gáranikh Tsháhirzkat, Alan Tarim, Mátvedi Agshaganov y una docena de ejecutivos, se encontraron haciendo un festejo en un restaurante muy fino —por ende, carísimo—. Tarim estaba contento pero aún tenía un dardo clavado en el miocardio. No olvida lo dicho por Gáranikh, incluso cuando este ya le pidió disculpas. Hasta eso que le ha ido bien con su rehabilitación y no está de más aclarar que probablemente se recupere tiempo antes de lo planeado. Su silla de ruedas eléctrica le favorecía su moción y pudo continuar trabajando sin mucho estorbo y otros contratiempos. A pesar de lo bien que va todo, no puede evitar darse cuenta de lo complaciente que es su jefe con Mátvedi y tiene en mente el constante recuerdo de que nunca fue tratado con tanta amabilidad, respeto e incluso admiración por parte del gran Tsháhirzkat. Celoso no está, pero lo define mucho como una mezcla de esa sensación de inconformidad con la de injusticia.
Por su parte, Mátvedi no se siente muy a gusto con lo que acaba de suceder con las demás empresas, administradas o no por Pourway, pues él sabe bien que no estaba en sus planes avanzar tanto y dejar morir a otros a consecuencia de la acción suscitada. Aún así le tranquiliza saber que todo lo perpetrado fue en absoluto legal y no oportunista.
Ahora tenemos a Nara y a Noé, sentados en el sofá, dentro de la casa del señor Barba. Miraban las primeras temporadas de Pokémon, muy próximos el uno del otro. Nara se dio cuenta del tipo de hombre que es él, así que decidió no acelerar las cosas. Hasta ahora no ha habido nada más que sujeciones de manos y uno que otro abrazo. La diferencia de experiencia de uno es abismal comparada con la del otro.
Terminada la serie, Nara tomó el control e inició una búsqueda de algún otro programa que fuese de interés bilateral, hasta que llegaron al canal 77, donde estaban dando la noticia del inédito desplome en las acciones de hasta 25 empresas locales, nacionales e internacionales, entre ellas, las 3 franquicias de Abiatti y la franquicia de Yeret, Yeret Snack Bar. Noé de inmediato llamó a Abiatti para saber si estaba bien.
—¡Esto es un puto desmadre!
—Ya veo, hermano. ¿Qué piensas hacer?
—¡No lo sé! Ando viendo qué, apoyado en mi vocero pero, ¡Mierda! a él también se le acabaron las ideas...
—Oh, cielos. [...]
—¡Puta madre! Lámarikh y Asociados anunció su cierre de operaciones definitivo.
—¿Quienes son esos?
—Ni idea, pero es triste ver que se hayan vistos en la necesidad de desaparecer.
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Zwölfmex
Humor¿Te gustan los finales non sequitur? A nosotros tampoco. Prepárate para las divertidas, algo extrañas y a veces románticas aventuras de un cuarentón soltero al llegar, con sus primos y su hermana, a la capital de un país hasta ahora desconocido. Pas...