T2C11: La Puerta

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          Slenderkiri y Qbo se encontraban caminando por el pasillo oriente del piso 1, se les unió Tony y Zine, otro de sus panas. Charlaban, se empujaban los unos a los otros. Al irse estorbando, en un incidental choque de hombros, Qbo tropezó, pero detuvo su caída con la pared del pasillo. La fuerza fue tal que, sin quererlo, terminó atravesando ese muro. Todos se quedaron atónitos.

—¡Ja! ¡La infraestructura del club vale pa' pura madre! —dijo Qbo en tono de burla, mientras quitaba escombro de la manga de su remera.

Esto lo vio Fréddem a lo lejos y se preguntó si a Hannibal realmente le convendría mudarse al complejo, no obstante, ellos ya estaban por completar todo lo relativo a la mudanza, así que sólo se giró y dijo "¡En Fin!".

Abiatti logró percatarse de lo sucedido, por lo que llamó a uno de los contratistas expertos afiliados al club. Al poco rato ya estaban ambos en el sitio del insólito percance.

—No me explico, señor Abiatti. El muro del pasillo está aún en buen estado. No hay termes ni polilla porque no hay madera. No hay escolopendras ni Centruroides porque no hay ladrillo poroso.
—¿No será que tal vez olvidaron colocar concreto entre estos bloques?
—Imposible. La construcción de este complejo fue supervisada e inspeccionada al 100 por ciento. Debemos hacer una revisión más profunda.
—Gracias, señor Windstek.
—No es nada...
—[...]
—Esto no se financiará sólo. —dijo el contratista, haciendo la seña del dinero.
—Ya sé.

          Shathérynai y Lili paseaban por la calle. La pequeña perrita olfateaba cada rincón de la acera, y en eso pasó Amerkeyev, en sentido contrario, quien sólo le sacó la vuelta. Amer, al estar yendo a sus citas psiquiátricas con Žepherinyo y retomar el punto sobre el perdón, decidió retroceder y disculparse.

—Fue grosero de mi parte, Shathy. Prometo no hacerlo de nuevo.

Shathérynai no supo qué decir, por lo que siguió su paso, muy extrañada. Aún con eso, Amer, a tan sólo dos metros, volvió a hablarle.

—No te preocupes si no tienes nada que decir. Lo entiendo. [...] Por cierto, linda perrita.

Shathérynai sólo siguió con su evidente extrañeza. Volteó hacia el frente y, entre supervisar a Lili y beber agua, se detuvo a pensar.

—Mi pequeñita es tan linda y amigable que literalmente hasta los que me querían ver muerta terminan hablándome y hasta haciéndole cumplidos. Es... Interesante.

          De una manera poco sensata, apresurada y hasta prepotente, Abiatti exigió una junta fugaz con el fin de reunir a un equipo de expertos minuciosamente seleccionados, para estudiar tan sólo la pared de los pasillos del piso 1 sin tomar en cuenta el resto de pisos y otras zonas del enorme complejo. Tras analizar detalladamente, se dieron cuenta de algo inusual. A la cabeza de la investigación se encontraba Kitvéryanykh Krrga, ingeniera civil y ex-sub-supervisora de la construcción de los pisos 1, 2, 3 y 4 del edificio Tarwenüng. En seguida encontró a Abiatti para informarle cada hallazgo encontrado.

—Señor Pourway, entramos a la habitación, con el debido permiso, a la cuál se suponía, debía tener alguna marca por la demolición accidental del muro, pero al no haber si siquiera una mínima cuarteadura o hendidura, decidimos adentrarnos en el agujero.
—Vaya.
—Concluimos en que muy probablemente se trate de un pasadizo secreto y ya hay gente dentro para definir si se trata de un espacio sellado o si hablamos de un túnel con un rumbo definido.
—No hay prisa por los resultados. Está bien si demoran los días que deban.
—Perfecto.
—Gracias, ingeniera Krrga.
—¿Ya le comentaron que esto no se financiará sólo?
—Hmmm... —expresó Abiatti en tono descendente y con cara de hartazgo. —Todo sea por no ahuyentar a Hannibal.

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