T2C18: La Visita

1 1 0
                                    

Es Junio del 2040, se acerca el cumpleaños de Abiatti, pero, a diferencia de otros años, hoy por hoy, no se podrá realizar festejo alguno. Los trabajadores de OPENDEJ han estado presionando a los directivos y al mismo Pourway, haciendo huelgas de hambre y otras manifestaciones menores pero igual de importantes. Incluso se habla de un posible boycott (otro para Abiatti pero con mayor peso) que podría afectar directamente al peliverde en sus relaciones diplomáticas, reputacionales y hasta personales. Lo peor de todo es que los trabajadores de OGT también empezaban a resentir los recortes, por lo que ya no tardan también en armar un escándalo de proporciones mayores a las imaginadas.

Alan Tarim, amenazado de muerte por el tirano Tsháhirzkat, está siendo obligado a trabajar para él. Su sueldo ahora es increíble, ganando 5 shepsas a la semana, pero ¿a qué costo? Ni siquiera tiene chance de desistir, pues está siendo vigilado remotamente por el mismo tipo que manejó el Rolls Royce que lo llevó al búnker. Cualquier acto de rebeldía será castigada con una muy desagradable y peligrosa inyección de materia fecal en su cavidad peritoneal. ¡Qué leso! A Tsháhirzkat lo ves todo normalillo pero en realidad es un ser perverso e inescrupuloso.

Gáranikh huyó en su jet privado con destino a Mayotte, disfrutando las delicias de vivir rodeado del océano Índico. Su esposa está con él, con un inocultable rostro de desañoranza, viviendo molesta con su marido, pero no... con su fortuna. La entendemos, mucho. Tarim, por su parte, está encargándose de todas las dirigencias, firmas, absolutamente todo lo que hace Tsháhirzkat, y hasta más, siendo ésta la razón por la que ni siquiera disfruta de la gran feria que se acumula en sus cuentas bancarias.

Tarim, con una cantidad prácticamente fentométrica de esperanza, hizo un pequeño hueco para llevar el pendrive mojado de Mátvedi a un experto en reparación de electrónicos, en este caso fue al puesto de un ex-trabajador de Hewlett Packard, Mímbrizkai Obturanz.

—Y... ¿Tiene arreglo?
—Es una pendrive extremadamente vieja, me sorprende mucho saber que aún servía.
—¿Vieja?
—¡Sí! Es del 2004.
—¡Pócatelas!
—Veré qué puedo hacer.
—Sería grandioso que sí se pueda hacer algo. Hay un documento allí que llevaría a la cárcel a un completo hijo de su pinche puta perra bomba verga, sifilítica, escrofulosa, leprosa, espermófaga y recontra-pudenda madre.

Mím estaba extrañado, y a nada de reírse por los improperios lanzados por el enano. Se llevó el pendrive y lo desarmó. Para su mala fortuna, mucho del interior estaba oxidado.

—¿Hace cuánto pasó esto?
—5 meses.
—Debiste traerlo cuánto antes.
—No me diga.
—¡Cheque! Está más oxidado que un nonagenario artrítico buscando pareja para bailar danzón.
—Ay wey.
—Si te soy honesto, pequeñín, no creo que esto tenga reparación. Investigaré si sí, sólo dame el resto del día.
—¿No te vendrá mejor una semana?
—Sí, pero me conozco. Empezaré a procrastinarlo y lo dejaré para el día en que hayas quedado de venir.
—Entonces nos vemos en la noche.

Después de esto, Alan salió de regreso a su morada. En el camino, le envió un mensaje de texto a Mátvedi.

"Alguien posiblemente me arregle tu USB. Tengo mucho sin saber de ti. Ojalá logres ver esto".

Así es, tal parece que el pobre de Alan no sabe aún lo que pasó con Agshaganov. Le parece extraño, pues no ha tenido tiempo de visitarlo por el gran sacrificio que representa ser el esclavo de su jefe, y hay veces que, por lo menos, se encuentran a la salida de CDC. Hoy eso ya no pasa, por lo que consideró pasar a visitarlo personalmente.

Lyérizhkai Kjwerba, el floor manager del set donde Xu Wang y Feng Li trabajan, es una persona muy ocupada, y esta vez no era la excepción. Al dejar la casa sola por alrededor de 3 días, la oportunidad de Ánnika, su hija, para enseñarle a Xu Wang algo de lo que sabe, es imperdible.

ZwölfmexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora