T1C20: El ambiguo significado de "Amar".

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8 de la mañana, un amanecer lluvioso acababa de disiparse en la zona metropolitana de Cawerpearlt. Amerkeyev, despertó, ojos saltones, mirada como de alguien a quien se le apareció Chester Cheetos en Kidzania¹. Rápida y súbitamente, tras el pitido de su reloj despertador -el cuál parece ser ya muy antiguo- tomó aliento, se dirigió al lavamanos para echarse agua fría en el rostro. Volvió al cuarto y se recostó pensante. Al darse la vuelta sobre su cama, se dio cuenta que Lindsay no estaba a su lado. "Tal vez podría estar haciendo el desayuno", pensó. Sin embargo, al querer ir a la cocina para sorprenderla con un abrazo por detrás, no había nadie de nuevo. No fue sino hasta que caminó a la sala, cuando finalmente la encontró.

-Amorcito... ¿Qué hacías mimida aquí? Sé que puedo tener problemas de ronquera, pero recuerda que son los pólipos nasales que me sacarán pronto.
-No es eso, Amer.
-Entonces... ¿Qué... ?
-Podrías... Dejarme sola por un momento. Debo pensar muchas cosas.
-Claro que sí, mi amor.
-¡No uses esas palabras lindas justo ahora, no me dejan pensar claramente!
-Está bien...

Amerkeyev yacía confundido por el actuar de su amada cónyuge, cuya mirada parecía perdida y su tono de voz muy lúgubre. Al caminar hacia donde daba el cuarto de huéspedes, donde duerme temporalmente Tdrathládilayev, notó que estaba despierto, de nuevo con la mirada larga y pesada, ojeroso y con varios pañuelos desechables usados a su alrededor.

-¿Hermano? -miró Amer todo a su alrededor- ¿Qué pasa?
-No me siento bien, Amer.
-¿Quieres que te lleve al médico?
-No estoy padeciendo, Amer. En ese caso ya me hubiese ido por mi cuenta.
-¿Entonces? Oh, espera, ya lo sé. Sé que no puedes olvidar a Shathérynai, pero esa piruja no te merece...
-No es eso, Amer... Bueno, en parte sí, pero cada día duele menos.
-Eso es Depresión crónica, Amerkeyev, ¡Vamos al pinche doctor!
-Lo puedo necesitar después. Lo que pasa es que... Temo mucho por ti.
-¿Qué? ¿De qué hablas?
-No puedo hacer mucho por ti, hermano, justo cuando ya lo has hecho todo por mi.
-¿Te llegó un narcomensaje? Ya nadie se traga esos cuentos. A parte estamos en Nosé, esas cosas no existen aquí.
-No es eso ni de lejos... ¿Realmente quieres saber qué pasa?
-¡Coño, claro que sí!
-Hmmmm...
-¿Es algo... Grave?
-Es algo terrible, Amerkeyev.
-¿Podría saberlo ya?
-Primero hay qué desayunar y luego salimos a la plaza, no quiero arruinarte el día desde temprano.
-Está bien. Vaya, entonces sí se trata de un asunto delicado.
-Sí, bueno. Alístate.
-Claro.

En lo que los hermanos Uchánsk se preparan un desayuno digno, Abiatti estaba en su casa, planeando la próxima salida con Marysixx. Para esto pidió a sus hijos que elaborasen una lista de los lugares más oscuros y sombríos en los cuales ambos pudieran pasar un momento fantástico en un ambiente infestado de negrura, es por eso que se decidió y fue a visitarlos para saber sus sugerencias posibles. Abiatti ingresó a su depa y de manera abrupta les preguntó:

-¡A ver, hijos de Lyn May!² ¿Ya encontraron buenos lugares en la web? -preguntó Abiatti, entre serio y apresurado.

Los chicos estaban tranquilos, con sus equipos electrónicos haciendo lo que sea que hayan estado haciendo. La rotundez con que Abiatti les sorprendió fue tal que de nuevo empezaron a hacer búsquedas en la red pues, al parecer, no habían estado buscando nada en realidad. Una vez hecha la búsqueda, los hermanos comentaron sus resultados.

-Pues, hay un pequeño restaurante de cortes finos justo debajo de la Iglesia Aposentista "LaVey", la que queda cerca del teatro Izhtakalov -mencionó Feng Li.
-Eso puede funcionar, pero este otro lugar puede ser mejor -determinó Xu Wang- Yo encontré un parque que se usa solamente para cultos satánicos, wiccanos y de cualquier otro tipo de magia oscura y religión hostil.
-Pero, Xu Wang, nosotros queremos dar un paso... muuuuuuy largo -dijo Abiatti mientas suspiraba y se ruborizaba, comenzó a echarse aire con un folleto de Agua Pureza Aga³.
-Bueno, pá, en ese caso... ¡Llévese una tienda de acampar! Y hagan sus cochinadas como en "Co-Ed"⁴.
-¡Hey, No estaría mal!
-Mira papá -alzó la mano Feng Li, mientras que con la otra sostenía su Tableta- El Hotel Amarov tiene vacantes para personas con problemas de automutilación y pensamientos que puedan llevar al suicidio, el vacante es "Conejillo de indias para sacrificios".
-Que bueno que son legales, la ley los protege, aunque...
-Sí, el apartado 3 del inciso b del artículo 222 del libro Terracota⁵ establece que una de las alternativas de eutanasia es ser usado para fines rituales -interrumpió Xu Wang a Abiatti quien, junto con Feng Li, quedaron estupefactos.
-Tú... ¿Cómo chingados sabes eso, Xu Wang? -cuestionó Feng Li atónita.
-No lo sé, hermana, creo que dejé encendida la tele en el Canal Judicial noséano y aprendí mucho mientras dormía.
-Bueno, hijos, sus opciones son, a final de cuentas, muy buenas, pero creo que la llevaré a otro lugar.
-¿Qué sitio, padre? Si quiere coger en un lugar oscuro y tenebroso, vaya a la puerta que da al misterioso sótano del piso 22. Dicen que si no "cochufas" allí, se te aparecerá un jardinero que te pedirá una manguera prestada, y si se la niegas te cortará la tuya.
-¿También dejaste la tele prendida en "Extranormal"⁶, Xu Wang?
-No, lo acabo de inventar.
-En fin, chicos. La llevaré al restaurante "Intusucepción".
-¿El de 5 estrellas? -Recordó Feng Li mientras se sobaba el codo.
-No sólo eso, hija, tiene cuartos y está decorado de cosas macabras.
-¿O sea que nos quemamos las pestañas para buscarte un buen lugar cuando ya sabías a dónde ir? ¿Por qué chingados nos haces investigar? -Reclamó Xu Wang.
-De algo les servirá en un futuro próximo, hijo.
-¡Mah! Puras mentiras. No nos gustan las personas goth, con problemas de autoestima y pensamientos autolesivos... Pero es cierto lo de la puerta del piso 22.
-¿No que lo habías inventado?
-Allá ustedes si me creen o no.
-Deberías dejarle en el canal de Educación Primaria entonces.
-¡No me llevo así, señor Pourway!
-Bueno, basta. Nos vemos, hijos.
-¡Adiós, papá! -se despidió Feng Li.
-¡Adiós! ¡Ojalá el ente de la puerta del sótano del piso 22 te jale las patas en la noche!
-Oye, pá. Espera. ¿A dónde vas tan apresurado? -dudó Feng Li.
-¡A la audiencia de Nara, hija!
-¿Quién es tu abogado, don escéptico? -Preguntó Xu Wang.
-El Sr. Ponce, ¡Adiós! -dijo Abiatti y, accidentalmente, azotó la puerta con violencia.

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