T1C19: Abimaela.

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          Una vez de vuelta en Zwölfmex, Abiatti comenzaba a sentirse raro, en lo que a su comodidad personal respecta. Pasaban los días y el sentimiento era mayor. Para esto ya había pasado una semana, cuando, conversando íntimamente con Noé y Vanya, llegó a la conclusión de que:

—Creo que me gustó mucho travestirme...
—¡Mira el lado bueno, Abiatti! A tu hermana le está yendo muy bien con tu yo femenino. —consoló Noé.
—Sí, creo que le comentaré que deseo grabar más comerciales para la cadena vestido de una linda chica.
—Fuiste un éxito, y lo volverás a ser. —celebró Noé.
—¡Gracias, chicos! Sabía que podía contar con ustedes.
—¿No es contagioso, verdad? —Cuestionó Vanya.
—¡Qué dices, Vanya! Si no se trata de un virus. —corrigió Abiatti.
—Bueno, lo digo porque... Me recuerda la obra de teatro de la secundaria. —mencionó Vanya.
—¡En la que saliste como "Mary Tiffany"! ¡Hiciste un gran personaje! Tu forma de adentrarte en el papel era excepcional. No entiendo porqué no te gustaba actuar. —halagó Abiatti a Vanya.
—Sí, me gustaba, más no era mi meta ser actor. Es que me sentí igual que tú cuando... Ya sabes... Me volví a vestir como el morro friki de secundaria que solía ser. Sentí la necesidad de volver a encarnar a una mujer.
—No tiene nada de malo, Vanya. —Dijo Abiatti muy comprensivo.
—Confiaré nuevamente en ti... Aunque si no me hubieras prestado tu baño yo no estaría muerto —recriminó Vanya.
—¡Era eso o hacerte caca encima! —justificó Abiatti.
—Buen punto. Como sea, Abiatti... Ya me dieron ganas de... Travestirme de nuevo. No es un fetiche, es más como algo que me nace hacer por diversión.
—En mi caso es igual.
—¿Qué hay de ti, Noé?
—¡A mí ni me vean!

Abiatti y Vanya comenzaron a mirarlo de modo inquietante, queriendo motivar a Noé para que se vista como ellos lo hicieron alguna vez, y que harán de nuevo gracias a su insólita manera de divertirse.

—¡Dejen de mirarme así, enfermos! —Dijo Noé preocupado mientras sostenía un bote spray lleno de agua en posición defensiva.
—¿Asumes que está mal transformarse en mujer por diversión? —Dijo Vanya.
—¡No, no está mal, pero no me agrada la idea! —Noé definitivamente no estaba convencido.
—¿Sabes qué, Vanya? Hay que travestirnos hoy... Salgamos de compras. —ideó Abiatti.
—¡Excelente idea! —Exclamó Vanya.
—¿Me van a dejar aquí sólo? —cuestionó Noé.
—Es una salida de chicas, Noé.
—¡Está bien, váyanse!

Tras alejarse de Noé, y que este último tenga una inolvidable cara de confusión, Abiatti y Vanya se alistaron y salieron de Shopping. Como si se tratase de un tráiler de película, los travestis fueron presentados: Por un lado tenemos a "Abimaela", y por el otro, tenemos a "Marytiffany". Juntos forman una gran dupla de sexys bellezas con bulto. Abiatti no usó peluca, pero sí usó rellenos, un Bra copa B, un vestido tipo Marge Simpson pero de color carmín aterciopelado, con una chaqueta corta de color negro al crochet, un bolso pirata con la leyenda "Vouis Luitton", de piel de cocodrilo sintética, unas botas vaqueras de tacón y un par de brazaletes muy emperijoyados. Cabe destacar que se maquilló, se quitó la barba de chivo que lo caracteriza y quedó ¡DI-VI-NO! Vanya, por su parte, usó una peluca Rubia, con una diadema delgada de metal dorado con adornos de flores y hojas, así como unos lentes de sol grandes, asimismo, se maquilló, resaltando sus facciones femeninas. Usó una mascada azul para ocultar su manzana de Adán. Vistió una falda corta de mezclilla, una blusa de tirantes negra, rellenos dentro de su bra copa C, unos tacones altos, que, por cierto, sabe caminar bien con ellos, y claro... Tanto Abiatti como Vanya se depilaron las piernas.

          Mientras tanto, en la residencia Uchánsk... Todo parecía mejorar. Tdrathládilayev, a pesar de haber visto de nuevo a Shathérynai, con este largo paso de los días, ya se siente mayormente liberado, pues el hablar con ella fue una gran ayuda para su creciente recaída en la depresión. A parte, a diferencia de otras personas que deben mudarse con familiares o amigos por diversas circunstancias, Tdrathládilayev no estaba siendo un dolor de cabeza, ni mucho menos un estorbo para la familia.

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