Recuéstate, Alexander.

316 12 0
                                    

ASÍ QUE ESA ES LA HISTORIA COMPLETA DE NUESTRA CACERÍA a la Mano Carmesí —dijo Magnus, haciendo un dramático gesto con sutaza de té. El líquido sobrepasó el borde de la taza y salpicó la ilusión deTessa.

Los imponentes ojos grises de Tessa se iluminaron con su sonrisa. Siempre parecía tener una apariencia seria y aún así, sonreía a menudo. Magnus le sonrió de vuelta. Se había tomado un momento antes de que él y Alec estuvieran listos para irse, mientras los cazadores de sombras seguían ocupados con reportes oficiales sobre lo sucedido con la Mano Carmesí.

Magnus tenía su propio reporte que dar y era bueno volver a ver la cara de Tessa, incluso si solo era una proyección.

—Esa sí es una historia —recalcó Tessa.

—¿Le contarás al Laberinto Espiral? —preguntó Magnus.

—Les contaré algo —dijo Tessa—. Algo que no se parezca en lo absoluto a la historia que me acabas de contar. Pero ya sabes, la mayoría de las narraciones dependen de la interpretación.

—Eres la audiencia —dijo Magnus—. Te lo dejo en tus manos.

—¿Estás feliz? —preguntó Tessa.

—Sí, estoy feliz de ya no ser acusado falsamente de liderar un culto chiflado y obsesionado con la extinción global —dijo Magnus—. También estoy feliz de que una bruja lunática no esté enviando demonios a perseguirme por toda Europa. Es muy reconfortante.

—Estoy segura —dijo Tessa gentilmente—, ¿pero eres feliz?

Magnus la conocía desde hace muchísimo tiempo atrás. Y dejó caer sus defensas solo un poco, lo suficiente para responderle con un simple:

—Sí.

Tessa sonrió, sin una gota de duda o enfado.

—Me alegra.

Magnus fue quien titubeó.

—¿Puedo preguntarte algo? Amaste a un cazador de sombras.

—¿Crees que ya no lo amo?

—Cuando amaste a un cazador de sombras, ¿tuviste miedo?

—Siempre tuve miedo —dijo Tessa—. Es natural estar asustado al pensar que perderás la cosa más preciada del mundo. Pero no tengas tanto miedo, Magnus. Sé que los cazadores de sombras y los brujos son muy diferentes, y hay un gran precipicio entre sus mundos que puede ser difícil de cruzar. Pero como una persona una vez me dijo, al hombre indicado no le importará. Pueden construir algo increíblemente mejor de lo que cualquiera de ustedes dos pudieron haber construído por su cuenta.

Hubo un momento de silencio después de que dejó de hablar, mientras ambos pensaban en los años que ya habían visto pasar y los años que estaban por venir. La luz del sol seguía brillando a través de la ventana, afuera del cuarto de hotel de Magnus, pero no duraría para siempre.

—Pero al final, sí perdemos el amor. Ambos sabemos eso.

—No —dijo Tessa—. El amor te cambia. El amor cambia al mundo. Creo que no puedes perder ese amor, no importa cuánto tiempo vivas. Confía en el amor. Confía en él.

Magnus quería confiar, pero no podía olvidar a Asmodeus diciéndole que era una maldición puesta en el mundo. Recordaba haberle rogado a Shinyun con sus ojos que no le dijera a Alec quién era el padre de Magnus. No quería mentirle a Tessa. No sabía cómo prometerle que haría lo que ella le aconsejó.

—¿Y si lo pierdo por decirle la verdad?

—¿Y si lo pierdes por ocultarla?

Magnus negó con la cabeza.

Amor diferente (Malec) - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora