Azazel armó un templo con sus manos, manos de hombre trabajador, del color de la sangre, coronadas con uñas negras.
―Un recuerdo feliz ―dijo―. De cada uno de ustedes. Algo que me entretenga mientras esté atado como Prometeo a su roca.
―¿Un recuerdo? ―preguntó Isabelle, sorprendida―. ¿Quieres decir que se borrará de nuestras mentes? ¿Ya no seremos capaces de recordarlo?
Azazel la miró a través de las llamas.
―¿Qué eres, pequeña? ¿Una Nefilim? Sí, tomaré tu recuerdo y se convertirá en mío. Ya no sabrás que es algo que te haya pasado. Aunque, por favor eviten darme recuerdos de demonios que han asesinado bajo la luz de la luna. No es la clase de cosa de la que disfruto. No, quiero que estos recuerdos sean... personales. ―Sonrió, y sus dientes brillaron como un rastrillo de hierro.
―Soy viejo ―dijo Magnus―. Tengo muchos recuerdos. Renunciaré a uno, si es necesario. Pero no puedo hablar por el resto de ustedes. Ninguno debería ser forzado a renunciar a algo como esto.
―Yo lo haré ―dijo Isabelle inmediatamente―. Por Jace.
―También yo, por supuesto ―afirmó Alec, entonces fue el turno de Simon. De repente, pensó en Jace, cortando sus muñecas y dándole su sangre en el pequeño cuarto del barco de Valentine. Arriesgando su propia vida por la de Simon. Podría haber sido por el bien de Clary en su corazón, pero todavía era una deuda.
―Estoy dentro.
―Bien ―dijo Magnus―. Todos ustedes, intenten pensar en recuerdos felices. Deben ser genuinamente felices. Algo que les dé placer al recordar. ―Le disparó una ácida mirada al engreído demonio en el pentagrama.
―Estoy lista ―dijo Isabelle. Estaba de pie con los ojos cerrados, su espalda recta como preparada para el dolor. Magnus se movió hacia ella y puso los dedos en su frente, murmurando suavemente.
Alec observó a Magnus con su hermana, su boca tensa, después cerró los ojos. Simon cerró los suyos también, apresuradamente, e intentó invocar un recuerdo feliz, ¿algo que tuviera que ver con Clary? Pero mucho de sus recuerdos de ella estaban teñidos por su preocupación actual por su bienestar. ¿Algo de cuando eran muy jóvenes? Una imagen nadó hasta el frente de su mente, un caluroso día de verano en Coney Island, él en los hombros de su padre, Rebecca corriendo detrás de ellos, arrastrando un puñado de globos. Alzando la mirada hacia el cielo, tratando de encontrarle formas a las nubes, y el sonido de la risa de su madre. No, pensó, eso no. No quiero perder eso Hubo un frío toque en su frente. Abrió los ojos y vio a Magnus bajando su mano. Simon le parpadeó, su mente de repente en blanco.
―Pero no estaba pensando en nada ―protestó.
Los ojos de gato de Magnus estaban tristes.
―Sí, lo estabas.
Simon miró alrededor del cuarto, sintiéndose un poco mareado. Los otros se veían igual, como si estuvieran despertando de un sueño extraño; Isabelle captó su atención, el oscuro aleteo de sus pestañas, y se preguntó qué había pensado, a qué felicidad había renunciado.Un ruido sordo desde el centro del pentagrama alejó su mirada de Izzy. Azazel estaba de pie, tan cerca del borde del patrón como podía, un lento gruñido de hambre salía de su garganta. Magnus se giró y lo miró con una expresión de disgusto en el rostro. Su mano estaba cerrada en un puño, y algo parecía brillar entre sus dedos como si estuviera sosteniendo una piedra de luz mágica. Se volvió y la arrojó, rápido y de lado, hacia el centro del pentagrama. La visión de vampiro de Simon lo siguió. Era una gota de luz que se expandió mientras volaba, se expandió en un círculo sosteniendo múltiples imágenes. Simon vio un pedazo de azul marino, la esquina de un vestido de satín que se acampanaba mientras su portadora giraba, un destello del rostro de Magnus, un chico de ojos azules, y luego Azazel abrió los brazos y el círculo de imágenes se desvaneció en su cuerpo, como un trozo perdido de basura aspirado por el fuselaje de un avión.
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Amor diferente (Malec) - Completa
FanficEs una recopilación de las historias de la hermosa pareja Alexander Lightwood (nefilim) y Magnus Bane (brujo) de la saga Cazadores de Sombras de la autora Cassandra Clare todos los créditos y felicitaciones para la escritora por darnos a esta linda...