Pienso en mí mismo como en un irresponsable bisexual

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―¿Tenemos que seguir escuchando esta música lastimera? ―exigió Isabelle, con su bota golpeando contra el salpicadero de la camioneta de Jordan.

―Sucede que a mí me gusta esta música lastimera y puesto que yo estoy conduciendo, yotengo derecho a elegir ―contestó Magnus con altanería.

De verdad estaba conduciendo; Simon había estado sorprendido de que él supiera, aunque no estaba seguro del por qué. Magnus había estado vivo por siglos. Sin duda, había encontrado un momento para tomar un par de clases de manejo, aunque no pudo evitar preguntarse cuál era la fecha de nacimiento que figuraba en su licencia.Isabelle puso los ojos en blanco, probablemente porque no había espacio suficiente para hacer mucho más en la cabina de la camioneta, con los cuatro amontonados en el asiento. Simon, honestamente, no había esperado que viniera. No había esperado que los demás fueran a la granja con él, sólo Magnus, aunque Alec insistió en ir también, (para gran disgusto de Magnus, pues consideraba que el asunto era 'muy peligroso') y, luego, mientras Magnus encendía el motor de la camioneta, Isabelle había aparecido bajando las escaleras del edificio de apartamentos, había salido por lapuerta, jadeando y sin aliento y había anunciado―: Yo también voy.

Y eso fue todo. Nadie pudo moverla o disuadirla; no miró a Simon mientras insistíani les explicó por qué quería ir; pero lo hizo, y ahí estaba. Usaba jeans y una chaqueta de ante color violeta que debía de haber robado del armario de Magnus. Su cinturón de armas estaba colgado alrededor de sus delgadas caderas. Estaba apretujada contra Simon, cuya costado estaba aplastado contra la puerta del coche. Un mechón de su pelo volaba libre y le hacía cosquillas en la cara.

―¿Qué es, de todos modos? ―preguntó Alec, frunciendo el ceño hacia el reproductor de CD, que estaba reproduciendo la música, aunque sin CD. Magnus simplemente había tocado el sistema de sonido con un parpadeante dedo azul, y había empezado a sonar―. ¿Alguna banda de hadas?

Magnus no contestó, pero la música sonó más fuerte.

Por el espejo se fue ella de inmediato

Así como su negro cabello de ébano

Y el vestido por el que tanto había pagado.

Luego caminó por la calle,

Y un chico guapo se encontró por casualidad

Y sus doloridos pies delicados dolían por el amanecer

Pero todos los chicos eran gay.

Isabelle lanzó un bufido.

―Todos los chicos son gay. En esta camioneta, de cualquier manera. Bueno, no tú, Simon.

―Te diste cuenta ―dijo Simon.

―Pienso en mí mismo como en un irresponsable bisexual―aclaró Magnus.

―Por favor, nunca digas esas palabras delante de mis padres ―le pidió Alec―. Especialmente a mi padre.

―Pensé que tus padres estaban bien contigo, tú sabes, por salir del clóset ―dijo Simon, inclinándose a través de Isabelle para mirar a Alec, que estaba, como a menudo, con el ceño fruncido y sacándose el oscuro cabello de los ojos. Aparte del intercambio ocasional, Simon nunca había hablado mucho con Alex, pues no era una persona fácil de conocer. Sin embargo, reconoció Simon para sí mismo, el recientedistanciamiento con su propia madre le hizo sentir más curiosidad por la respuesta de Alec de lo que hubiera tenido de otra manera.

―Mi madre parece haberlo aceptado―contestó Alec―. Pero mi padre... no, no realmente. Una vez me preguntó qué me había vuelto gay.

Amor diferente (Malec) - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora