¿Tú eres el padre de Magnus?

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—Están  muertos  —dijo  Clary,  mirando  alrededor  de  la  habitación  con asombro los restos del ejército de Sebastian—. Están todos muertos.

Jonathan soltó una risa medio asfixiada.

Algo  bueno  hago  a  pesar  de  mi  propia naturaleza  —murmuró,  y  Clary reconoció  la  cita  de  la  clase  de  inglés.  Rey  Lear.  La  más  trágica  de  todas  las tragedias—. Eso es algo. Los Cazadores Oscuros se han ido.

Clary se inclinó sobre él, la urgencia en su voz.

—Jonathan —dijo—. Por favor. Cuéntanos cómo abrir la frontera. Cómo ir a casa. Debe haber alguna manera.

—No hay manera —susurró Jonathan—. Rompí la puerta de entrada. El camino a la Corte de la Luz está cerrado; todos los caminos lo están. Es...  es imposible. —Exhaló—. Lo siento.

Clary no dijo nada. Podía saborear sólo la amargura en su boca. Lo había arriesgado todo, había salvado al mundo, pero todos a los que amaba morirían. Por un momento su corazón se hinchó de odio.

—Bien  —dijo  Jonathan,  con  los  ojos  en  su  cara—.  Ódiame.  Alégrate cuando muera. La última cosa que quiero ahora es traerte más lástima.

Clary  miró  a  su  madre;  Jocelyn  estaba  quieta  y  en  posición  erguida,  sus lágrimas cayendo silenciosamente.

Clary aspiró profundamente. Recordó una plaza de París, frente a Sebastian  alrededor  de  una  pequeña  mesa,  le  había  dicho:  ¿Crees  que  puedas perdonarme? Quiero decir, ¿crees que el perdón es posible para alguien como yo? ¿Qué hubiera pasado si Valentine te hubiera criado conmigo? ¿Me hubieras amado?

—No te odio —dijo finalmente—. Odio a Sebastian. A ti no te conozco.

Los ojos de Jonathan se cerraron.

—Soñé  con  un  lugar  verde  una  vez  —susurró—.  Una  casa  solariega  y una  niña  con  el  pelo  rojo,  y  los  preparativos  para  una  boda.  Si  hay  otros mundos,  entonces  tal  vez  hay  uno  donde  yo  era  un  buen  hermano  y  un  buen hijo.

Tal  vez,  pensó  Clary,  y  anheló  ese  mundo  por  un  momento,  por  su madre,  y  por  sí  misma.  Era  consciente  de  Luke  de  pie  junto  a  la  tarima, observándolos, consciente de que había lágrimas en el rostro de Luke. Jace, los Lightwood y Magnus se encontraban también atrás, y Alec tenía su mano en la de Isabelle. A su alrededor yacían los cadáveres de los Cazadores Oscuros.

—No  pensé  que  podías  soñar  —dijo  Clary,  tomando  una  respiración profunda—. Valentine llenó tus venas con veneno, y entonces te crió para odiar, nunca tuviste una elección. Pero la espada ha quemado todo eso. Tal vez ésto es lo que realmente eres.

Él tomó una respiración entrecortada.

—Eso  sería  una  hermosa  mentira  para  creer  —dijo,  y,  aunque  pareciera increíble,  el  fantasma  de  una  sonrisa,  amarga  y  dulce,  pasó  por  su  rostro—.  El fuego  de  Gloriosa  ha  quemado  la  sangre  del  demonio.  Toda  mi  vida  se  ha quemado  en  mis  venas  y  ha  cortado  a  mi  corazón  como  cuchillas,  agobiando toda mi vida como plomo, y yo no lo sabía. Nunca supe la diferencia. Nunca me había  sentido  así...  tan  iluminado  —dijo  en  voz  baja,  y  luego  sonrió,  cerró  los ojos, y murió.

Clary  se  puso  lentamente  de  pie.  Miró  hacia  abajo.  Su  madre  estaba  de rodillas, sujetando el cuerpo de Jonathan tumbado en su regazo.

Amor diferente (Malec) - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora