LA TIERRA TEMBLÓ, EL AIRE VIBRÓ Y MAGNUS SINTIÓ QUE MIL agujas lo pinchaban por todos lados. Una fuerza se apoderó de su mente y la retorció, apretándola y amasándola en una forma completamente diferente. Gritó.
El dolor dejó el mundo en blanco. Cuando Magnus parpadeó para alejar el deslumbramiento, vio una pequeña habitación con techos de yeso y escuchó una voz familiar que lo llamaba.
—Magnus.
El dueño de esa voz estaba muerto.
Magnus se volvió lentamente y vio a Ragnor Fell, sentado del otro lado de una mesa de madera donde se encontraba el propio Magnus... un segundo Magnus. Un Magnus más joven, menos incapacitado por un dolor insoportable. Ambos sostenían grandes jarras de licor, desaliñados y ambos muy borrachos. El pelo blanco de Ragnor estaba enredado alrededor de sus cuernos, como nubes que habían sido atrapadas en una hélice. Y sus mejillas verdes estaban coloreadas de esmeralda oscura.
Se veía absurdo. Era bueno verlo de nuevo.
Magnus se dio cuenta de que estaba atrapado dentro de su propia memoria, obligado a presenciar.
Se acercó a Ragnor y Ragnor llevó una mano a la mesa. Magnus quería ser aquel que su amigo estaba buscando. La esperanza fue todo lo que se necesitó; sintió que su pasado y su presente se acercaban, uniéndose en un solo cuerpo. Magnus era una vez más el hombre que había sido, a punto de enfrentarse a las cosas que había hecho.
—Estoy preocupado por ti —dijo Ragnor suavemente.
Magnus agitó su taza estudiándola descuidadamente. La mayor parte del contenido se derramó sobre la mesa.
—Me estoy divirtiendo.
—¿De verdad? —preguntó Ragnor.
Los fantasmas de antiguos sufrimientos ardieron en él, vivos y feroces por un momento. Su primer amor, el que se había quedado, el que había muerto de vejez en sus brazos. Hubo demasiados intentos de encontrar el amor desde entonces. Ya había perdido demasiados amigos y aún era demasiado joven para saber cómo lidiar con la pérdida.
Y había otra cosa.
—Si no me estoy divirtiendo ahora —respondió Magnus—, solo tengo que esforzarme más.
—Desde que supiste quién era tu padre, no has sido el mismo.
—¡Por supuesto que no! —dijo Magnus—. Me ha inspirado para crear un culto en su honor. Un culto para hacer todas las cosas más ridículas que se me ocurran. O fracasará espectacularmente o será la mejor broma de la historia. No hay ningún punto negativo.
Esta no era la forma en que habían hablado, hacía cientos de años, pero los recuerdos se habían doblado y cambiado con el paso de los años y tanto él como Ragnor hablaban con las palabras y los modismos del presente. Las memorias eran algo gracioso.
—Estaba destinado a ser una broma —dijo Ragnor.
Magnus sacó su bolsa llena de dinero y la volcó. Cientos de piezas de plata se derramaron sobre la mesa. Todos los ladrones en la taberna se callaron.
Toda la vida de Magnus era una broma. Había pasado tanto tiempo tratando de demostrar que su padrastro estaba equivocado y ahora resultaba que su padre era un Príncipe del Infierno.
Levantó los brazos sobre su cabeza.
—¡Una ronda para todos!
La sala estalló de aplausos. Cuando Magnus se volvió hacia Ragnor, vio que incluso él se reía, sacudiendo la cabeza y bebiendo de una jarra nueva.
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Amor diferente (Malec) - Completa
Hayran KurguEs una recopilación de las historias de la hermosa pareja Alexander Lightwood (nefilim) y Magnus Bane (brujo) de la saga Cazadores de Sombras de la autora Cassandra Clare todos los créditos y felicitaciones para la escritora por darnos a esta linda...