MAGNUS TIRÓ DE LAS CORTINAS PARA ABRIRLAS Y SE ADENTRÓ al balcón de su cuarto de hotel.
—Ah, Venecia. No hay una ciudad en el mundo igual a ti.
Alec caminó hacia afuera y se apoyó sobre el barandal. Su mirada seguía a una góndola que se deslizaba sobre el canal para después desaparecer en una esquina.
—Apesta un poco.
—Es el ambiente.
—Bueno, el ambiente es muy maloliente —Alec rió un poco.
La única cosa buena de la noche en que el demonio atacó fue que, gracias a las docenas de glamours que habían hecho todos los involucrados y espectadores, los mundanos responsables del funcionamiento del tren no habían notado el lío ni el enorme agujero en uno de sus vagones de pasajeros. Llegaron a Venecia a las diez de la mañana, casi a tiempo.
Después de tomar un taxi acuático llegaron al hotel Belmond Cipriani, a unas cuantas cuadras lejos de la antigua sede de la Mano Carmesí.
Magnus se dirigió al interior de la suite e hizo un gesto hacia sus maletas. Estas se abrieron y comenzaron a desempacarse por sí solas. Sacos y camisas volaron hacia el closet que los esperaba, la ropa interior se dobló dentro de los cajones, los zapatos caminaron haciendo una fila ordenada a lado de la puerta y los objetos valiosos se encerraron dentro de la seguri-dad de una caja fuerte.
Magnus giró hacia Alec, el cual estaba observando el movimiento del sol a través del cielo nublado con el ceño ligeramente fruncido.
—Sé lo que estás pensando —dijo Magnus—. Desayuno.
—No tenemos tiempo —dijo Shinyun, entrando en la suite sin siquiera tocar a la puerta—. Debemos ir a la sede abandonada de una vez.
Ella, por supuesto, se había cambiado ya la ropa por una especie de traje de corte italiano que brillaba de manera iridiscente debido a los encantamientos y las protecciones.
Magnus le dirigió una mirada reprobatoria.
—No hemos trabajado juntos por tanto tiempo, Shinyun Jung, pero una cosa que ya debes ir aprendiendo acerca de mí es que tomo muy en serio mis comidas.
Shinyun miró a Alec, quien asintió.
—Podría, en cualquier momento, hacer un alto en nuestra misión para visitar un restaurante o bar en particular. Si yo hago eso, valdrá la pena para ti.
—Si es tan importante... —comenzó a decir Shinyun.
—Vamos a comer tres veces al día. El desayuno será una de esas tres veces, de hecho, el desayuno será primordial, debido a que es la comida más importante del día.
Shinyun miró a Alec.
—Muchas de las misiones para derrotar al mal han fallado debido a una baja de azúcar —dijo con voz inexpresiva.
—¡Si me escucharan cuando hablo! —exclamó Magnus. Alec le dio una sonrisa de disculpa a Shinyun, la cual ella no correspondió.
—Bien —dijo Shinyun —. ¿Entonces dónde comienza tu agenda de hoy?
La agenda de Magnus, por suerte, comenzaba en el Restaurante Oro del propio hotel, que se encontraba en la parte inferior. Se sentaron al aire libre sobre una cubierta, mirando una pequeña parada de botes que flotaban sobre la laguna. Alec engulló dos crepas y estaba considerando ordenar una tercera. Magnus disfrutó de un expresso, un platillo de huevo cuyo nombre era el que sonaba más extraño de todos los del menú, mientras veía el brillo turquesa del canal.
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Amor diferente (Malec) - Completa
FanfictionEs una recopilación de las historias de la hermosa pareja Alexander Lightwood (nefilim) y Magnus Bane (brujo) de la saga Cazadores de Sombras de la autora Cassandra Clare todos los créditos y felicitaciones para la escritora por darnos a esta linda...