Todos estamos esperando a morir o ser esclavizados

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-¿Dónde está Luke?

-En  Brocelind,  con  su  manada  –dijo  Amatis–.  ¿Va  todo  bien,  Clary? Pareces un poco...

-Con ojos enloquecidos –finalizó Simon por ella–. ¿Va todo bien?

Por un momento Clary no pudo pensar en una respuesta. "Simplemente aparecieron  ",  había  dicho  Amatis.  Lo  que  significaba  que  Simon  había  pasado la noche entera en casa de Isabelle. Le miro fijamente. No  parecía nada diferente.

-Estoy bien –dijo ella. Ahora no  era el momento de estar preocupándose por la vida amorosa de Simon–.  Necesito hablar con Isabelle.

-Pues habla –dijo Isabelle  atizando un objeto deforme en el fondo de la sartén, que era, temía  Clary, un crep–. Estoy escuchando.

-A solas –dijo Clary.

Isabelle frunció el ceño.

-¿No puede esperar? Casi he hecho...

-No  –dijo  Clary,  y  hubo  algo  en  su  tono  que  hizo  a  Simon,  al  menos, sentarse más recto–. No puede.

Simon se bajó deslizándose de la mesa.

-Muy  bien.  Os  daremos  algo  de  privacidad  –dijo  él.  Se   volvió  hacia Amatis–. Tal vez podrías enseñarme esas fotos de Luke de  bebé de las que estuviste hablando.

Amatis disparó una mirada de preocupación a Clary pero siguió a Simon fuera de la habitación.

-Supongo que podría...

Isabelle sacudió la cabeza cuando la puerta se cerró detrás de  ellos. Algo destelló   en   la   parte   de   atrás   de   su   cuello:    un   brillante   cuchillo delicadamente   fino   estaba   atravesado    por   la   lazada de   su   cabello, sosteniéndolo en su sitio. A pesar  del retablo de domesticidad, ella era aún una Cazadora de Sombras.

-Mira –dijo ella–, si esto es por Simon...

-No  es  por  Simon.  Es  por  Jace.  –Ella  empujó  la  nota  hacia  Isabelle–. Lee esto.

<<A   pesar  de  todo,  no  puedo  soportar  la  idea  de  que  este  anillo   se pierda  para  siempre,  no  más  de  lo  que  puedo  soportar  la   idea  de  dejarte para siempre. Y aunque no tengo elección respecto a  una, al menos puedo elegir respecto a la otra>>.

Con  un  suspiro  Isabelle  apagó  el  fuego,  tomó  la  nota  y  se   sentó  para leerla.  Clary  tomó  una  manzana  del  canasto  que  había   sobre  la  mesa  y  se sentó   mientras   Isabelle,   al  otro   lado   de   la   mesa,   escaneaba  la  nota silenciosamente.  Clary  peló  la   manzana  en  silencio –en  realidad  no  se podía  imaginar  comiendo   la  manzana,  o,  de  hecho,  comiendo  nada  en absoluto, nunca más.  Isabelle levantó la mirada de la nota, sus cejas enarcadas.

-Esto  parece  más  bien...  personal.  ¿Estás  segura  de  que  debería  estar leyéndolo?

"Probablemente  no".   Clary  apenas  podía  recordar  siquiera  las  palabras de la carta  ahora; en cualquier otra situación, nunca se la habría mostrado a  Isabelle, pero su pánico por Jace invalidaba cualquier otra  preocupación.

-Sólo léela hasta el final.

Isabelle regresó a la nota. Cuando terminó, puso el papel sobre la mesa.

-Pensé que podría hacer algo así.

-Ves  a  lo  que  me  refiero  –dijo  Clary,  sus  palabras   tropezando  unas contra  otras–,  pero  él  no  puede  haberse  ido   hace  mucho,  o  haber  llegado muy  lejos.  Tenemos  que  ir  tras  él   y...  –Ella  se  interrumpió,  su  cerebro finalmente procesando lo que  Isabelle le había dicho y alcanzando su boca–. ¿Qué quieres decir con  que pensabas que podría hacer algo así?

Amor diferente (Malec) - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora