No fue culpa tuya

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Magnus paseó nerviosamente hasta la ventana.

-No creo que lo comprendas.La primera vez que te vi, debías de tener unos dos años. Yo observaba por esta ventana dio un golpecito al cristal, liberando una lluvia de polvo y pedacitos de pintura-, y la vi a ella viniendo a toda prisa por la calle, sosteniendo algo envuelto en unamanta. Me sorprendí cuando se detuvo ante mi puerta. Parecía tan corriente, tan joven.

La luz de la luna pintó de plata su perfil aguileño.

-Desenvolvió la manta cuando atravesó mi puerta. Tú estabas dentro. Te depositó en el suelo y empezaste a deambularpor todas partes, cogiendo cosas, tirándole de la cola a mi gato; chillaste como una banshee cuando el gato te arañó, así que le pregunté a tu madre si tenías una parte de banshee. No se rió.

Hizo una pausa. En aquellos instantes todos le contemplaban conatención, incluso Alec.

-Me contó que era una cazadora de sombras. No valía la pena que mintiera sobre eso; las Marcas de la Alianza salen a la luz, incluso cuando se han desvanecido con el paso del tiempo, en forma de tenues cicatrices plateadas sobre lapiel. Titilaban cuando se movía. Se frotó el maquillaje de purpurina que le rodeaba los ojos-. Me dijo que había esperado que nacieras con un Ojo Interior ciego, a algunos cazadores de sombras hay que enseñarles a ver el Mundo de las Sombras. Pero te había pescado aquella tarde martirizando a una hadita atrapada en un seto. Sabía que podías ver. Así que me preguntó si era posible cegarte la Visión.Clary emitió un ruidito, una dolorida exhalación de aire, pero Magnus siguió adelante sin piedad.

-Le dije que inutilizar esa parte de tu mente podría dañarte, incluso volverte loca. Ella no lloró. No era la clase de mujer que llora con facilidad, tu madre. Me preguntó si había otro modo, y le dije que se te podía hacer olvidar aquellas partes del Mundo de las Sombras que podías ver, incluso mientras las veías. La única salvedad era que ella tendría que venir a verme cada dos años, que es cuando los resultados del hechizo empiezan a desvanecerse.

-¿Y lo hizo? inquirió ella.

Magnus asintió.

-Te he visto cada dosaños desde esa primera vez t e he observado crecer. Eres la única criatura que he visto crecer, ya sabes. En mi negocio uno no es generalmente tan bien recibido cerca de niños humanos.

-Así que reconociste a Clary cuando entró dijo Jace-. Debes de haberlo hecho.

-Claro que lo hice. Magnus sonó exasperado-. Y fue todo un sobresalto, también. Pero ¿qué habríais hecho vosotros? Ella no me conocía. Se suponía que no me conocía. Sólo el hecho de que estuviera aquí significaba que el hechizo había empezado a desvanecerse y de hecho, debíamos habernos visto hará aproximadamente un mes. Incluso pasé por tu casa cuando regresé de Tanzania, pero Jocelyn dijo que os habíais peleado y te habías ido de casa. Dijo que iría a verme cuando regresaras, pero se encogió de hombros elegantemente- jamás lo hizo.Un frío flujo de recuerdos le puso la carne de gallina a Clary. Recordaba estar de pie en el vestíbulo junto a Simon, esforzándose por recordar algo que danzaba justo en el límite de su visión. Me ha parecido ver el gato de Dorothea, pero sólo ha sido la luz.

Pero Dorothea no tenía un gato.-Tú estabas allí, ese día afirmó Clary-. Te vi salir del apartamento de Dorothea. Recuerdo tus

Magnus la miró como si fuera a ponerse a ronronear.

-Soy memorable, es cierto presumió; luego meneó la cabeza-. No deberías recordarme dijo-. Alcé un glamour tan fuerte como un muro en cuanto te vi. Deberías haberte dado de bruces contra él psíquicamente hablando.

"¿Si te das de bruces contra una pared psíquica, acabas con moratones psíquicos?", pensó ella.

-Si me quitas el hechizo dijo Clary-, ¿podré recordar todas las cosas que he olvidado? ¿Todos los recuerdos que me robaste?

-No te lo puedo quitar. Magnus parecía sentirse violento.

-¿Qué? Jace sonó furioso-. ¿Por qué no? La Clave te exige...

El brujo le miró con frialdad.

-No me gusta que me digan lo que debo hacer, pequeño cazador de sombras.Clary se dio cuenta de lo mucho que le disgustaba a Jace que se refirieran a él como pequeño, pero antes de que éste pudiera espetar una respuesta, Alec habló. Su voz era suave y meditabunda.

-¿No sabes cómo invertirlo? preguntó-. El hechizo, quiero decir.

Magnus suspiró.

-Deshacer un hechizo es mucho más difícil que crearlo en primer lugar. La complejidad de éste en particular, el cuidado que puse al entretejerlo, si cometiera aunque fuera el más mínimo error al desentrañarlo, su mente podría quedar dañada para siempre. Además añadió-, ya ha empezado a desvanecerse. Los efectos desaparecerán por sí solos con el tiempo.

Clary le miró con severidad.

-¿Recuperaré todos mis recuerdos entonces? ¿Lo que fuera que sacó de mi cabeza?

-No lo sé. Podrían regresar todos de golpe, o por etapas. O podrías no recordar nunca lo que has olvidado a lo largo de los años. Lo que tu madre me pidió que hiciera fue algo excepcional, en mi experiencia. No tengo ni idea de qué sucederá.

-Pero no quiero esperar. Clary entrelazó las manos con fuerza sobre el regazo, los dedos sujetos con tanta energía que las yemas se tornaron blancas-. Toda mi vida he sentido como si hubiera algo que estaba mal en mí. Que algo faltaba o no funcionaba bien. Ahora sé...

-Yo no te hice daño. La interrumpió Magnus, con los labios hacia atrás con enojo para mostrar unos dientes afilados y blancos-. Cualquier adolescente se siente así, se siente roto o fuera de lugar, diferente de algún modo, un miembro de la realeza nacido por equivocación en una familia de campesinos. La diferencia en tu caso es que es cierto. Tú si eres diferente. Quizá no mejor, pero diferente. Y no es ninguna broma ser diferente. ¿Quieres saber qué se siente cuando tus padres son unas buenas personas devotas y resulta que tú naces con la marca del diablo? Señaló sus ojos, con los dedos abiertos-. ¿Cuándo tu padre se estremece al verte y tu madre se cuelga en el granero, enloquecida por lo que ha hecho? Cuando tenía diez años, mi padre intentó ahogarme en el arroyo. Arremetí contra él con todo lo que tenía, le incineré allí mismo. Acudí a los hermanos silenciosos finalmente, en busca de refugio. Ellos me escondieron. Dicen que la compasión es algo amargo, pero es mejor que el odio. Cuando descubrí lo que era en realidad, un ser sólo humano a medias, me odié a mí mismo. Cualquier cosa es mejor que eso.

Hubo un silencio cuando Magnus dejó de hablar. Ante la sorpresa de Clary, fue Alec quien lo rompió.

-No fue culpa tuya - dijo-. No puedes evitar cómo naciste.

La expresión del brujo era dura.

-Lo he superado replicó-. Creo que comprendes lo que quiero decir. Ser diferente no es mejor, Clary. Tu madre intentaba protegerte. No se lo eches en cara.

Las manos de Clary relajaron la presión entre ellas.

-No me importa si soy diferente indicó-. Sólo quiero saber quién soy en realidad.

Magnus lanzó una imprecación, en una lengua que ella desconocía, pero que sonó a llamas chisporroteando.

-De acuerdo. Escucha. No puedo deshacer lo que he hecho, pero te puedo dar otra cosa. Un pedazo de lo que habría sido tuyo de haber sido criada como una auténtica hija de los nefilim.

-Cazadores de Sombras: Instrumentos Mortales: Ciudad de Hueso

Amor diferente (Malec) - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora