⚡Zeus Daugther⚡||BokunoHero||

⚡62⚡

Luke y Chiho estuvieron hablando por varias horas hasta que la joven fue llamada para cenar.
Con un gran "Ya voy!", la chica volvió a mirar al rubio preguntando si le gustaría quedarse a cenar, pero este simplemente negó, diciendo que debe ir a otra parte antes de ir al "campamento".

-Y bien? Aún no me diste una respuesta Chiho. ¿Viajarías conmigo? Nos divertiremos, te lo aseguro.

-Mmmh... -piensa un poco mientras observa el cielo nocturno que se va notando- Tendré que pensarlo, ahora tengo asuntos que atender, pero me gustaría ir.

-Bueno, tomate este tiempo de dos semanas y media, luego... -le da una tarjeta- Llama a ese número, contactaras conmigo y vendré a buscarte en el taxi de las tres ciegas esas -rie leve al igual que la chica- Ya extrañaba verte reír, pequeña -sonrie leve y le pellizca levemente la mejilla-

-Y yo recibir los chocolates robados de la despensa del campamento.

-¡Si eres interesada por la comida!!

Riendo los dos, se pusieron de pie para así poder acompañarlo hasta la salida del lugar, hablando sobre unas cosas que el joven "planea" para divertir a la semidiosa.
A Luke ya lo estaba esperando un auto negro con líneas rojas a los lados; nuevamente se dieron un abrazo fraternal y el chico se alejó de ella, despidiéndose con la mano por última vez antes de subirse al vehículo, cerrando la puerta.

El transporte se puso en marcha y Luke sonrió de lado, pues todo estaba saliendo a la perfección. Miró por la ventana una vez más y puso los ojos en blanco al sentir la presencia de alguien más en el auto.

-¿Que quiere, Sr. Hades?

-¿Como va el plan? Eso quiero saber.

-Va por buena ruta, solo deme camino libre para traer del tártaro a Cronos. Y usted tendrá lo que quiere. Ninguno de estos humanos que "contrató" va a lograr lo que yo estoy haciendo. Ella me tiene mucha estima, caerá en la trampa.

-¿Y si no cede? Tu alma será el reemplazo de ella. -se sirve una copa de champán y lo mueve un poco- y el camino libre que quieres ya está, tienes paso, pero solo llévate a Cronos, me costó esfuerzo pelear contra mi propia mascota que se negaba a dejar su maldito puesto. -se observa la gran mordida cicatrizada que tiene en el brazo- Cumple con el trato, y no me falles como estos humanos asquerosos. Apenas lo liberes, ya sabes como llamarme. Utilizala a ella. Si no obtienes el maldito vellocino de oro, tienes la segunda llave.

-No se preocupe, ya tenemos la ubicación de esa tela vieja. -mira hacia el Dios del inframundo- Fue puesta en su lugar apenas ella fue sanada por la Quimera que mandé para que la trajera conmigo, pero al parecer envié a la más débil de todas. No habrá otro error. Ahora, si no le importa..., largo de mi auto.

-Si no fuera que me traerás a Chiho, te mataría por tu falta de respeto hacia mi. -termina su trago y lanza la copa por la ventana- Haz un buen trabajo y tu recompensa será enorme.

Desapareciendo en una especie de arena  negra, Luke nuevamente quedó solo, mirando el lugar donde la deidad estuvo hace solo segundos. Miró nuevamente el horizonte por medio de la ventana, frunciendo un poco el ceño, su plan debe ir bien, y sus sentimientos de protección hacia la rubia no deben interferir, no ahora que todo está saliendo como quiere.

Un sacrificio por un bien propio.

La joven cenó y platico con sus compañeros quienes la interrogaban por sobre quien había sido ese chico que la vino a ver. Ella explicó que es prácticamente su primo el que vino a verla; algunos suspiran aliviados, otros seguían con los celos activados -Midoriya y Yaoyorozu-.
Pero ese laaargo y tortuoso interrogatorio terminó cuando su maestro encargado ingresó a la sala, llamando la atención de todos.
Su nombre fue dicho y la semidiosa rápidamente se puso de pie, acercándose a Aizawa en un estado de alerta constante, pues nunca se sabe cuando recibirá un regaño por parte de él.
Ese no fue el caso, más bien le extendió una carpeta color verte, haciendo que la joven se extrañará un poco.

-Allí está todo lo que tienes que saber sobre tu residencia. Te recibirá..., solo espera que no seas ruidosa y mucho menos escandalosa o irritante. -dice con voz aburrida- Como no tiene una gran agencia, su esposa te dará una habitación en su casa cuando no puedas volver aquí por el cansancio o por ser muy tarde. ¿Entendido?

-Entendido! -sonrie de oreja a oreja y abraza al mayor- se lo agradezco mucho, sensei! Estoy feliz de ser su alumna! Por favor siga cuidando de mí!

-Una cosa más... -le toma de la cabeza alejándola de él- La próxima vez que tengas visitas, hazme el favor de avisar. No cualquiera puede ingresar aquí. -le acaricia suavemente la cabeza- No hay castigo esta vez, pero la próxima, haré que limpies todo este lugar más la academia completa.

-S-Si señor... -dice nerviosa mientras abraza la carpeta-

Aizawa se retiró y felizmente ella fue a su habitación, deseándoles unas muy buenas noches a sus compañeros. Una vez en su preciado y pequeño aposento, se sentó en su cama abriendo la carpeta, comenzando a leer lo que tiene la carpeta. El día de mañana iría y los nervios estaban por salirsele de control, además de la emoción de recorrerle las venas, hacen que suelte un pequeño grito.

Feliz observo en su ventana y sonrió aún más, poniéndose de pie para acercarse a una pequeña plantera con una planta en ella.

-Mira Cerbero, la tía Demeter tenía razón. -sonrie alzando al perro de tres cabezas- Esta planta florece gracias a la emoción que siento en estos momentos -sonrie feliz y toca el capullo con la punta de su dedo, viendo como la flor por fin abre tus petalos- Las cosas mejorarán para nosotros, Cerbero, ya lo verás.

Con esa positivismo, la joven y el animal se acercaron a la cama para recostarse, poniendo su alarma en el móvil para las 5:30 a.m.

Si va a dar una buena impresión, debe salir bien temprano.