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Los héroes y policías observaron como poco a poco las cosas volvían a la normalidad, los rayos de sol se abren paso de entre las nubes. Las personas que fueron heridas se sanaron allí mismo, al igual que las personas que habían desaparecido con el poder de los dioses, empezaron a volver en el mismo lugar donde habían desaparecido.

La puerta principal del edificio se abrió y ambas chicas se hicieron presentes, dejándose ver ante los uniformados y superhéroes. Algunos se prepararon posicionándose para pelear si atacaba, pero Zeus se puso delante de su hija, mirando con seriedad a los mortales.

-Mas respeto caballeros, están ante una diosa. -mira fijamente a los héroes-

-¡Oigan! ¡Bájense de sus nubes un rato! Ya pasó todo! -Yumi llama la atención de muchos- Mi hija reparó todo! No jodan!.

Varias estelas de luz, una verde, una azul, una roja y una estela rosa llegaron, rodeando rápidamente a la joven diosa hasta que pronto, los dioses principales hacen acto de presencia. Hestia, Poseidón, Demeter y Hera se dejaron ver ante los humanos, quienes soltaron un jadeo de sorpresa o un "puta, si existen".

-Hija mía, felicidades~ -Zeus abre los brazos con una sonrisa en sus labios- ahora eres una diosa~ la diosa del rayo y de la invocación.

-Un nuevo trono ha aparecido en el Olimpo, con tu nombre grabado, esperando a que tomes tu lugar -Hestia sonríe con orgullo-

-Ahora podrás subir al Olimpo y dejar tu marca en la historia. -Demeter se seca las lágrimas de felicidad- me prometí no llorar, pero esto es demasiado para mí.

-Ay morena, ven para acá, te daré mi amor~.

-Me vuelves a tocar y te juro que te mato. -advierte la diosa de la cosecha-.

La risa de la joven se hizo presente y los dioses la observaron, al fin sentían que la tranquilidad estaba presente en la vida tan joven de la nueva diosa.
Momo, sonriendo levemente, retrocedió unos pasos atrás, acercándose a Yumi que la abraza por los hombros. Con los ojos un tanto cristalinos, la pelinegra observa con cariño a la chica, al parecer los dioses vinieron a por ella...

-Chiho. -dice el Dios principal- Tu valentía, tu perseverancia y muchas cualidades más te han llevado a despertar tu divinidad. Ahora, te haré una pregunta y espero me la contestes con toda sinceridad. -Chiho asiente y él extiende los brazos- ¿Quieres acompañar a tus tíos a subir al trono que te pertenece?.

En silencio, Chiho observo a su padre y luego miró a Momo con tranquilidad; su sonrisa suave apareció en sus labios, aún no es tiempo para ella tomar algo que aún no está en su derecho.

-Papá, si me lo permites... -mira a Zeus- Quisiera quedarme con mamá y seguir con mis estudios en la academia de héroes. Además... ahora tengo con quien seguir adelante también. -sonrie suavemente-

Zeus observó a Momo al igual que los otros dioses, aquella chica había hecho el milagro que nadie hubiese podido hacer, hacer que la flor del Olimpo florezca mucho pero mucho más, cubriendo con su belleza el mundo mortal donde vive.

En la academia, dos días después de lo ocurrido, la mayoría de los héroes que estuvieron presentes en la pelea, se encontraban en una especie de juzgado creado por Cementoss

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En la academia, dos días después de lo ocurrido, la mayoría de los héroes que estuvieron presentes en la pelea, se encontraban en una especie de juzgado creado por Cementoss.
Como juez, el pequeño ratón-oso observa a la diosa en la plataforma donde es vista por todos los profesionales, incluso el nuevo top 10 estaba allí.

Sentada bien recta en una silla, observa sin pánico alguno a los testigos y luego al juez adorable que tiene entre sus patitas un mazo de madera.

-Buenos días damas y caballeros, damos inicio al juicio de Chiho Takahiro. -alza sus patitas mientras que los héroes se ponen de pie- Tome asiento por favor.

Tomaron asiento y el juicio empezó, haciendo preguntas a la rubia y haciéndole  también una prueba si es confiable o no.
Nadie del público a parte de los testigos dice algo, pues ahora estaban en la idea de que entre ellos caminara una diosa, tal vez así podrán tener un paso más adelante contra los villanos.
Chiho respondió todo, admitiendo y contando la verdad sobre su inestabilidad pasada, haciéndoles entender que lo que ella había hecho no fue por su mano, sino por el de un demonio que solo buscaba la perfección en el mundo. Además, agregó de que esa súcubo no tuvo la culpa de su negativa, de su enojo, solo había sido ira y venganza que poco a poco se había ido acumulando en los años.
Pidieron hablar sobre su niñez, y aunque aquello le costó mucho, habló, contando todo lo que había pasado hasta el día en que el director Nezu, Aizawa y Ectoplasm la habían descubierto.
Muchos de ellos comenzaron a dudar sobre el alumno Monoma Neito ¿acaso realmente quería ser un héroe?.
El nombrado fue llamado y también juzgado; se notaba miedoso ante la presencia de la diosa allí, y razones no le faltaban, había sufrido un trauma por culpa de la súcubo. Él confesó todo lo que le hizo a Chiho, que la había perseguido siempre, insultandola, gritándole, golpeándole, tirándole piedras cuando podía y se reía de ella cuando estaba indefensa.
La joven no dijo nada, solo se mantuvo con los ojos cerrados, escuchando la voz quebrada del alumno, diciendo que lo hacía por celos y por miedo, se sentía superior cada vez que la lastimaba y aún más cuando ella no se defendía.
Los susurros de vergüenza se empezó a escuchar y Neito miró aquello con horror, ¿no le permitirán ser héroe? ¿No podrá cumplir su sueño de ser alguien súper?. Sus lágrimas comenzaron a asomarse por sus ojos y con vergüenza se tapó la cara, sintiéndose aun más humillado que en aquel edificio.

El mazo fue golpeado tres veces y los zapatos de tacón de Chiho hicieron eco en ese lugar. Vestida con su ropa celestial -a petición de los maestros a que se muestre como es realmente-, se acercó al muchacho que llora en silencio.
Con delicadeza, las manos de la diosa se apoyaron sobre las del muchacho, haciendo que este lentamente se destape la cara, alzando la mirada con miedo.

-Monoma... deja de llorar. -sonrie levemente- un héroe no llora, sonríe y se hace más fuerte ante las adversidades que le complica. Sí, me hiciste mucho daño antes y hace poco, pero ahora tienes la oportunidad de reflexionar y ser una persona mejor. Se tu héroe, y ábrete camino con tu propio esfuerzo. -saca un pañuelo de su bolsillo y le limpia las lagrimas- Te perdono pero nunca seremos amigos, tal vez solo compañeros pero nunca conocidos.

Monoma se mantuvo mirándola fijamente y con delicadeza la tomó de las manos, cerrando los ojos y soltando fuertes sollozos de arrepentimiento. Ella tenía razón, compañeros tal vez pero nunca...

Amigos.

Amigos

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⚡Zeus Daugther⚡||BokunoHero||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora