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Llegaron al hospital y pidiendo ayuda, las enfermeras se acercaron rápidamente para ayudar a la rubia que tiene en brazos a su esposa.
Pusieron a Momo en una camilla y con rapidez la llevaron a la sala de cirugía, como la pelinegra no está consciente, le harán una cesárea para traer al bebé al mundo.

Las enfermeras se fueron y una de ellas le impidió el paso a la diosa, diciendo que espere. Oh si, claro que va a esperar, pero haría tiempo para que su hijo o hija y su esposa estén a salvo.

Salió afuera del edificio y con ayuda de su poder fue a la parte más alta del hospital, viendo a las criaturas olfatear el techo, esperando encontrar el punto exacto en donde se encuentra Momo.
Pero un silbido doble los hizo desconcentrar de su cometido, viendo a la rubia que aún tiene un delantal celeste de cocina y su pijama, una remera blanca y unos pantalones cómodos color negros.

-Buenas noches caballeros, ¿qué desean? ¿Morir o...morir?.

Las oscuras criaturas gritaron en forma de amenaza comenzando a correr en dirección a la rubia que genera una lanza hecho de un rayo sólido, haciéndolo girar para luego hacer un giro completo con su cuerpo, golpeando a esas bestias oscuras que quieren a sus hijos.
Con cada toque de su báculo, las criaturas desaparecían en un estallido negro dejando atrás un alarido de muerte. Aquellos débiles seres fueron eliminados por ella, aunque cuando terminó con el último, detrás suyo se hizo presente el alpha de esos extraños seres, teniendo la forma de un demonio oscuro, con brillantes ojos y unos imponentes cuernos además de su humanoide cuerpo.

-Sal de mi camino, débil Dios. -dice con superioridad- tengo a unos semidioses que consumir. Y tú, estorbas.

-Manos te van a faltar para hacerme mover de mi lugar. -hace girar su báculo y sonríe de lado- a ver si tu grandeza es capaz de vencerme.

Soltando un bufido de enojo, su mano negra se acercó rápidamente hacia la rubia, la cual se dejó caer hacia adelante, separando las piernas en posición tijera mientras que se sostiene de una de sus manos y con la otra sostiene con fuerza su lanza.
Su arma fue tomada firmemente y en un fuerte movimiento fue hacia adelante, yendo directamente a las piernas de la criatura, destruyendolas de una sola pasada.
El monstruo soltó un rugido de dolor y clavó sus garras en la superficie, elevando su cuerpo, haciendo un esfuerzo grande para regenerar sus piernas, pero antes de que pudiera hacerlo, su cabeza rodó por el techo unos cuantos centímetros de su cuerpo, viendo que la Diosa con su lanza punta filosa lo había degollado.

-Sabes, estoy muy emocionada por el nacimiento de mis hijos, así que no me vengan a arruinar mi felicidad. -sonrie con los ojos cerrados por breves segundos para luego abrirlos y dejar a la vista su mirada dorada brillando con intensidad- o se las verán conmigo.

Con el ser desapareciendo, su vista se enfocó hacia adelante, buscando alguna otra presencia que venga a querer interrumpir su alegría y preocupación.
Una mano se posó sobre su hombro y ella se giró con leve sorpresa, apuntando a quien sea que ha aparecido.

-Demonios Artemisa, no me asustes de esta manera. -suspira aliviada-

-Lo siento lo siento-sonrie- pero debes ir con tu señora~ espera a buenas noticias, ve, yo vigilo a que nada ni nadie venga a hacerles daño, si?, anda, ve ve.

-Te lo agradezco mucho Artemisa -sonrie aliviada y la abraza con fuerza antes de ir al borde del edificio- gracias!

Se lanzó del edificio y la diosa de la cacería observó delante suyo, analizando y buscando presas malignas que vienen. Con arco en mano, una flecha fue tensada y se posicionó observando como varios más se van acercando al lugar.

-Veamos qué tan duraderos son.

Chiho volvió a ingresar al hospital, fue a la sala de espera para saber alguna noticia o algo, pero cuando estaba por tomar asiento, un llanto inundó aquel silencioso pasillo, haciendo que sus ojos se llenen de lágrimas y sienta la presencia de su...

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Chiho volvió a ingresar al hospital, fue a la sala de espera para saber alguna noticia o algo, pero cuando estaba por tomar asiento, un llanto inundó aquel silencioso pasillo, haciendo que sus ojos se llenen de lágrimas y sienta la presencia de su primer o primera bebé.
Se puso de pie para ir hacia donde se encontraba aquel llanto y su esposa pero otro llanto más llegó, esta vez uno más fuerte.

Sus lágrimas comenzaron a salir una tras de otra y sonrió con felicidad, ahora es madre... su esposa lo es también.
Quiso gritar pero no pudo ya que no se le permite hacerlo pero no puede contenerse por mucho.

Quien iba a imaginar que aquella semidiosa que temía hacer daño a alguien, ahora siendo diosa ha tomado el título de madre, teniendo dos hijos que serán sus pilares para protegerlos junto a su madre. Como nadie salía, sacó su móvil y comenzó a marcar a su madre, suegra y amigos, anunciando el nacimiento. Por unos cuantos minutos estuvo muy ansiosa por verlos y la familia de su esposa y la suya llegaron con rapidez, ¿tienen nitro en el culo o que? Bah, no importa, lo que si importa es que ahora hay nuevos miembros en su tranquila familia, bueno, no tan tranquila.

Su madre y suegra se acercaron rápidamente para abrazarla y felicitarla mientras que su suegro simplemente la observó con odio a pesar de que ahora es abuelo.

Un tirón en su delantal la hizo bajar la mirada y allí notó a su hermana sonriendo.

-¿Soy tía ahora? -sonrie feliz-

-Si pequeña, eres tía ahora -se agacha y le acaricia la mejilla- Estoy segura que serás la tía más buena del mundo!

La enfermera se hizo presente y le anunciaron a la diosa que podía entrar a ver a sus hijos y esposa. Con entusiasmo se acercó a la puerta y observó una vez más a su familia para luego ingresar a la sala donde se encuentra su esposa y sus dos hijos, observando como a Momo la van acomodando y conectando a unas máquinas que monitorean su pulso.

Con curiosidad se acercó a la cuna donde están los pequeños y sonrió con felicidad al ver a dos bebés niños, ambos pelinegros pero con uno de ellos con un mechón rubio en la parte de su nuca, los dos tomados de las manitos como diciendo que no quieren separarse; mellizos, eso fue lo que vino a su mente y con cuidado alzó a ambos en sus brazos sonriendo aún más al ver como son tranquilos los dos, ¿qué nombre les dará?.

Miró a su esposa y se acercó con cuidado justo después de que las enfermeras se retiraron de allí. Se inclinó un poco y le dio un beso en la frente mientras acomoda a los pequeños a ambos lados de su madre.

-Buen trabajo mi amor~

Buen trabajo

⚡Zeus Daugther⚡||BokunoHero||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora