Al siguiente día, el entrenamiento fue el doble o el triple de duro que el día anterior.
La joven ahora debía no solo recargar y descargar el generador de emergencia, sino que ahora estaba mordiendo varios cables polarizados que están conectados a varias baterías de auto -al igual que Denki, pero en mayor número-, cargandolos y descargandolos una y otra vez, soportando las quemaduras que tiene en las manos y algunas partes de su cuerpo.
Debía mejorar, debe lograr a la perfección que su kosei ya no le provoque quemaduras. Estaba segura que si lo logra en ese campamento, su padre, su madre y su abuela estarán muy orgullosos de ella, al igual que los demás dioses.
Sintió una pequeña presencia a su lado y a tan solo unos metros de ella, Kota la observa fijamente, esperando a que haga algo que lo sorprenda, pues ya le daba curiosidad del porqué estaba mordiendo tantos cables rojos y negros.-¡NO VEO EL GENERADOR TRABAJAR! ¡ENTRENA, TAKAHIRO! -grita Aizawa desde su bolsa de dormir-
Rodando los ojos, soltó un bufido mientras se posiciona nuevamente con los brazos extendidos, generando sus rayos, cargando el generador y las baterías.
Cerró los ojos y suspiró un poco, estaba cansada, desde las cinco y media de la mañana que están allí sin siquiera haber probado bocado del desayuno, pues era un castigo por lo que hicieron la noche anterior. A parte, a Iida le había dado casi un infarto cuando la vio tropezarse con Mineta y el cuchillo salió volando, cayendo justo a un lado de los pies de Aizawa.
Aún recordaba la mirada que les había dado a ellos pero en especial a ella, además del aura roja de enojo, eso la había hecho sentir como un pequeño venado acorralado por su depredador regañador.Sacudió su cabeza y fijó su mirada hacia el frente, volviendo a hacer su entrenamiento.
Sintiendo la boca seca, termino de cargar los objetivos y dejó de morder los cables, jadeante además de hambrienta. Apenas soltando los cables, sintió una mano posarse sobre su hombro y rápidamente observó a la persona, encontrándose con Tiger, uno de los miembros de las Pussycats y encargado también de su entrenamiento.-Me permite ver sus manos? Aizawa ya me tiene al tanto de cual es el problema y que su regeneración es algo lenta cuando termina de utilizar su kosei. Así que quiero ver si posee las quemaduras.
Tragando duro, acercó sus manos temblorosas a las gigantescas manos del héroe felino.
Tiger tomó con delicadeza las pequeñitas manos de la rubia y las revisó, sorprendiendose por las pocas quemaduras que tenía.Ella avanza muy rápido.
Miró por sobre su hombro al enmarañado héroe y asintió, dándole a entender que la chica estaba yendo bastante bien.
Aizawa observó a su alumna y suspiró un poco, para luego ponerse de pie, caminando hacia la rubia, que con pánico comienza a mirar las baterías y generador, buscando alguna falla de uno de ellos.
¿Fundió alguno? ¿Debe pagar algo ya? ¿Quedara pobre? ¿Tendrá para su micro? ¿La van a mandar a casa?Todas esas preguntas fueron espantadas cuando sintió una mano de su profesor en su cabeza, zona que es acariciada con suavidad.
-Buen trabajo Takahiro, ve a comer algo, bebe agua y descansa, tus compañeros igual van a hacerlo también.
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⚡Zeus Daugther⚡||BokunoHero||
FanficCriada y entrenada en un bosque a las afueras de la ciudad de Musutafu, hija mestiza de uno de los tres principales dioses de la mitología Griega. Takahiro Chiho, una joven preciosa de cabellos dorados como el sol y ojos azules como el mar, guerrer...