Criada y entrenada en un bosque a las afueras de la ciudad de Musutafu, hija mestiza de uno de los tres principales dioses de la mitología Griega.
Takahiro Chiho, una joven preciosa de cabellos dorados como el sol y ojos azules como el mar, guerrer...
All Might quedo quieto en su lugar, observando a la alumna que se acerca a él con elegancia y seriedad en su mirada. Los rayos del kosei de la joven se hicieron presentes en sus manos, al igual que en todo su cuerpo, sus ojos se tornaron rojos brillantes y su cabello comenzó a elevarse un poco.
Pero estando a unos pasos del héroe, un caballo alado se hizo presente aterrizando frente al musculoso, alzando las patas en forma de advertencia a que no diera un paso más. Del caballo bajo Yumi, vestida de una extraña manera, que a Chiho extraño bastante. Yumi observa a su hija con pequeñas lágrimas en los ojos y se pone delante de All Might, como si lo protegiera.
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(Traje de Yumi Takahiro. Créditos a su respectivo creador/a)
-Madre! -sonrie la joven feliz la Chiho pelinegra- Mírame, tengo un nuevo estilo ahora~ si me deshago de él, el mudo que tanto odió mi presencia será limpiada -rie y extingue sus rayos, abriendo sus brazos- Ya no más limitaciones madre, ya no más insultos ni pedradas. Ya quedará atrás todo lo que me hicieron mamá-sonrie mas- Seremos libres madre... -mira a la mujer y extiende su mano hacia ella- ven mami, hagamos un mundo perfecto... -mira detalladamente la vestimenta de la mujer y ladea la cabeza- ¿y esa ropa?.
Yumi observó aterrada a su hija, pero ese miedo fue reemplazado por una furia hacia aquel líder de la maldad. Sus manos se hicieron en puño y dio un paso adelante.
-Recuerdas que te dije... que quería ser heroína? -la pelinegra observa a su madre fijamente- pues ahora seré una. Voy a proteger al héroe número uno y voy a salvar a mi hija, a mi verdadera hija, a la que le gusta la música ochentera, que le gusta leer, que se emociona con un obsequio simple como un dulce o un pastel. A la Chiho que conozco, voy a traer de vuelta. Quiero a mi hija de nuevo y si será por las malas, así será. No quiero que te conviertas en lo que juraste nunca ser.
-Ah... -la joven borra su sonrisa y su frialdad se hace presente- Así que tu también..., bien. ¿Quieren que sea la villana? Bueno. -agacha un poco la cabeza y sus ojos se tornan más rojos- Seré la villana...
La madre de la joven sintió su corazón oprimirse pero aquello no detuvo en su posición de pelea, mirando con tristeza a su hija.
-All Might. -dice la mujer, llamando la atención del héroe- Prométame...que pase lo que pase, si llego a morir, protegerá a mi hija y buscará la manera de volverla a la normalidad. No quiero..., no quiero que sea como su abuelo.
-S-Señora -el héroe da un paso hacia ella-
-Solo prométalo. -respira hondo y se inclina un poco hacia adelante, mirando a su hija- Y arranquele los testículos a ese hombre.
Madre e hija lanzaron un grito de batalla antes de encararse cara a cara, poniendo firmes sus puños para impactarlos en el rostro de cada una, aumentando su fuerza cada vez más. Pero la imagen de su hija sonreír de pequeña, pidiéndole que la alce en brazos es una trampa mortal para Yumi, ya que la desconcentra bastante, haciendo que no pueda detener o esquivar la patada que la lanzó a un lado.
