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La mañana del viaje llegó y los jóvenes ya se encontraban bien temprano a la espera del bus que los llevaría.
Sentada en una banca, la rubia tambaleaba su cabeza hacia adelante pero rápidamente lo endereza de vuelta, aún recordaba el escándalo que hizo su madre y abuela durante toda la noche, provocando que a su padre y a ella les dé un dolor de cabeza tremendo.
Menos mal no había contado sobre la propuesta que el villano le había dicho sobre estar en una familia que no la discriminaría.

A parte de que, luego de ese show de gritos y maldiciones por parte de su progenitora, se empezaron a organizar las cosas que llevaría al campamento.
Ropa, repelente, un pequeño kit de primeros auxilios, su peine, cepillo de dientes, jabón y demás cosas.

-Y recuerda Chiho cariño, si te olvidas de algo en ese lugar, conocerás el enojo de tu madre. -dice su abuela- Así que trata de no olvidarte de nada o te hará ir de vuelta caminando.

Su piel se erizó y abrazó su bolso como un peluche, no iba a olvidarse de nada, de eso estaba segura, se iba a encargar de cuidar bien su bolso. Suspiró un poco y se fijó en sus compañeros; en esta época es que iba al campamento mestizo pero este año no podría o bueno, iría en otra ocasión.
Aizawa comenzó a llamarlos para que suban al transporte que llegó.
Uno a uno fueron subiendo y acomodando sus maletas en los compartimientos arriba de los asientos. Tranquilamente la rubia se sentó en uno de los asientos del lado de la ventana, quería dormir tranquilamente pero no contaba que el cenizo se sentaría a su lado.
Pronto el transporte se llenó de barullo sobre jugar alguna cosa o poner música para durante el viaje. Su frustración no pudo ser más grande y se acomodó para dormir pero no encontraba comodidad, haciendo irritar al de a lado.
Bakugou tomó de la cabeza de la chica y la hizo acomodar en su regazo, sorprendiendo a la joven por la acción de su compañero y amigo.

-Me molesta que te muevas tanto. Acomódate y duérmete, rubia. -dice serio pero en su tono de voz hay una pizca de tranquilidad-

-Gracias, Katsuki-kun-sonrie suavemente, acomoda su cabeza en el regazo del contrario y cierra los ojos- 

-Si si a la mierda, ahora duérmete. -pone su mano en el hombro de la chica e inconscientemente le da suaves palmadas, provocando que el sueño llegue más rápido a la joven-

Los alumnos hablaban muy animados hasta que un "Shhhh" se escuchó por parte de Mina y los jóvenes observaron hacia la dirección que la piel rosada estaba apuntando. Un rabioso cenizo les gruñía enojado pues ahora estaban centrados en él y en su amiga bajita.
Brillos enternecedor dominaron las miradas de algunos y sacaron sus móviles para sacarle la foto a la angelito dormir, pero rápidamente huyeron pues el explosivo los estaba amenazando en voz baja.

Bakugou observó a Chiho y siguió dándole pequeñas palmadas para que duerma tranquilamente. Internamente sonrió y cerró los ojos, sabiendo ahora que tres extras se volvieron especiales para él.

Unos amigos de verdad, pero que nunca admitiría.

 El parar del bus hizo que la rubia despertara y se enderezó, observando que se encontraban en una especie de barranco

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El parar del bus hizo que la rubia despertara y se enderezó, observando que se encontraban en una especie de barranco.
Dudosa se puso de pie y se bajó junto a Katsuki, estirándose, tronando sus huesos, espantando el sueño que había tenido pero que pudo satisfacer gracias a su cenizo gruñón amigo.

Los alumnos comenzaron a estirarse un poco hasta que un auto negro se hizo presente, llamando la atención de Chiho. Observó a la persona que bajó de el y vio enseguida que está hablando con su maestro. Ignoró todo después de que su vista haya captado a lo lejos una pequeña edificación, justo al pie de una montaña.

-¡¡CORRAN!! RÁPIDO, AL AUTOBUS!!! -grita uno de sus compañeros-

Apenas se dio cuenta de que sus compañeros comenzaban a correr hacia el transporte, la tierra tembló bajo sus pies y muy pronto se vio cayendo desde el barranco junto a los demás.
Los gritos no se esperaron y los maestros se acercaron un poco a observar como los futuros héroes caían gritando como almas en desgracia.

Mientras Chiho caía, ella ya se posicionaba para aterrizar pero una pequeña masa morada se pegó a su cuerpo y la hizo desconcentrarse.

-Mineta!! Suéltame!! -chilla la chica-

-No lo haré!! Tengo miedo!!! No quiero golpearme!!!

-Y usarme a mí como amortiguador?! Eres escoria!!! -lo toma y lo lanza a un lado con fuerza-

El chillido del pequeño pervertido del salón se escuchó y la joven no pudo aterrizar muy bien que digamos.
Cayo al suelo de manera muy brusca y rodó por lo menos unos dos metros de sus compañeros; la primera persona que se acercó a ella fue la vicepresidenta, arrodillándose a su lado y revisandola si estaba bien o algo parecido.
Tiene un corte en el brazo y la sangre fluye a chorros, Momo se asustó más e iba a generar un botiquín pero la joven detuvo su acción tomándola de la mano, haciendo que la pelinegra tenga el rostro muy rojo.

-Tranquila, Momo, mi herida sana sola... -le muestra su brazo y la herida va sanandose rápidamente- ves? No pasa nada.

-T-Tuve miedo que tú herida se haga más grande... -dice sonrojada observando la mano de la rubia sostener la suya-

El grito de Mineta las hizo salir de aquella burbuja, notando enseguida a unos enormes monstruos de piedra con unas grandes ganas de asesinarlos.
Midoriya, Bakugou, Kirishima y Shoto fueron los primeros en atacar a aquellas criaturas.
Su azulada mirada comenzó a observar alrededor y notó a una inmensa cantidad de aquellas criaturas mágicas de Pixie Bob.
Se puso de pie y retrocedió un poco, yendo hacia atrás de su grupo; allí tomó un poco de la sangre que había salido de su brazos, la puso en ambas manos y las posicionó en un gran muro de tierra, susurrando el nombre de las criaturas que desea.

De mientras tanto, sus compañeros comenzaban a unirse para pelear contra aquellas bestias de tierra. Con el liderazgo de Iida Tenya, la clase 1-A se posiciona para pelear pero un silbido doble los hace mirar hacia atrás, notando enseguida a su compañera Chiho extendiendo los brazos con una sonrisa.

-Necesitaremos toda la ayuda posible, no?

Detrás de ella, un hombre musculoso, con un bigote en forma de mostacho, hace chocar su puño con su palma mientras ríe bien alto, venido directamente del mundo de los espíritus junto a otro. A su lado un gran monstruo de piedra ruge con fuerza para luego fijarse a sus enemigos de tierra.
Al costado de este monstruo, una joven pelinegra con una mirada bicolor, cabello negro con orejas y una gran cola blanca, libera las nueve que posee y se posiciona manteniendo su mano derecha extendida, generando una esfera fatuo.
Al lado de la zorro espiritual, una especie de neblina roja y negra gira en un pequeño torbellino para luego dejar a la vista a un ser humanoide con cuchillas como armas.
Parada con firmeza, Chiho observa a las criaturas de tierra, sonríe y extiende los brazos, dando la orden de atacar a los enemigos que ese bosque estaba generando.

-¡¡Al ataque mis valientes!! Debemos llegar!!! Pase lo que pase!!! -grita la rubia comenzando a correr al igual que sus compañeros, gritando un fuerte sí-

Lastima que no llegarían para esa hora, pues la miembro de las Pussycats no les dejaría las cosas tan fáciles.

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⚡Zeus Daugther⚡||BokunoHero||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora