Criada y entrenada en un bosque a las afueras de la ciudad de Musutafu, hija mestiza de uno de los tres principales dioses de la mitología Griega.
Takahiro Chiho, una joven preciosa de cabellos dorados como el sol y ojos azules como el mar, guerrer...
Los jóvenes que alguna vez fueron parte de la academia Yuuei, ahora son los mejores héroes que han podido tener. Pasaron por muchas cosas en tan poco tiempo, pero siempre, cada sábado, se reúnen en la academia como costumbre, una que prometieron desde que se graduaron, aunque bueno, fue difícil de convencer a Bakugou y a Shoto de que vayan.
¿Y Chiho?.
Bueno, gracias a los entrenamientos que recibió por parte de los dioses y su padre sobre controlar su fuerza y desarrollar habilidades, ahora puede hacer un montón de cosas que antes no se imaginaría que lograría. Como su padre le enseñó, ahora puede tomar varias formas, puede ser un halcón, puede ser una pequeña niña, puede hacer de todo, incluso puede ser una versión masculina de si misma, aunque eso en un principio asustó bastante a la pelinegra que sigue a su lado. Aún recuerda cuando de golpe, cuando entrenaba, se transformó y Momo entró a la habitación del departamento en donde viven; pegó el grito del siglo y de todo se le fue lanzado, incluso una lanza, no pregunten de donde salió.
La explicación sobre su habilidad desbloqueada fue muy larga para Momo, aunque al final la acepto, pidiendo que no la asustara de esa manera.
Y no solo eso, su relación va por buen camino, incluso la rubia ya le ha propuesto matrimonio, Momo gustosa aceptó y ahora, después de mucho tiempo de preparación, se encuentra en una habitación, terminando de colocarse la última pieza de su vestido blanco.
Con emoción se observó al espejo y su madre se asomó por la puerta para luego sonreírle, acercándose con las manos extendidas.
-Mi niña hermosa, ¿emocionada por casarte con ella?
-Muy emocionada mamá-sonrie mucho- Porfin...estaré al lado de mi diosa~
-Ay mi amor... quisiera que tu padre aceptara su relación... estaría igual de feliz que yo, pero ese tonto no sabe lo que se pierde. Su hija se casa y el refunfuñando porque su hija no aceptó casarse con el chico que llevo para presentartelo.
-Mamá, si él lo acepta o no, jamás abandonaré a Chiho, ella me hace feliz y siempre será así.
Dándose un abrazo más, Jirou se asomó por la puerta diciendo que ya es momento de ir a donde se celebra la boda. Sus nervios aumentan pero su felicidad la abraza como un pequeño niño diciéndole que vaya. Siendo tomada de la mano, su madre la alienta para ir a su boda donde están sus compañeros, amigos, familia e incluso los dioses del Olimpo bajaron para presenciar aquella celebración especial de la diosa y su mortal.
La boda de Chiho y Momo.
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La música que anuncia a la novia comenzó y las damas de honor comenzaron a ingresar mientras lanzan pétalos de flores en el lento andar. La diosa, parada en el altar, tiene detrás suyo a sus amigos, Bakugou, Kaminari, Kirishima, Sero, Percy y Grover, vestidos de traje, bien parados y con una flor roja adornando el bolsillo de su saco. El primer mencionado observó por unos instantes a la diosa para luego volver a mirar al frente pero su vista tuvo que volver a ella pues estaba que lanzaba chispas por todos lados.
