Criada y entrenada en un bosque a las afueras de la ciudad de Musutafu, hija mestiza de uno de los tres principales dioses de la mitología Griega.
Takahiro Chiho, una joven preciosa de cabellos dorados como el sol y ojos azules como el mar, guerrer...
Nadie, absolutamente nadie sería capaz de poner un pie en el bosque que se encuentra a las afueras de la ciudad de Musutafu. Pues algunos dicen que la muerte ronda por esos lares, ya que muchas veces se encontraron señales de pelea y armas que alguna vez estuvieron en una pieza. Muchas veces también se escucharon rugidos o gritos desgarradores provenientes de lo más profundo del bosque. El misterio hacía que sus habitantes se debatieran si ir o no a ver que es lo que habita en dicho lugar. Esto, en parte, intriga un poco a un pequeño ser de aspecto adorable, dueño de una prestigiosa academia de héroes.
Con algo de intriga, no pudo evitar mirar hacia el horizonte que el ventanal de su despacho le permitía. La duda lo consumía, tal vez podría tratarse de un villano haciendo de las suyas, aterrando a los habitantes de esa zona... no le encontraba otra lógica. Debía descubrir lo que pasa en ese lugar y debía ser rápido. Observó la hora en un reloj colgado en la pared y se dio cuenta de que el primer dia de clases había dado por terminada. Con un poco de esfuerzo, subió a su gran silla, se aclaró un poco la garganta antes de presionar un botón y pedir por medio de un micrófono, a todos los maestros de dicha academia se presentaran en la sala de reuniones. Sin dar mayor detalle, se dirigió al lugar, esperando a que la mayoría de sus profesores se encuentre allí.
Una vez dentro, no pasó ni 10 minutos cuando todos los maestros de la institución se encontraban sentados en sus lugares, esperando saber el motivo de la reunión.
- Gracias a todos por hacerse presentes -habla el tierno director- Pero debo hablar con ustedes sobre un tema que a los ciudadanos les está preocupando y mucho.
-Habla sobre los destrozos y gritos que se escucha en el bosque a las afueras de Musutafu? -un hombre con aspecto demacrado y huesudo pregunta con algo de preocupación-
- Así es, All might, y me temo que hay una posibilidad de que sea un villano el que se encuentre allí. Por ende, pido que uno de ustedes me acompañe a investigar la zona.
Ninguno de los presentes se ofrecía, pues era algo que no les apetecía hacer; pero uno, con mucha pereza levanta la mano, ofreciéndose como voluntario.
- Oh?? Aizawa?? Tú?? -rie- are you ok, my friend? -comenta un rubio con un peinado bastante particular-
-Estoy intrigado por lo que haya allí, si no hay nada en ese lugar, no hay por qué preocuparse, pero si encontramos algo, llamaré a refuerzos. También me da mucha intriga el saber que es lo que provoca todos esos destrozos, gritos y demás cosas.
Agradecido, el director empieza a discutir un plan, Ectoplasm también los acompañaría, a pedido del perezoso profesor. Sin mucho más que decir, ese mismo día irían a el bosque, dispuestos a descubrir que es lo que habita en lo profundo del bosque; villano o no, lo capturarian cueste lo que cueste.
Al atardecer, los dos héroes profesionales y el director por fin se encuentran frente al bosque inmenso. Sus adorables ojos recorren el lugar para luego, con una de sus patitas esponjosas, dar una señal para iniciar la marcha.
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