∆Mikasa Ackerman∆

13.8K 793 150
                                    

—¿Y bien? —dijo Hange emocionada.

—Me ha tocado a... Mikasa.

La nombrada se sobresaltó al escuchar su nombre. Fue una sorpresa verla con un leve sonrojo y jugueteando con su bufanda.

—Venga, Mikasa —animó Armin, que sonrió junto a Eren.

El moreno agarró el brazo de Mikasa y la empujó un poco para que se moviera.

La chica se levantó, esta vez más segura, y se puso frente a mí. Aparté la vista avergonzada y seguí a Hang, que nos guiaba hasta el pequeño almacén junto a las habitaciones.
Abrió la puerta y entré insegura. Al darme la vuelta vi a Mikasa acercándose a mí, rozando nuestros cuerpos para cerrar la puerta.

La oscuridad llegó junto al silencio.
Su respiración nerviosa me hacía preguntarme cosas.

¿Mi presencia la hacía sentirse así? ¿Estaba tan nerviosa como yo por nuestra proximidad? ¿Acaso estaba ansiosa por no estar cerca de Eren? Seguro que será eso...

Eren, él era uno de mis problemas.
No me caía mal, al contrario. Era uno de los mejores amigos que hice al entrar en la instrucción, pero era una de las únicas personas que Mikasa protegería con su vida.
Esto me hacía pensar que sentía algo hacia él y que no tenía ninguna posibilidad con ella.

En realidad, no tengo opción de salir con aquella maravillosa chica. Ella era fuerte, incluso tanto como el Capitán Levi, y muy hermosa, podría tener al chico o a la chica que quisiera, y esa no iba a ser yo.

Me sacó de mis pensamientos la azabache cuando se movió. La fricción era muy placentera, pero no podía seguir moviéndose, sino me volvería loca.

—¿Estás bien? —le pregunté.

Ella paró de repente y fijó su mirada en mí, aunque no me veía muy bien, veía mi figura.

—Perdón, me estoy moviendo demasiado —dijo con un tono monótono, sin dejarme ver alguna emoción en su voz.

Sin embargo, no pasó ni un minuto cuando comenzó a moverse de nuevo.

Suspiré y llevé mis manos a sus caderas para que se quedará quieta.

—¡[Tn]!

—Solo... para de moverte, me estás volviendo loca.

Ella retenía el aire. Realmente no sabía que sentía en ese momento, así que decidí preguntarle.

—¿Estás bien? —dije moviendo uno de mis dedos, acariciando su piel sobre la camisa.

Suspiró y llevó una de sus manos a su pelo. Después guió su mano hasta mi cara, rozó mi mejilla sonrojada y deslizó su mano hasta mi cuello.

Contuve el aire cuando vi el contorno de su cabeza acercarse hacia mí. Sus labios se encontraron en la comisura de los míos antes de lo que esperaba. Se separó un poco, su aliento chocó contra mis labios y esta vez fui yo quien se acercó a ella.

Con un solo roce me hizo sentir muchas cosas. Sus labios no se movieron, pero al abrirlos yo un poco, imitó mis movimientos para comenzar un suave movimiento. Era inexperta, pero aprendió rápido y controló la situación.
Mis manos se deslizaron hasta su espalda y la acerqué más a mí.

Se separó unos minutos después para tomar aire.

—Lo siento, yo...

Al oír su disculpa, mi corazón cayó al suelo.

—No sé que me ha pasado.

Hice un gesto con la cabeza para restarle importancia y miré hacia otro lado, mis ojos comenzaron a picar. Mikasa suspiró y volvió a hablar.

—En realidad, si sé que me ha pasado. Eres tú.

—¿Qué?

—Siempre que estoy cerca de ti no puedo evitar pensar en cómo sería besarte. Cuando has puesto tus manos en... Simplemente he tenido que hacerlo.

—No sé que...

—Te quiero, [Tn]. Eres la primera amiga que he tenido y siento cosas muy diferentes contigo. Algo más que amistad.

No pude hablar, simplemente me quedé muda. ¿En serio estaba pasando esto? No, no podía ser. Era un sueño y pronto despertaría en mi cama con un vacío en el pecho.

Pero no desperté. En su lugar, sentí la mano de la azabache rozando la mía y entrelazando los dedos.

—Por favor, dime algo...

—Yo... ¿en serio te gusto?

—Es obvio. Eres una chica independiente que siempre está alegre —supe por figura que estaba sonriendo—. Ayudas a todo el mundo y evitas muchas peleas. Verdaderamente te admiro, eres... maravillosa.

Me sonrojé aún más y ella bajó la mirada.

—Eso es... Mikasa —la llamé.

Alzó la cabeza y me aproximé a ella. Besé sus labios rápidamente y luego la abracé.

—Te quiero. Te quiero. Te quiero —dije rápidamente sintiendo una oleada de alegría en mi interior.

Ella rio y rodeó mi cintura con sus brazos.

En ese momento, Sasha abrió la puerta.
Nos vio abrazadas y frunció el ceño.

—¿En serio, chicas? ¿Sólo os habéis abrazado?

Sonreí y pasé el pelo por detrás de mi oreja mientras bajaba mi mirada el suelo.

Salimos del almacén de la mano y nos sentamos junto a Armin y Eren.

—Muy bien, Mikasa. Por fin le has dicho lo que sentías —dijo al ver nuestras manos enlazadas.

—¿Tú lo sabías?

—Era un poco obvio, [Tn] —dijo Armin.

Mikasa se sonrojó, me miró sonriendo y besó mi mejilla.
La noche siguió bastante animada, pero yo solo podía centrarme en la tremenda diosa que tenía a mi lado.

•ꜱʜɪɴɢᴇᴋɪ ɴᴏ ᴋʏᴏᴊɪɴ• ⚔️ One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora