𝑺𝒂𝒔𝒉𝒂 𝑩𝒍𝒐𝒖𝒔𝒆 𝑨𝑼

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Caminé perezosa hacia el apartamento de Jean, escuchando la música que dentro se reproducía.

Después de haber terminado el curso universitario, Jean había decidido dar una fiesta.
Yo no tenía muchas ganas, pero mis amigos insistieron.

Sentí un brazo pasando por mis hombros y sonreí, sabiendo de quien se trataba.

—Que bien que hayas venido —dijo Connie con una sonrisa.

—Prácticamente me obligaste a venir, así que...

—Venga —rio, empujándome al interior del apartamento.

Algunas personas nos saludaron al entrar. Nos dirigimos a la cocina para dejar las bebidas que traía Connie y allí nos encontramos a Sasha.

—¡Hola! —saludó antes de morder un trozo de tarta.

—No te comas todo, idiota. Ven con nosotros a bailar un rato.

—No soy idiota —se defendió Sasha.

Sonrió y la agarró de la mano para sacarla de la cocina. Caminé detrás de ellos, viendo el pelo de Sasha balancearse sobre su espalda. Todo de esa chica me volvía loca.

La mayoría de jóvenes bebían mientras hablaban en grupo, pero había algunos que estaban bailando junto a los altavoces.

Ymir y Christa bailaban abrazadas, pero toda la atención se centraba en el anfitrión de la fiesta.
Por mucho que Jean dijera que quería a Mikasa, se veía lo mucho que amaba a Marco, sobre todo cuando estaba borracho.

Ahora tenía a Marco de espaldas a él. Su cadera se movía en círculos frente a él y Jean seguía su ritmo, con un brazo rodeándole y el otro sosteniendo un vaso con alcohol, del que ofreció un poco a Marco.

—¡Voy a grabar eso! —dijo Connie acercándose a ellos, dejándome con Sasha.

Ella caminó lentamente hacia atrás.

—¿Dónde vas?

—Definitivamente no a la cocina.

Sonreí y tomé su mano para entrar de nuevo a la cocina. 
Me serví un vaso de alguna bebida que había allí y me senté sobre la encimera, viendo como Sasha tomaba un paquete de patatas fritas y se ponía a mi lado.

Estábamos prácticamente a la misma altura, aunque ella solo apoyaba sus caderas sobre la superficie en la que yo estaba sentada.

Hablamos de algunas cosas hasta que decidí robar algo de patatas.

—¡Oi! Estas son mis patatas, búscate las tuyas.

—Solo quiero un poco, Sasha. ¿No te enseñaron a compartir en el jardín de infancia?

Conseguí coger el paquete de sus manos y lo alejé de ella. Gritó y se acercó a mí para intentar cogerlo.

Cuando volteé la cabeza para mirarla, la vi demasiado cerca. Vacilé por un momento, que ella aprovechó para robar el paquete y alejarlo de mí.

Ladeé mi cabeza para que no viera mi sonrojo mientras escuchaba como masticaba ruidosamente.

—No vuelvas a robarme comida.

—Lo siento —susurré.

Sentí un roce en mi brazo y me giré a ella.
Estaba masticando mientras me ofrecía el paquete.

—Coge solo una.

Sonreí sonrojada y acepté.
Estuvimos un momento en silencio hasta que ella se sentó también sobre la encimera, rozando su pierna con la mía.

—¿Cómo estás? ¿Tu ex sigue dando problemas?

—No desde que hablasteis con él —sonreí recordando como Jean intentaba amenazarle.

—Me alegro —dijo sonriendo—. Sinceramente, era el que peor me caía. Prefería a Carolina.

—Lo sé, pero tuvo que mudarse y la cosa no funcionó...

—¿Sabes qué? Siempre me he preguntado una cosa.

—¿El qué?

—Cómo sería tener pareja.

Me puse nerviosa y balanceé mis piernas en el aire.
Ella dejó su comida a un lado.

—No es para tanto, hay cosas más importantes.

—Oh. Aunque en realidad... lo he dicho mal.

—¿A qué te refieres?

Dio un salto y bajó de la encimera para ponerse frente a mí.

—Me pregunto cómo sería salir contigo.

En ese momento entraron unos chicos para coger unas botellas de alcohol.
Nos quedamos en silencio hasta que salieron.

No pudimos intercambiar palabras, ya que Connie entró y nos arrastró de nuevo a la fiesta.

Jean y Marco ya no estaban bailando y habían desaparecido.
La música era más animada y poco a poco nos soltamos y bailamos los tres.

En un momento, me quedé sola con Sasha. Connie se había marchado a tomar algo y la miré.
La canción pasó a ser latina, lo que me dio oportunidad de bailar lo que mejor se me daba.

Apenas comencé a mover las caderas cuando Sasha me agarró del brazo y tiró de mí hasta llevarme a la terraza.
La música aún resonaba, pero podíamos hablar tranquilamente y sin interrupciones.

—Quiero hablar contigo.

—¿Sobre...?

—Lo que dije antes, sí —dijo interrumpiéndome.

Un silencio se extendió entre ambas. Quise saber qué tenía que decir, pero tenía miedo.

—No quiero liarte mucho, así que lo diré lo más directo posible. Me gustas. Me gustas mucho, [Tn].

Sonreí y casi grito de la emoción. Lo que primero quise hacer era besarla, pero solo la abracé.

Mientras lo hacía. Unos gritos se acercaron a nosotras.

—¡Tienen que ver esto, chicas! —gritó Connie y se fue corriendo, esperando que lo siguiéramos.

•ꜱʜɪɴɢᴇᴋɪ ɴᴏ ᴋʏᴏᴊɪɴ• ⚔️ One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora