𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏

6.7K 439 95
                                    

Recogí las tazas de una mesa de la tetería donde trabajaba y volví a la cocina.

Apenas escuché que la puerta se abría, pude ver a un cliente habitual entrando, con su rostro casi inexpresivo.

—Ah, eres tú. ¿Lo mismo de siempre?

—Por favor —dijo el azabache.

Se sentó en una mesa algo alejada de la puerta, dejando su chaqueta en el respaldo de la silla.
El resto del local estaba vacío, a esta hora no solía venir nadie.

—¿Tu jefe no está?

—Me ha dejado al cargo hoy, debía resolver unos asuntos familiares —dije desde la cocina, preparando el agua.

Unos minutos después, volví con unas tazas y una tetera.

—Espero que no te importe que me siente contigo de nuevo. Como ya verás, no hay muchos clientes a esta hora.

—Sin problema.

Estuvimos un rato en silencio. No me importaba estar así, me sentía cómoda con él.

—¿Alguna novedad por el cuartel, Capitán?

—Ya te dije que no me llamaras así —dijo serio, pero sabía que tenía una pequeña sonrisa—. Nada nuevo, pero cuatro ojos sigue insistiendo en acompañarme cuando vengo aquí.

—¿Por qué?

—Dice que... quiere venir, no sé —dijo antes de beber de su té.

Cambió de tema rápidamente, evadiendo cualquier pregunta relacionada con el tema.

—¿Cómo está tu sobrino? ¿Se recuperó?

Me sorprendió que se acordara de eso.
Algunos días charlábamos mientras él tomaba el té y le conté que cuidaba de mi hermana y mi sobrino, pero que este había caído enfermo.

—Si, hace poco pude pagar sus medicinas.

—Eso debe ser caro...

—Si, pero su salud es más importante.

Me levanté para recoger la mesa y él también se levantó.

—Creo que ya me voy, gracias por todo, [Tn].

Dejó algo de dinero sobre la mesa, al dejar la bandeja en la cocina, vi que había dejado bastante dinero.

—El té no vale tanto, Levi.

Él ya estaba en la puerta.
La abrió y miró hacia atrás.

—Considéralo una propina. Cuídate, [Tn].

Se marchó sin más, dejándome en el sitio.
Vi como su camisa blanca destacaba al ser alcanzada por la luz del sol.

¿Su camisa blanca?

Miré hacia la silla donde se había sentado y allí estaba su chaqueta.

Salí para ver si aún seguía en esa calle, pero no lo vi.
Decidí ir al cuartel por la mañana para devolverle su chaqueta, ya que no podía dejar la tienda sola.

—[Tn], puedes ir a llevarle ya esa chaqueta al Capitán Levi —dijo mi jefe, limpiando una de las mesas antes de abrir la tienda.

—¿Seguro? No quiero dejarte todo el trabajo.

—Ve, estaré bien —sonrió.

La luz del sol apenas comenzaba a iluminar las calles mientras me dirigía al cuartel.
En el fondo, estaba nerviosa por adentrarme en un lugar lleno de soldados.

•ꜱʜɪɴɢᴇᴋɪ ɴᴏ ᴋʏᴏᴊɪɴ• ⚔️ One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora