•ꜱʜɪɴɢᴇᴋɪ ɴᴏ ᴋʏᴏᴊɪɴ• ⚔️ One shots

𝑬𝒓𝒆𝒏 𝑱𝒂𝒆𝒈𝒆𝒓 𝑨𝑼

Holaaa, mis padres os han invitado a mi casa porque ellos se han ido unos días, venís??

Envié el mensaje y esperé unos segundos.

Fui obteniendo respuestas, todas diciendo que iban en camino.
Los primeros en llegar fueron Marco, Connie y Sasha.

—¿Jean no viene con vosotros?

Connie y Sasha rieron y Marco les reprendió.

—Le han cerrado la puerta de la entrada en las narices, ahora viene.

Unos minutos después, apareció Jean, algo enfadado.

Fueron viniendo todos mis amigos y finalmente estuvimos reunidos.

—¿Y tus padres dónde están?

—Se han ido a Tokio, Erwin tiene algunas reuniones por su nuevo proyecto. Levi siempre quiso ir a Tokio, así que es como un viaje de novios.

—Que bonito —dijo Historia, provocando que Ymir la atrayera un poco más a ella.

Mis padres sabían perfectamente que me quedaría con mis amigos los tres días que estarían fuera, así que hicieron la compra, aunque también dejaron dinero para comprar lo que necesitáramos.

Había habitaciones de sobra para todos, aunque preferíamos traer los colchones la salón y dormir todos juntos mientras veíamos una peli.

Maldije a Eren por su idea de poner una de terror.

—Te odio, sabes que no me gustan.

Él sonrió y se sentó a mi lado. Ofreció su mano y me miró.

—Si tienes miedo, puedes agarrar mi mano.

No quise ceder, pero se escuchó un grito y la agarré fuertemente. Mi corazón se aceleró, y no solo por el susto.

La noche llegó y casi todos se quedaron dormidos.
Apagué la tele y me dirigí con cuidado a la cocina por un vaso de agua.

Abrí la nevera y cogí una botella. Cuando la cerré noté que había alguien a mi lado.

Ahogué un grito, pero me giré y vi a Eren algo despeinado.

—Menudo susto.. ¿qué haces aquí?

—Quería agua —dijo pasando su mano por su rostro.

Nos dimos la vuelta para coger unos vasos cuando vimos una figura en la oscuridad.

Gritamos y le tiré la botella.

—¡Idiotas! ¡Soy yo! —dijo Jean, encendiendo una pequeña luz de su móvil para que se le viera.

Reí y me disculpé, recogiendo la botella del suelo

Volvimos con los demás y me tumbé en uno de los colchones. Eren se puso a mi lado y me miró.

—¿Sigues asustada por la peli? —dijo señalando el peluche que abrazaba.

—No tiene nada que ver —mentí, abrazando aún más fuerte al pequeño tiburón.

Sonrió y cerró sus ojos, volviendo a dormir unos segundos después.

Quise hacer lo mismo, pero era imposible.
Abrí los ojos, aceptando que no podría dormir tan fácilmente.

Me giré para mirar el techo y luego volví a la misma posición, viendo a Eren dormir.
Sentí algo de envidia al ver que estaba tan tranquilo, pero pronto dejé de sentirla.

Me enterneció ver su rostro tan relajado. La fina línea de saliva que salía de su boca entreabierta. Su respiración apenas audible.

Bajé un poco la mirada y vi sus manos, apoyadas sobre el colchón y las miré unos segundos, sin estar segura de hacer lo que estaba pensando.