•ꜱʜɪɴɢᴇᴋɪ ɴᴏ ᴋʏᴏᴊɪɴ• ⚔️ One shots

∆Sasha Blouse∆

—¿Y bien? —dijo Hange emocionada.

—Me ha tocado a... Sasha.

Sonreí cuando ella levantó la vista de su comida, con un trozo de pan en la boca y una mano sujetando a Connie, que quería robar algo de comida de su plato.

Se levantó y puso el plato sobre su asiento, provocando que Connie pudiera coger un trozo de su comida.

—¿Vamos? —dije tímida señalando el almacén donde Hange nos guiaba.

Ella levantó uno de sus dedos y se dirigió a Connie. Cogió unos trozos de patata y volvió a mi lado para entrar a la pequeña habitación.

Entró y la seguí, tuve que pegarme a su cuerpo cuando Hange cerró la puerta y me empujó.

Por unos segundos solo se escuchó a Sasha masticar.

—¿Quieres un poco?

Me sorprendió que me preguntara eso, nunca compartía su comida con nadie.
Tendió su mano y dejó un trozo de patata sobre mi mano.

La comí con un leve sonrojo y sonreí.

—¿Te sirvió las técnicas que te enseñé? —pregunté para romper el silencio tras unos segundos.

—Si, ya puedo llegar más rápido en las prácticas contra titanes, gracias —dijo con una sonrisa.

Estuvimos en silencio unos momentos, pero no supe cómo seguir hablando.

Estaba muy nerviosa, nunca había estado tan cerca de ella. Aunque pensándolo bien...

Levanté mi pierna y golpeé la espalda de Reiner, este cayó al suelo y gimió de dolor. Berthold se acercó corriendo y le ayudó a levantarse.

—¿Estás bien? —pregunté viendo como se erguía con dificultad.

—Creo que no podré seguir...

Los dos chicos se alejaron para ir a la enfermería. Yo me quedé ahí en medio, sin saber qué hacer.

—Ya has enviado a otro a la enfermería, deberías calmarte —la voz del instructor Shadis sonó a mi espalda—. Puedes seguir entrenando con Blouse, pero no te pases con ella.

Me dirigí a ella, quien estaba riendo con Connie por los movimientos de Jean. Se puso nerviosa al verme.

—El instructor dice que puedo entrenar contigo.

—Diablos, [Tn]. ¿Dejaste a Reiner hecho polvo... otra vez? Solo te pido que no patees mucho a Sasha.

—Prometo no pasarme.

Nos retiramos de Connie y nos pusimos de frente, con los puños en alto. Sabía que Sasha era buena para coordinar sus pensamientos y movimientos, así que no debía dejarla pensar. Si quería ganar, debería agotarla, tanto física como mentalmente.

Ella hizo el primer movimiento, lo cual me sorprendió.

—Quiero terminar esto rápido, la última vez que comí fue hace una hora y tengo mucha hambre. Además, he escuchado que hay algo muy rico para la comida.

Aproveché sus desvaríos sobre la comida para atacarla. Sus reflejos eran buenos y solo pude golpear su mano con mi patada.

—Auch —dijo moviendo su mano con una sonrisa. Parece que se había puesto seria.

Envió un puñetazo directo a mi cara, lo esquivé y agarré su muñeca, la empujé hacia adelante y la agarré por la nuca para tirarla al suelo. Me senté sobre su espalda mientras ella se quejaba por el golpe.

—¿Te rindes ya?

Gruñó y me empujó. Caímos y rodamos por el suelo, agarradas por las manos. Acabó sobre mí, con sus piernas a cada lado de mi abdomen. 

Mis mejillas se sonrojaron por la cercanía de nuestros rostros, sonrió y se alejó con una sonrisa.

—¡Has ganado, Sasha! ¡Esa es mi hermana! —animó Connie cariñosamente.

Se levantó de encima de mí y me miró desde arriba; me tendió su mano y la acepté. Estaba tan sonrojada que me fui rápidamente de allí para no pasar más vergüenza.

Desde ese día nos volvimos más cercanas, y yo comencé a enamorarme de ella. Era muy especial para mí y me daba mucho miedo perderla.

—Se me acabó la comida...

Su tono era triste, supe que no aguantaría mucho sin comida.

—Puedo salir y pedir algo de comida...

—No podemos salir hasta que acaben los siete minutos.

Se acercó un poco a mí y me puse nerviosa. Mis labios temblaron y me sonrojé aún más.

—Sasha... estamos muy cerca...

—Lo siento —dijo alejándose y chocando con la pared.

Mis manos fueron tímidamente a mi cara. Suspiré y me animé a hablar.

—¿Puedo decirte algo?

Mi voz sonó algo apagada y recé para que ella no lo hubiera escuchado, no me sentía muy valiente en ese momento.

—¿De qué se trata?

Cogí aire y me armé de valor para hablar.

—Llevo un tiempo sintiendo... cosas.

—¿Qué? No entiendo lo que...

—Desde el día que luchamos me di cuenta de que eres...

No pude seguir, me daba mucho miedo su respuesta a lo que tenía que decir.

—Creo que sé a que te refieres.

Se acercó a mi y me rodeó con sus brazos, encogí mis hombros y disfruté de su contacto.

—Te quiero, Sasha —dije sin más. 

Su presencia me había hecho valiente, me tranquilicé y solo decidí afrontar su respuesta, sin importar cual fuera.

—Yo... también.

Me separé y la miré con ilusión.

—¿En serio?

—Estaría dispuesta a compartir mi comida, solo si es contigo.

—Vaya, eso es lo más bonito que te he escuchado decir...

Reí y la abracé de nuevo. Ella se separó y besó rápidamente mi mejilla. Me sonrojé y pude verla mejor debido a la luz que ahora entraba por la puerta. 

—Espero que Connie no se haya comido toda mi comida. Salió de allí y me llevó de la mano. Comencé a reír cuando se acercó a su amigo y le gritó por haberse acabado su plato.

La acompañé cuando se dirigió a robar algo de comida. Por el camino me acorraló contra la pared y besó mis labios. Se separó y la vi sonrojada, al igual que yo.

—Vamos, me muero de hambre —dijo sonriendo.