𝑱𝒆𝒂𝒏 𝑲𝒊𝒓𝒔𝒕𝒆𝒊𝒏

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Caminé hasta llegar a casa. Mis padres me esperaban dentro, ya que había salido a comprar un par de cosas antes de cenar.

Lo primero que noté al entrar fue que me sonreían mucho y tenían los ojos llorosos.

—¿Papá? ¿Mamá? ¿Está todo bien?

—Tu hermano tiene un permiso y vendrá mañana a visitarnos —soltó mi padre.

Marco vendría a casa. No podía creerlo.
Llevaba casi un año sin verle, debido a la instrucción no podía verle muy a menudo.

Me dirigí a ellos y les abracé, feliz de poder ver a Marco.

Estuve el resto de la noche pensando en qué hacer mañana cuando llegara.
Quería que me contará como le fueron los entrenamientos y las pruebas, pero también quería contarle las cosas que habían ocurrido en la ciudad.

Mi madre leyó en la carta de mi hermano que traería a un amigo. Su casa estaba en Trost y después de un día de viaje, se quedaría con nosotros para descansar.
Estuve encantada de ver a uno de sus amigos. Seguro que traería a Jean, él era su mejor amigo y me habló mucho de él en sus cartas.

Por fin amaneció y me levanté de la cama, muy feliz. Me duché y vestí para recibir a Marco en la puerta.

Le vi de lejos, hablando con un chico de pelo bicolor, mientras se acercaban.
Alzó la vista y me vio. Corrió hacia mí y me abrazó fuerte.

—¡[Tn]! ¡Has crecido mucho!

—¡Te he echado de menos, Marco!

Me dejó en el suelo y nos separamos. Su amigo ya había llegado a nuestro lado y se rascaba la nuca, nervioso.

—Soy Jean, Jean Kirstein —dijo al ver que le prestaba atención.

Sus mejillas estaban algo sonrojadas y tenía una sonrisa nerviosa.
Me tendió la mano y la estreché.

—[Tn] Bodt, un placer —le sonreí de vuelta, sonrojada.

Marco no me dijo que era tan guapo —pensé.

Entramos en casa y saludaron a mis padres. Aún faltaba mucho para la hora de la comida, así que decidimos dar un paseo e ir a un campo cercano a descansar sobre la hierba.

—Dime, Jean, ¿mi hermano se porta bien con vosotros? —dije refiriéndome a el resto de cadetes.

—Es un amigo excelente —sonrió.

Marco se sonrojó y miró al suelo sonriendo.
Charlamos sobre el duro entrenamiento que estaban recibiendo y me sorprendí al saber que había muchos buenos cadetes que se unirían al Cuerpo de Exploración.

—Aún así, pienso ir a la Policía Militar. Os daré una vida segura —dijo Marco despeinando mi pelo.

—Yo también quiero vivir en la ciudad interior. Sería maravilloso...

—En cuanto a eso...

Lo pensé durante mucho tiempo y decidí que me apuntaría a la instrucción en unos meses. Mi deseo era ver el mundo exterior y ayudar a la humanidad a recuperar la libertad.

No le había comentado eso a Marco hasta ahora.

—¡¿Estás loca?! —gritó Jean.

—[Tn]... no quiero que te pase nada malo, es muy peligroso...

—No te librarás de mi tan fácilmente. Sabes que...

—No es eso, no puedo perderte... ¿Sabes lo buena que sería tu vida en la ciudad interior? Podrías formar una familia, conseguir trabajo...

—Eso no es para mí.

Nos quedamos en silencio durante unos segundos hasta que el pecoso suspiró.

—Respetaré tu decisión, pero... ten cuidado —dijo abrazándome.

Jean me miraba preocupado, pensando que estaba delirando si quería ir fuera de los muros.

El día pasó tranquilo y no volvió a salir el tema, hasta la noche.
Mis padres estaban al tanto, pero no estaban de acuerdo. Marco se había aliado con ellos para hacerme cambiar de opinión.

—¡Dejad de intentar convencerme! —dije explotando.

Todos se quedaron en silencio y Jean me miró expectante. Me levanté de la mesa y me dirigí a la puerta.

—No te vayas, cariño —dijo mi madre. Ya era tarde, abrí la puerta y caminé con paso firme—. Marco, ve tras ella, es tarde y...

No escuché nada más, estaba demasiado lejos. Mis pasos resonaban por la piedra y encontré un pequeño asiento en la plaza. Me senté para tranquilizarme cuando escuché unos pasos. Me preparé para escuchar la voz de mi hermano cuando una voz más grave se dirigió a mí.

—¿[Tn]? ¿Estás bien?

—Piensan que soy una cría, no respetan mi decisión. Es obvio que no estoy bien —respondí rudamente. Él se sobresaltó y le miré—. Lo siento... tú no tienes la culpa. Pensé que vendría Marco...

—Dijo que no querrías hablar con él y por eso vine. Es tarde y las calles no son seguras. Vuelve a casa.

Me tendió una mano y la tomé. Caminé lentamente en silencio, no noté que seguía tomando la mano de Jean hasta llegar a casa. La solté con cuidado y subí a mi habitación.

Al día siguiente, Jean se marchó a su hogar y me despedí de él. Lo había pasado bien, escuchando historias de cadetes y riendo de sus bromas.

Pasaron los días y Marco se marchó. Me disculpé por haberle tratado mal, pero dejé claro que quería unirme a la instrucción.

—Solo quiero que estés bien —dijo abrazándome.

Tras unos días, escuché que el Titán Colosal había aparecido de nuevo y derribó la puerta de Trost. Me preocupé al recordar que los cadetes de la 104 hacían prácticas en esa ciudad. Marco estaba allí.

Hubo rumores de que la puerta fue sellada por un titán que estaba del lado de la humanidad. No esperaba el momento de escuchar esa historia de la boca de mi hermano.

Me emocioné al recibir una carta, la abrí, pensando que era de Marco, pero...

Había muerto. Mi hermano... no podía ser cierto...

Sólo era un cadete, quería vivir seguro dentro del muro Sina, no debía de haber muerto enfrentándose a titanes...

Corrí hasta la base de Trost. Al llegar, una pila de cadáveres estaba siendo quemada.

Me derrumbé en el suelo, llorando y temblando.

Unas manos me levantaron y me apoyaron en el cuerpo de uno de los cadetes.

—Lo siento —dijo Jean, abrazándome fuerte.

—Dime que no... No puede estar...

—Yo mismo lo vi —dijo con la voz entrecortada.

Sollocé y le devolví el abrazo. No pude contenerme y solté todas las lágrimas que se acumulaban en mis ojos.

—Ahora... debo unirme al Cuerpo de Exploración...

—Yo también iré —dijo Jean, muy seguro de su decisión.

—No, tú debes ir a ...

—Las cenizas de mis compañeros no... Debo hacerlo, por ellos. Murieron sin haber elegido su destino. No todos querían morir luchando contra titanes...

Flexioné mis dedos contra su chaqueta, agarrándola y llorando más fuerte.

Había perdido a mi hermano, pero su sangre no había sido derramada por nada. Ayudaré a la humanidad a librarse de los titanes. Lo haré por Marco.

•ꜱʜɪɴɢᴇᴋɪ ɴᴏ ᴋʏᴏᴊɪɴ• ⚔️ One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora