Peter Pettigrew.
—¿Lunático? ¿Es en serio? — pregunta Remus.
—Sí, queda perfecto. Ya sabes, por la luna y todo el rollo — le digo desde atrás.
Remus voltea a verme con una ceja levantada y termina por asentir con una sonrisa entre los labios. Llevamos toda la noche trabajando, James y Sirius han salido con la capa para investigar y tomar nota de todos los pasillos, mientras Remus y yo hacemos los bosquejos de nuestro nuevo proyecto: un mapa.
—Sigo sin entender porque Lunático — murmura Remus que traza líneas sobre el pergamino.
—Es un apodo Remus, no querrás firmar esto con tu nombre real ¿o sí?
—¿Tú firmaras con el nombre de Colagusano?
—Sí—respondo tomando la regla. — Mi cola parece un gusano, es algo que no podemos negar.
—¿Canuto y Cornamenta? — son los apodos que hemos elegido para Sirius y James respectivamente, Remus se echó a reír en cuanto los dijimos, creyó que era una broma.
—Si tienes una idea mejor, dila, pero tengo que decir que verdaderamente me gustan los nombres — comento. — Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta. ¿Qué te parece?
—Extraño, pero útil a final de cuentas.
Continuamos trabajando entre líneas y trazos, nombramos cada una de las aulas que tenemos hasta ahora e intentamos seguir esas medidas que James y Sirius han anotado en uno de sus viajes. Apenas llevamos la planta baja, que es la que pudieron recorrer en el día sin que nadie se los cuestionara.
La puerta se abre repentinamente y vuelve a cerrarse, Remus y yo no vemos a nadie entrar por ella, sin preocuparnos por lo extraño que eso pudiera parecer lo ignoramos y seguimos trazando en el viejo pergamino. James y Sirius se despojan de la capa y se acercan a nosotros con un par de pasteles de vainilla y chocolate, todos con una linda decoración de dulce de leche que se ve demasiado apetitosa. Sirius deja la libreta de sus anotaciones en el escritorio donde estamos Remus y yo. Mientras que James coloca los pastelillos sobre la mesa. Sin preguntar tomo uno de vainilla y le paso uno de chocolate a Remus que lo toma sin apartar la mirada del pergamino.
—¿Asaltaron la cocina? — pregunta Remus.
—¿Qué dices Remus? — le cuestiona James inclinándose sobre la mesa para ver el avance.
—Aprovechábamos que estábamos cerca para visitar a los elfos — dice Sirius quien ha tomado uno de vainilla.
—¿Por eso demoraron tanto? — pregunto y tomo la libreta de medidas que han traído. —Remus eso va más a la izquierda.
—Por aquí — le señala James con el índice manchando de dulce de leche. Me mira después de un rato y comenta tranquilo — Encontramos otro pasadizo, lleva a Hogsmeade.
—Al sótano de Honeydukes, creo — completa Sirius. — Estaba muy oscuro, la verdad es que no se veía nada, pero olía a esa cosa... ¿Cómo dices que se llama?
—Gomitas — responde James que me voltea a ver incrédulo. —¿Sabías que Sirius nunca las ha probado?
—Para ser un perro eres muy quisquilloso — comento tomando otro pastel.
James ríe y me palma el hombro.
—Creo que tiene razón, Canuto.
—¿Ya vemos a empezar con los apodos? — pregunta Sirius que sonríe maliciosamente. — Porque me gusta cuatro ojos te queda mejor que Cornamenta.
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[En Edición]Los Merodeadores: Encuentros
FanfictionJames Potter, Sirius Black, Remus Lupin y Peter Pettigrew, son el grupo de revoltosos, conocidos como los Merodeadores. Cuatro chicos que harán lo que sea el uno por el otro. Severus Snape, Lily Evans y Mila Abbott, los chicos reservados y intelig...