[En Edición]Los Merodeadores: Encuentros

Capítulo 49

James Potter.

Las vacaciones fueron de todo menos normales, vivir con otras dos chicas a parte de mi madre resultada mucho más complejo de lo que esperaba. Nora no quería regresar a Wiltshire por razones que desconocía, y ya que Mila formaba parte de la Orden también le ofrecí quedarse por si teníamos que ir a algún lado con ella.

Para ser un ejército secreto contra los mortífagos no había mucha actividad, eso o no querían involucrarnos del todo aún. Sin embargo, sí asistimos una que otra vez citados por Kingsley para investigar algunas cosas, pero nada que tenga que ver con luchar directamente, supongo que el viejo director quiere que terminemos nuestros estudios primero.

Remus y Peter se quedan en la sala, a pesar de que Sirius y yo les hemos ofrecido hacerles espacio en la habitación. En un día normal como hoy, hemos estado leyendo algunas cosas del colegio y salimos un poco a dar la vuelta y caminar por el vecindario.

La noche llegó con un manto de oscuridad acompañándola y una brillante luna. Mila le ayudó a mi madre a preparar chocolate caliente y Remus no se ha resistido y lleva más de la mitad el solo.

Una taza reposa a mi lado mientras tomo la pluma y comienzo a escribir sobre el papel.

—Luce como que las cosas están saliendo bien — comenta Peter sonriente recargado en la pared.

—Obviamente van bien — dice Remus tomando un ligero sorbo a su taza. — Evans no para de escribirle, no podría estar mejor.

—¿Qué quieren que les diga? Soy el amor de su vida, estoy muy seguro de eso.

Los chicos ríen y entra Mila por la puerta con un suéter amarillo y unos broches en el cabello de color bronce.

—¿Puedo dormir aquí?

Los chicos y yo nos volteamos a ver nerviosos por la situación, una chica durmiendo en mi habitación no forma parte de un día común y corriente.

—¿Por qué quieres dormir aquí? — pregunta Remus con un tono ligeramente celoso.

—Tu amigo me ha robado mi parte de la cama.

Al mismo tiempo nos lanzamos sobre la puerta para correr a ver qué es lo que sucede en la habitación de Sirius, evitamos golpear a Mila, pero en el intento hacemos más ruido del necesario. Nos frenamos de golpe frente a la puerta y los tres nos quedamos observando lo que hay en su interior.

Sirius está recargado conta la cabecera de la cama totalmente dormido, mientras que a su lado la chica de cabellos castaños reposa su cabeza en el pecho de mi amigo igual o más dormida que él.

—Deberíamos despertarlos — susurra Remus.

—No, yo creo que deberíamos dejarlos así — contesta Peter en el mismo tono. — Va a ser divertido cómo reaccionan por la mañana.

Me acerco tan silenciosamente como puedo, tomo el cobertor para cubrirlos y cuidadosamente quito los lentes de la chica para ponerlos en el buro a un lado de la cama. Echo un último vistazo y una sonrisa discreta se asoma por mi rostro antes de cerrar la puerta.

—Bien, Evans me mataría si duermo en la misma habitación que Abbott — comento y miro a Remus. — Así que, ¿quieres dormir arriba? Yo voy a tu sillón y tú subes.

—No voy a dormir con Mila — dice nervioso. — No voy a presionarla de esa forma.

—Nunca dije que durmieran en la misma cama, tú vas a estar en el suelo — digo.

Remus no se niega, así que infiero es un sí por su parte, Peter baja las escaleras y Remus me sigue tímidamente para volver a entrar al cuarto. Mila está sentada con las piernas cruzadas y una taza en sus manos mirando tranquilamente la ventana.