[En Edición]Los Merodeadores: Encuentros

Capítulo 38

Lily Evans

Apenas y escucho a la profesora McGonagall hablar. Mi cabeza no deja de ir y venir en estúpidos pensamientos que involucran al chico de cabellos revueltos y anteojos que está sentado con Remus hasta atrás del salón.

Lo miro con tanta discreción como me es posible. Tiene el rostro recargado en una de sus manos y mira la pizarra. Sus castaños y lindos ojos detrás de los anteojos leen cada palabra con atención.

Remus a su lado, mueve con gran velocidad la pluma sobre el pergamino. Nunca me había percatado de lo atractivos que son realmente los amigos de James. Los había tachado por increíbles patanes a los cuatro que no había tomado más de cinco minutos para asimilarlo.

Miro a Sirius primero, que está sentado a un lado de Roxanne. Ambos con la mirada al frente y con las manos sujetas por debajo de la mesa. Son una pareja extrañamente hermosa. Roxanne es... bueno no me pondré a describir la belleza de la engreída chica. Sin embargo, Sirius es, según muchas, un hermoso rompecorazones, al igual que James. Puras patrañas en mi opinión.

Ninguno de los dos ha tenido tantas relaciones para apodarse de esa manera. Aun así, puedo identificar la idea inalcanzable que las personas construyen alrededor de ellos.

Remus y Peter suelen pasar más desapercibidos, por su discreción y el considerable menos alboroto que producen a comparación de sus otros dos amigos.

Peter, que no está aquí, pero que acostumbra a ser tímido con cualquiera que no conozca. Y Remus, a quién simplemente no le interesa si llama o no la atención, es un misterio en realidad.

James voltea repentinamente y nuestros ojos se encuentran. Tengo el impulso de apartar la mirada, pero no puedo. No cuando me sonríe coquetamente desde el otro extremo del salón. Guiña un ojo y creo me sonrojo de pies a cabeza.

—¿Qué te pasa? — pregunta Mila en un susurro cuando ve que el color de mis mejillas cambia y que mi mano se mueve ansiosa sobre la mesa. Mi amiga voltea la mirada y nota a James inmediatamente. —Ah, ya veo.

—Dijiste que Graves te dio un consejo sobre Remus hace tiempo — le comento y ella se dedica a asentir lentamente atenta a cada palabra que sale de mi boca. — La encontré algunas noches atrás, en los pasillos.

—¿Qué hacía ahí tan tarde?

—No lo sé. El punto es que no puedo creer que te diera un consejo verdaderamente útil.

Desde que me había topado con la Ravenclaw no paraba de darle vueltas en mi cabeza a todo este asunto. Llegando a la conclusión de que es una perfecta manipuladora, tan buena como Malfoy.

—No es tan mala como parece — la defiende Mila con cierta timidez.

—Por Merlín, Mila. No puedo creer que lo estés diciendo en serio — miro sobre mi hombro hacia la ultima mesa en mi fila. Graves está sentada junto a Severus, la chica con la cabeza baja y Severus ... ¿regañándola? — Que sea amiga de Black no significa que tengas que ser su amiga.

—No somos amigas, sólo creo que estás diciendo esto por lo que te dijo en la noche — guarda silencio brevemente en lo que la profesora nos observa y cuando aparta la mirada vuelve a susurrar. —Creo que fue algo que no te gusto y estás enojada por eso.

—Que tontería, por supuesto que no.

—¿Qué te dijo entonces?

—Que estaba ilusionando a James, cosa que no es verdad, porque yo... No he hecho nada para ilusionarlo. Converso con él, eso es todo.

Mila levanta una ceja dudosa y aprieta los labios para omitir decir algún comentario al respecto.

—También dijo que me gustaba.