[En Edición]Los Merodeadores: Encuentros

Capítulo 43

Peter Pettigrew

Lo único bueno de que el asunto de Roxanne quedara aclarado, es que mis pesadillas han cesado. Fuera de eso ninguno de nosotros nos vemos contentos con la petición de Nora, de no mencionar nada al respecto, y menos cuando Sirius se fue a pasar la Navidad con la vida que quería dejar atrás.

James nos invitó a su casa para pasar las vacaciones de invierno, ahora que ya regresamos a la escuela esperábamos que Sirius nos contará qué tal estuvieron sus vacaciones, tras el efecto de la poción multijugos y su estancia en Wiltshire, mas no mencionó palabra alguna.

James camina a mi lado con sus libros bajo el brazo y la túnica en el otro, Remus va a nuestras espaldas conversando con Mila, quien al parecer tuvo unas asombrosas vacaciones, creo que nunca la había visto tan feliz. Sirius está al frente con la rubia conversando.

—¿Sigues pensando en decirle? — pregunto refiriéndome a la pareja frente a nosotros.

—No. No le voy a decir. Fuera de todo lo que dijo Graves, creo que Sirius dejó bastante claro que no quería saber nada más — se encoge de hombros y entramos en el salón en dónde el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras nos espera pacientemente en su escritorio. — Si Sirius la quiere, a pesar de estar completamente loca, es su problema. Intenté detenerlo más de una vez y ya vez como se puso.

—Tienes que admitir que es un poco raro que tu mejor amigo se encapriche por hacer ver a tu novia como la culpable de todas las desgracias.

Mueve la mano sin darle importancia y me mira desde el asiento de enfrente.

—Ya sé que llevo preguntando demasiado, pero... ¿estás bien? Fuiste tú el más afectado a final de cuentas.

—Estoy bien Potter, relájate —el chico asiente y se sienta enfrente junto a Sirius. Mientras que Remus toma el asiento restante a mi lado.

No recuerdo como es que me sentía en el momento en el que le grité a Roxanne en el Lago Negro, supongo que estaba realmente muy enojado, sino no habría optado por quitarme mis recuerdos. Sin embargo, ahora que sé lo que sucedió una frustración me invade cada vez que veo a la rubia. Me gustaría poder decirle a que sé lo que hizo, que sus intentos fueron en vano. Quiero decirle a Sirius, no porque quiera algo con la rubia, sino porque tengo una mal presentimiento de que mi amigo esté viviendo una mentira.

—¿Te enteraste de que habrá otro club de duelo? — pregunta Remus. — Mila me acaba de decir que quiere inscribirse.

—¿Tú lo harás?

—No soy muy fanático de batirme en duelo.

—Tú no eres fanático de nada que no sea leer o Abbott — dice Sirius dándose la vuelta.

Remus lo silencia preocupado de que alguien más lo haya escuchado.

—Podrías no decirlo — le pide susurrando. — O por lo menos no a los cuatro vientos.

James ríe junto con Sirius y voltea para mirar a Remus apenado.

—¿Qué estaban diciendo de un duelo?

—Con el profesor Flitwick, pero creo que este es con alumnos de sexto y séptimo — comenta Remus.

—¿Y nos vamos a inscribir? — pregunto mirando a los chicos ansioso.

—Potter no, porque la última vez terminó en el suelo con Evans haciendo su labor de enfermera — comenta Sirius.

—Justo por eso debería volver a inscribirme — dice el chico.

—O podemos ir a ver el duelo de Mila y ver que tal se pone — sugiere Remus.

—Tú lo único que quieres es ir a ver a la chica — comento golpeando su brazo. — Aunque podría ser buena idea, mientras tú te quedas embobado por Abbott, nosotros podemos ver el duelo.