[En Edición]Los Merodeadores: Encuentros

Capítulo 35

Lily Evans

El cabello azabache le cae en la frente de forma tan natural que me pregunto si sabrá lo atractivo que se ve. Mueve la pluma ansioso antes de levantar la vista y cacharme viéndolo. No dice nada, en vez de eso, sonríe de lado y levanta una ceja divertido, pero eso es todo, porque después sigue escribiendo sobre el pergamino como si nada.

Estoy muy segura de que el egocéntrico James de hace un año habría dicho alguna estupidez para molestar, pero el James de ahora no hace nada más que sonreír y sólo con eso logra que se me sonrojen las mejillas.

Esta tarde hemos estado estudiando únicamente nosotros dos, ya que Mila tenía una asunto con el menor de los Black. Sé que no es de mi incumbencia y la verdad es que me gustaría que fuera diferente, pero la chica parece cada vez más triste y desconozco la razón.

En un inició creí que su relación con el Slytherin no la hacía feliz, mas eso era imposible porque mira a Regulus como si fuera el único chico existente en el planeta, tal vez suene un poco extraño, pero lo mira como a una de sus plantas. Me pregunto si alguna vez podré ver a alguien así, entonces la imagen de Potter sonriendo se cruza por mi mente y agito la cabeza descartando la loca idea.

—Mañana es el partido contra Ravenclaw, ¿no deberías estar entrenando? — pregunto discretamente.

—Estoy estudiando contigo — responde, — no iba a faltar a nuestra sesión.

—Dicen que Nora esta entrenando muy intenso con su equipo....

—Es bueno que lo hagan, el año pasado quedaron hasta el último en la tabla — deja la pluma sobre el recipiente de tinta y voltea a verme con los brazos cruzados. —¿Por qué no haces directamente tu pregunta?

—No sé de qué estás hablando.

—"¿Por qué estás aquí conmigo en vez de con tu equipo?" — pregunta imitándome con una voz mandona y ligeramente más chillona. Lo golpeo con el libro mientras ríe y espero su respuesta. — Me ignoraste durante años Evans. Años. Apenas me dejas estudiar contigo, supongo que me gusta aprovechar los momentos. El equipo no morirá si no estoy ahí por un rato, además Sirius es un buen co-capitán.

—¿Me estás culpando? — James se encoje de hombros y niega con la cabeza levemente.

—Supongo que no es tu culpa que no te agrade. No te culpo de nada —se quita los antojos y sé que no ve nada porque entrecierra los ojos para poder enfocarme. — Tal vez no te agrado porque no me has visto jugar, ¿vendrás mañana al partido?

—No me apetece ver como luchan como un par de bárbaros por una pelota.

—¡Ves! Esa es justo la razón por la que aún no te enamoras perdidamente de mí — dice sonriendo. — Deberías ir. Deja que Remus y Peter, te expliquen todo. Es bastante emocionante una vez que sabes jugar.

—Tal vez sería mejor que tú me lo explicaras — suelto sin querer.

Inmediatamente James sonríe coquetamente y se vuelve a colocar los anteojos en un veloz movimiento. Se inclina sobre la mesa para acercarse y casi puedo sentir la intensidad de sus ojos sobre los míos.

—Cuando quieras Evans, el próximo partido tal vez. ¿Cómo una cita?

Ese es el James que conozco, aquel que no desaprovecha ninguna oportunidad que se le cruza enfrente.

—Yo nunca dije eso — la desilusión en sus ojos es evidente y siento una punzada al verlo alejarse. — Pero, si ganas mañana....podría pensármelo un poco más.

—¿Eso que significa Evans?

—Que tal vez podrías explicarme un poco mientras tomamos una cerveza de mantequilla en las Tres Escobas.