Capítulo 31

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James Potter.

No aceptó salir conmigo, pero mínimo me deja estudiar junto con ella y Mila. Evans es buena en pociones, además de que tenía a Quejicus de compañero, la chica siempre ha sido más lista de lo que aparenta, además de pociones también resulta bastante buena en encantamientos y Aritmancia.

Mila, por el contrario, es buena en Herbología y en el Cuidado de las Criaturas Mágicas, eso lo sé por culpa de Remus y su encaprichamiento con la chica, otro de los muchos temas de los que no les gusta hablar, supongo que es porque Mila sale con Regulus Black.

—¿Ya empezaron los entrenamientos? —le pregunto a Mila ya que Evans parece estar muy concentrada con su libro de encantamientos.

—¿Por qué? ¿Tienes miedo de que te derrotemos de nuevo, capitán?

—Empezamos dos semanas después de volver a clase Abbott — sonrío orgulloso — Como nuevo capitán no dejaré que ganen de nuevo.

—Eso ya lo veremos — responde desafiante. — Por cierto, ¿qué tal la nueva escoba de Sirius?

Bufo y cierro el libro frente a mí. Sirius es de los temas más complicados y complejos de los que tengo que hablar, en especial ahora.

—Nora le regaló una la Navidad pasada, pero estás vacaciones Roxanne le envió otra escoba y en los entrenamiento ha usado la de su novia. Es una buena escoba y si se siente cómodo en ella, supongo que está bien mientras cumpla su trabajo.

—No luces contento con la nueva novia de tu amigo.

—¿Cómo podría? — interrumpe Lily intencionalmente. —Roxanne Malfoy es egoísta y narcisista hasta la medula.

Mila y yo nos miramos mutuamente sorprendidos. Claramente ni Roxanne, ni Evans son del agrado de la otra.

—Puede que tengas razón — le digo acercándome lentamente, — pero es lo que mi amigo, que es como mi hermano, eligió y si él es feliz con ella. ¿Quién soy yo para cuestionárselo?

Evans está a pocos centímetros de mi rostro y casi puedo ver todas las pequeñas pecas que decoran su rostro. Sus lindos labios se entreabren como si quiera decir algo, pero la voz que escuchamos es la de una Mila incómoda.

—Sigo aquí, ¿saben?

Evans carraspea levemente y yo me alejo para devolverle su espacio. No sé que ha pasado, pero supongo que me he dejado llevar por la situación.

—Lo siento...yo-yo ya tengo que irme — miro el reloj que hay cerca de la pared y recojo mis cosas rápidamente. — ¿Nos vemos mañana a la misma hora?

Con unas mejillas bien sonrojadas Evans asiente sin mirarme y vuelve a su libro decidida, frente a ella Mila sonríe por la situación y se despide agitando la mano. Mientras camino mi mente se desconecta del mundo y comienza a imaginar que sería poder besar a Lily Evans. Siendo honesto, he pensado demasiado en eso desde que la visité en las vacaciones, pero siempre termino por mover la cabeza y alejar esos pensamientos de mi cabeza. Lo primero que debería hacer es pensar en conseguir una cita, una vez logrado eso podré pensar en el siguiente paso.

Encuentro a Peter en el pasillo con una expresión confundida, parece perdido y pienso que está hablando con la pared, hasta que veo a Nora frente a él.

—Hablamos hace unos días Peter, de lo mismo — dice cansada la chica.

—No, la última vez que hablamos fue el año pasado.

Nora suspira cansada y toma a Peter de los hombros para decirle que hablaron tan solo hace unos días atrás.

—Graves — saludo. — ¿Qué le haces a mi pobre amigo?

[En Edición]Los Merodeadores: EncuentrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora