Capítulo 56

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Mila Abbott.

Lily mira enojada a la chica que en vez de estar estudiando duerme tranquilamente junto a nosotras con un libro entre los brazos como si fuera un peluche.

—No entiendo cuál es el punto de que estudie con nosotros si se duerme — comenta mi amiga pelirroja negando con la cabeza y volviendo su mirada a los libros frente a nosotras.

Hace un bello día y el sol cae sobre nuestra piel calentándola levemente. No culpo a Nora por dormirse, yo haría lo mismo si no tuviéramos una importante clase de Herbología mañana. La profesora Sprout ha dicho que podría ser una de las más peligrosas plantas con las que tendríamos contacto en nuestra estancia escolar, así que Lily y yo pensamos que tendríamos que estar preparadas.

Repasamos los libros acerca de las muchas plantas que podrían estar en la clase del día siguiente, pero había tantas que nos tuvimos que dar por vencidas.

—La sangre... — murmura Nora adormilada y apenas entendible.

Lily frunce el entrecejo y está a punto de preguntar algo cuando cuatro chicos se aproximan a nosotros. James se sienta a un lado de Lily y le besa tiernamente la mejilla distrayendo a la pelirroja de lo que antes ocupaba su mente. Peter y Sirius se sientan junto a James conversando entre ellos, mientras que Remus toma asiento a mi lado y sonríe tímidamente.

Todavía no me acostumbro a la idea de que estemos saliendo. Es algo que no se me paso por la cabeza durante los tres años que tengo de conocerlo, siempre había sido mi mejor amigo y la persona en la que más confío, supongo que era cuestión de tiempo que algo así sucediera. 

Aunque no sé si fue algo demasiado rápido, terminé con Regulus apenas el verano pasado y cuando lo veo en la misma habitación sigo dedicándole miradas cuando no está viendo. Me duele observarlo, es como abrir la herida de nuevo y recordar sus frías y cortantes palabras una y otra vez. A veces suelo llevar la mano a mi cuello en busca de un pequeño frasco que ya no está. Remus es un buen chico, estar con él no es doloroso, sino todo lo contrario. Se siente bien y es como si estuviéramos hechos para el uno para el otro.

Le sonrío de regreso y tomo su mano discretamente, nuestros dedos se entrelazan y él comienza a mover su pulgar suavemente por el dorso de mi mano.

Justo cuando Sirius señala a Nora preocupado, como si fuera a preguntar si está bien, la chica abre los ojos y son de un color totalmente blanco. Los otros cinco chicos y yo nos quedamos petrificados al verla, pero ella vuelve a parpadear y, está como si nada y de vuelta con sus castaños ojos.

—Es la sangre — susurra para sí misma.

—¿Haces eso cada vez que te levantas? — pregunta curioso James.

—¿Hacer qué? —pregunta Nora volteándonos a ver confundida, pero su mirada se va a algo más lejano detrás de nosotros y mueve la mano sin darle importancia. — Me tengo que ir, nos vemos después.

Recoge rápidamente sus cosas y sale corriendo de vuelta al castillo en dónde están esperándola Thoma Avery con esa misma careta burlona de siempre, Severus serio y hasta el último, Regulus. Están muy lejos y dudo que nos distingan desde ahí, mas casi puedo sentir sus platinados ojos observarme fijamente haciendo que se me detenga el corazón. Aparto la mirada porque no puedo permitir que su simple presencia me haga sentir de esa forma.

—Es muy extraña — dice Peter.

—Habla dormida — comenta Lily.

—Tú también hablas dormida — dice James, pero luego se da cuenta de su error y nota las miradas sobre él. Rio al ver la expresión de la pelirroja y sus mejillas sonrojadas como dos par de tomates. — Lo que quise decir es que seguramente hablas dormida.

[En Edición]Los Merodeadores: EncuentrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora