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Onix se quedó de pie a medio camino en las escaleras, totalmente confundida y dudosa al admirar al desconocido que ingresó sonriente a la casa, o por lo menos, hasta que notó el par de orbes dorados que le escudriñaban con detenimiento.
Sin embargo, él volvió a sonreír, más contento y carismático, como si verla no le fuese ninguna sorpresa, incluso, por la forma tan confiada en que sus ojos se achicaron al extender su sonrisilla infantil, parecía conocerla de muchísimo tiempo.
—¡Onix! ¡Al fin! —Exclamó vivaracho, extendiendo su mano mientras caminaba hacia ella.
El sonido de su corazón latente la sacó de balance, así como el tono delicado del sonrojo en sus mejillas por el calor de su cuerpo. Su temperatura se podía sentir incluso en la distancia y por extraño que fuera, no conseguía percibir perfume alguno viniendo de su sangre. Era como si fuese nulo, lo que le permitió sentir su colonia suave y el suavizante de telas de su ropa.
—¡Es un gusto! ¡Alice me ha hablado mucho sobre ti! —Exclamó contento, en tanto la mencionada se les unía al dar saltos hasta ellos.
—Supongo que tú... debes ser Polux —murmuró, dudosa, teniendo una vaga idea de lo que su hermana solía mencionar en sus correos.
—¡Supones bien! —La menor aseguró con entusiasmo, sujetando la mano del muchacho que se sintió un poco abrumado ante el gesto, incluso no se molestó en ocultarlo.
Con todo lo ocurrido en el mes de septiembre del año anterior durante el cumpleaños de Bella, debido a los acontecimientos, la más pequeña de la familia y su pareja de aquel momento, Polux, habían decidido dejar su relación y quedar solo como amigos debido a la distancia que habría entre ellos y demás.
No perdieron el contacto, porque la necesidad y el inmenso afecto y amor que sentían el uno por el otro era mayor. Alice le había esperado paciente, aguardando con calma, admirando en la distancia, embelesada y adorando a quien sería la persona indicada para ella.
Polux la veneraba. Era su tesoro más preciado, sin embargo, no podía fingir que la ruptura nunca había existido. Aún estaba la espinita de la partida de la menor de la familia... y por eso aún no volvían, pero intentaban lo que sea que fuere con intención de ver que podía ocurrir allí, a pesar de que tanto él como la del cabello corto lo supieran bien porque ella ya lo había visto.
Sonrió con ternura al notar la forma en que ambos parecían moverse en sincronía.
—¿Están los demás en casa? Rosalie creo que dijo que saldría, ¿se fue Emmett con ella? —Curioseó la Pixie Doll, ganándose un asentimiento lleno de frustración.
Sin embargo, la tranquilidad llegó como el soplido del viento de verano, con suavidad y frescura. Volvió a dibujar una sonrisilla ladina, cuestionándose en dónde estaría metido que no lo conseguía escuchar, pero solo se encogió de hombros y continuó bajando.
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𝐁𝐚𝐝 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞 || Jasper Hale
FanfictionOnix era un pecado, el más sensual y misterioso pecado que Jasper quería cometer. ꒰𝐁𝐑*ૢ。゚⚘݄꒱₊_______________ En el instante en que cayó bajo el hechizo de Onix Kekek, no hubo forma alguna de escapar de él, del canto que le envolvía cada vez que su...