Onix era un pecado, el más sensual y misterioso pecado que Jasper quería cometer.
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En el instante en que cayó bajo el hechizo de Onix Kekek, no hubo forma alguna de escapar de él, del canto que le envolvía cada vez que su...
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Gyeong-hui se mostró contenta con lo que veía cuando llegaron a Forks. Se movió muy resuelta por la casa siguiendo al par que la condujeron hasta allí. Fue extraño para la rubia el olor peculiar que expedía la construcción, sin embargo no mencionó nada y continuó andando, escuchando con claridad el barullo que venía desde el patio trasero.
Nessie al instante en que vio a Onix corrió en su dirección, gritando con alegría su nombre. Los egipcios las admiraron con cautela, desconociendo tanto a la asiática como a la rusa, en tanto Senna y Zafrina terminaban de saludar y de presentarse con la familia Cullen.
—Ven, déjame presentarte a alguien —le pidió con dulzura Kekek a su sobrina después de que ella le permitiese ver de nuevo lo que recordaba sobre su nacimiento.
A veces le gustaba ver eso, como un recordatorio de que a pesar de toda la muerte y el caos que los rodeaba, existía algo bueno y puro en medio de toda esa oscuridad junto a la luz del amor que sentía por Jasper, quien aún no volvía.
—Asombroso —murmuró maravillada Boo al ver a la menor, que sonriente se acercó a ella. Polux se quedó quieto, por esos temores que le generaba el no sentirse del todo confiado en ocasiones, pero se forzó a estar relajado creyendo de nuevo que no existía razón alguna para vivir así.
—¿Tú eres gunjui? —Curioseó con duda la niña, analizando sus facciones que le parecían muy nuevas y bellas. Las mejillas de la coreana se alzaron en una sonrisa luminosa y asintió.
—Gyeong-hui —corrigió a su pronunciación. Ver a la infante intentar repetirlo fue armonioso y la colmó de una felicidad abrumadora. No creía que era capaz de suceder algo así.
Mucho menos que todas las locuras que Onix y Polux dijeron fuesen verdad.
La mano pequeña de Nessie se posó en su rostro y le permitió ver esas memorias de su nacimiento que a todo el mundo sorprendía. Para ese punto, Bella y Edward ya se habían acercado y en vista del buen control de la neófita, al fin se permitió abrazar a su mejor amigo.
—Es un gusto —saludó el cobrizo a la nueva vampiresa que le estrechó la mano con avidez, algo abrumada por ver a tantos vampiros reunidos—. Desde que supo que podía traerte no ha parado de hablar sobre ti —delató divertido a Onix, quien se encogió de hombros y no lo negó.
—¡La había visto muy poco! —Excusó berrinchuda, dramatizando con sus gestos.
Después de eso le pareció muy complicada la llegada de más y más nómadas o clanes. Vampiros de irlanda, ingleses, aquellos que no llevaban una dieta "vegetariana"; cada uno complicaba las cosas con su sed y sus gestos en guardia, el pequeño Forks no estando muy lejos de donde la residencia Cullen.
Ajax se quedó solo unos días para poder conocer a quien consideraba ya su sobrina. Nessie y él compartieron un buen tiempo y le enseñó a jugar como una mortal, a pesar de que ella poseía habilidades como sus padres. Después se fue, deseándoles muchísimo éxito a todos ellos, sabiendo que lo conseguirían.
