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—¿Yo? —Cuestionó Onix, incrédula y confundida. Carlisle la miró ansioso y casi suplicante, mientras que ella apenas y podía entenderlo. Ni siquiera podía asegurar a que podría hacerlo de alguna forma— ¿por qué yo? No soy veloz, ni fuerte. Si nos atrapan allá afuera no seré de ayuda.
—No es la fuerza ni la velocidad lo que importa, cariño —le dijo con suavidad, buscando eliminar esos crueles pensamientos que tenía entorno a ella y sus capacidades—; eres hábil, te sabes mover muy bien entre los árboles. Si nos vamos podrían ocurrir dos cosas, la primera: que nos sigan, la segunda: que aprovechen la oportunidad para intervenir aquí —determinó con una firmeza que la hizo tragar duro, preocupada por aquello—. Si Emmett va con nosotros, Jasper es el único que puede ayudar a Edward aquí junto a Alice y así Rosalie no se separará de Bella —explicó.
Kekek no pronunció palabra alguna. Sujetó el dije de J que ahora no se quitaba para nada y miró hacia la mesa, donde su bolsa de gomitas agridulces yacía vacía.
Se sintió hecha un revoltijo. No quería ir, porque sabía que iba a ser un estorbo más que otra cosa para ellos pero si lo ponía de esa forma, comprendía el porqué de sus decisiones. Iba a ser igual de estorbosa si se quedaba allí en casa, sin saber qué hacer, porque no tenía conocimientos de pelea bastos y mucho menos médicos.
Suspiró con pesadez y decaída asintió, aceptando. El rubio le sonrió con dulzura y sabiendo que se arriesgaba mucho, se atrevió a darle un beso en la sien, en modo de agradecimiento por siempre estar apoyándolos.
—Nos vemos en veinte minutos en el pórtico —le indicó, alarmándola.
—¿Ya? ¿Tan pronto?
—¿Tan pronto? —Cuestionó Jasper, ingresando a la cocina con prisa hasta colocarse a un lado de ella. El doctor sonrió enternecido por la forma en que la había buscado y sobretodo por cómo se miraron. Dios, que la intensidad que poseían era tan cautivante y bella que te hacía sentirte feliz. Quizá era Jasper usando su don sin querer, sintiéndose tan contento por estar a su lado que era inevitable no compartirlo con el mundo— ¿podrías darnos diez minutos más?
Cullen no se los negó. Onix no supo para qué querer aquello; cuanto menos se alargara aquello, más rápido acabarían. No recordaba la última vez que se había separado de Jasper en una situación así, tan riesgosa y no iba a negar que le daba algo de inquietud el considerar no ser capaz de cuidar de sí misma ahora que estaba tan mal acostumbrada a tenerlo siempre a su lado.
—Tengo que ayudarlos, ¿verdad? —Indagó, queriendo ser un poquito egoista para poder decir que prefería quedarse, pero no podía hacerles eso. No se lo merecían y quería ayudar tanto como pudiese. Quizá por eso le aterraba ir; en su cabeza, solo se repetía una y otra vez el estorbo que sería—. Debo hacerlo.
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𝐁𝐚𝐝 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞 || Jasper Hale
FanfictionOnix era un pecado, el más sensual y misterioso pecado que Jasper quería cometer. ꒰𝐁𝐑*ૢ。゚⚘݄꒱₊_______________ En el instante en que cayó bajo el hechizo de Onix Kekek, no hubo forma alguna de escapar de él, del canto que le envolvía cada vez que su...