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Ah, las Maldivas.
Es el lugar perfecto para vacacionar. Sus costas resplandecientes, las aguas cristalinas, la brisa fresca y la privacidad de la isla hacen que sea uno de los espacios sobre la tierra más bonitos que pudiesen existir. Sin lugar a dudas, uno puede envidiar de las actividades para disfrutar, como el buceo, para conocer a esas maravillosas creaturas exóticas que habitan en sus territorios, o el snorkel inclinado a aquellos a los que les guste experimentar.
Y ni hablar de las excursiones a las islas deserticas, aquellos territorios que solo los más osados se podrían atrever a recorrer.
Pero para Jasper y Onix, las Maldivas, resultaba mucho más encantadora por otras razones que no estaban nada inclinadas a lo que un folleto turístico puede decir.
Habían hecho de aquellas islas su hogar; su casa era ahora el nuevo rinconcito del mundo que se robaron y compartían tantas cosas disfrutando de sí mismos que nadie podría jamás conocer si eran tan aventurados como ellos.
Probar la jaula para Onix fue una experiencia nueva al ser ella quien estuvo dentro. El collar de cuero le acariciaba la piel del cuello con delicia y se derritió bajo el porte dominante y fuerte de Jasper, que la analizó por lo que le parecieron horas con un nuevo látigo que la mantuvo a raya, obediente y sumisa. Fue tan excitante y cada vez que tenían sexo allí dentro algo nuevo se despertaba; era por completo diferente a usar las cadenas de su cama o solo los artilugios que siempre le fascinaron.
Los días corrieron con calma. Al estar en una zona desértica nadie les molestaba. Corrieron por la playa en más de una ocasión, jugueteando y riéndose llenos de alegría. Habían hecho el amor en la costa pero para ella fue incómodo por la arena picándole en la piel y él se burló de eso, mas no fue impedimento para seguirla tocando con anhelo, disfrutando de esa sensación tan efervescente que creaban.
También habían ido de caza, porque a veces era demasiado frustrante para Onix el recordar que había dejado libres a dos de sus Tuas Cantantes y la había entrenado para pelear solo por si acaso llegara un momento en donde tuviesen que enfrentarse a algo sumilar a lo ocurrido durante el verano, cosa que rogaban ambos a que nunca pasara.
Jasper ya no remilgaba de sus alimentos y solía acompañarla en las comidas a pesar de que ambos sabían que al final iban a vomitarla porque después de un rato tenerlo dentro era muy raro. Onix ya estaba acostumbrada a pesar de la incomodidad que generaba, pero para él seguía siendo de lo más extraño.
Jazz le enseñó sobre Historia y Onix le enseñó Cine. Jugaban juegos de mesa; tenían tanto sexo tanto tradicional como excéntrico que vivían casi de eso; caminaban bajo la luz de la luna y el sol; bailaban hasta el amanecer; nadaban recorriendo de extremo a extremo la isla y leían por las tardes. Funcionaban tan bien juntos, mezclando sus vidas con tanta naturalidad que era como si fuesen el reflejo del otro.
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𝐁𝐚𝐝 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞 || Jasper Hale
FanfictionOnix era un pecado, el más sensual y misterioso pecado que Jasper quería cometer. ꒰𝐁𝐑*ૢ。゚⚘݄꒱₊_______________ En el instante en que cayó bajo el hechizo de Onix Kekek, no hubo forma alguna de escapar de él, del canto que le envolvía cada vez que su...